No. 61 / Agosto 2013


 

Experiencia anclada en el recuerdo:
reseña de El Hombre Sombra de Owen Sheers, traducido
al español por Andrés Neuman


Por Berenice González

 

What exists of us before we are here?
Owen Sheers

 

Owen Sheers es, ante todo, un cronista de la memoria; su vasta producción literaria –que incluye poesía, novela, texto dramático, guión cinematográfico, ensayo y hasta un oratorio- se entreteje en el tiempo y la imaginación para dar testimonio de las experiencias de vida que más inquietan al joven escritor galés: origen, presencia y resignificación.

El anclaje de estas experiencias dentro de la memoria colectiva nos remite como lectores al primer amor, al encuentro con la muerte, a la pérdida de la inocencia, al éxtasis, al retorno al origen, a la crudeza de la guerra, al inexorable paso del tiempo y a las maneras en que generamos, o limitamos, el contacto con quienes nos rodean, a partir de un agudo pulso poético que se desdobla en su más reciente compilación de poemas en inglés, The Shadow Man (2012), traducidos al español bajo el título de El Hombre Sombra y publicada por Ediciones el Tucán de Virginia dentro de su colección Bífidos en México en 2012.

Esta selección bilíngüe y traducción de la obra poética de Owen Sheers corrió a cargo del escritor y traductor argentino Andrés Neuman,  y contó con el financiamiento y difusión del Wales Literature Exchange para su presentación durante la pasada XXVI FIL de Guadalajara en el 2012. Fue ahí, en donde Sheers ofreció la primera lectura de su poema “Harvest for S”, acompañado de la versión al español en voz del propio Neuman, con lo que se iniciaba el diálogo entre el texto original y su traducción al español en nuestro país. Una segunda, y más amplia, lectura de su poesía en la Ciudad de México, apenas en enero de este año, nos permitiría acceder a las reflexiones del propio Sheers en torno al fenómeno de la traducción de poesía (la suya), que: “viajaba tan lejos de uno y, sin embargo, podía reconocerse (como propia)”  a decir del propio escritor, en el momento en que se escuchaba la versión al español de “Not Yet My Mother”, “Harvest for S”, “Harvest i.m. Elizabeth Roberts”, “Old Horse, New Tricks”, “Mametz Wood” y “The Shadow Man”, durante la velada de poesía en la que Sheers alternó su propia lectura comentada con la lectura al español de Víctor Mendiola —editor—  y las preguntas de un público conmovido y curioso de su obra en el Foro del Tejedor en la colonia Roma.

mesadetraducciones-elhombresombra.jpgEs “The Shadow Man”, el trabajo que da título a la selección de poemas extraídos de The Blue Book (Seren, Poetry Wales Press, 2000) y Skirrid Hill  (Seren, Poetry Wales Press, 2005) con los que el nombrado poeta, escritor y guionista galés se daba a conocer hace más de diez años, como una de las voces más jóvenes y vigorosas de la literatura británica y, más específicamente, de la poesía galesa contemporánea escrita en inglés.

El Hombre Sombra traza una ruta de asombro y descubrimiento sobre una temática compleja que abre, precisamente, con las experiencias de juventud del poeta durante los primeros ocho poemas extraídos de The Blue Book. En este primer apartado accedemos a una apacible melancolía, producto del recuerdo de su madre en “Not Yet My Mother”, al grotesco y primer encuentro con la muerte en “Old Horse, New Tricks” y al punzante amor de juventud desde la perspectiva íntima y familiar de Sheers en “Harvest for S”. En ocasión de su última visita a la ciudad de México, Sheers compartía su sentir con respecto a éste, su primer libro de poemas como “algo que no ha podido igualar hasta ahora”,  acaso por el grado de compresión que había alcanzado en sus versos y en sintonía con su propia visión de lo que la poesía significa para él: “ menos es más, por la manera en que emplea pocas palabras en un espacio igualmente reducido y es capaz de desplazarnos hacia una gran distancia emocional e intelectual. Creo que ésta es la mejor manera de decir muchas cosas al mismo tiempo”.

Más adelante, el tono de la selección se torna contundente y, acaso, más áspero para mostrarnos las reflexiones del poeta en torno a las implicaciones y el peso de la herencia histórica y personal que se desarrollan en los diecisiete poemas seleccionados de Skirrid Hill; de éstos, es “Mametz Wood” quizá el más impactante, pues describe con gran crudeza y habilidad los hallazgos de la fosa en dónde más de 5000 soldados galeses, del batallón 38, perecieron durante el encuentro con fuerzas prusianas en un bosque al norte de Francia en la Batalla del Somme, en la Primera Guerra Mundial. De ésto, el poeta Robert Graves, quien además peleó en la batalla, comenta cómo el lugar “se encontraba lleno de guardias prusianos muertos, hombres grandes, junto con los cuerpos de los Fusileros Reales galeses y Vigilantes Fronterizos del sur de Gáles, hombres frágiles. Ni un sólo árbol del bosque quedaba en pie”.

El recuerdo de las víctimas quedaría tan grabado en el imaginario galés que en 1987 se develó un monumento en su honor en el que figuraba la escultura del dragón rojo, representativo de la identidad galesa. La herencia bélica del pueblo galés se imprime en el poema de Sheers de manera penetrante y dolorosa mientras nos habla de las prendas y restos que, aún con el paso del tiempo, sobreviven a los caídos. Con igual vigor, pero apuntando hacia una dirección diferente, “Marking Time” nos presenta una analogía bélica de los amantes que en su éxtasis y urgencia se recorren entre un “giro de esgrima” y como “dos banderas flameando desde el mástil”. Por otro lado, el paso del tiempo y la vuelta al lugar de origen se funden en “Border Country” para mostrarnos como los mecanismos de la memoria y el influjo del paisaje se vierten en una experiencia personal de auto-descubrimiento. Más adelante se encuentra “Calendar”, escrito a la manera de un haiku, es un poema estacional anclado en la experiencia urbana y, casi para cerrar esta sección, aparece “The Shadow Man” en clara referencia y dedicatoria para Mac Adams, artista plástico y conceptual de origen galés conocido por sus ingeniosas e irreverentes esculturas de sombras realizadas durante la década de los noventa, de las que Sheers hace mención en su poema:
 

...o la cabeza de Karl Marx, nacida           
de guijarros y piedras
 con ausencia de luz.

Trabaja con lo oscuro
por detrás de los ojos,
comprendiendo

que lo que importa nunca importa,
nuestras ideas o nuestras palabras,
sino las sombras que proyectan
en las vidas de otros.        

 

Tres elegías, extraídas de The Blue Book y Skirrid Hill completan la entrega y nos ofrecen uno de los poemas más emblemáticos que encontramos en El Hombre Sombra: “Harvest i.m. Elizabeth Roberts”, escrito en ocasión de la muerte de la abuela materna del poeta y entrelazado, con gran fortuna, con el mito del caballo de Troya y el imaginario en un huerto de manzanas en el corazón de la provincia galesa.

El sutil simbolismo del que Sheers echa mano para trazar el paso de la vida a la muerte de un ser querido, así como para dar testimonio de la presencia de la abuela en los objetos que la rodean, y que ahora se re significan para el poeta tras su partida, se logra por el especial cuidado empleado en la recreación de los paisajes internos y externos que se ofrecen dentro de esta elegía. Este interés por explorar las posibilidades del paisaje, como un ancla de la experiencia humana en la memoria, se manifiesta de manera constante a lo largo de los poemas que conforman El Hombre Sombra.

Polifacético y generoso son adjetivos que bien podrían definir el carácter del escritor nacido en Fiji en 1974, al ser, además de poeta, un reconocido promotor del tipo de poesía que se identifica por su fuerte nexo con el paisaje británico. El interés de Sheers por explorar el influjo de los paisajes de la Gran Bretaña en la poesía de diversos escritores de dentro y fuera de la isla, se materializó en el 2009 con la publicación de su antología poética A Poet's Guide to Britain (Penguin, 2009), misma que encontró soporte en un formato impreso tras el éxito de la serie televisiva del mismo nombre que fue producida por la BBC 4 en el mismo año. Sheers creció rodeado del verde y ondulante paisaje galés en Abergavenny, de donde partiría años más tarde a Oxford para realizar sus estudios universitarios y posteriormente a la universidad de East Anglia para completar su grado de maestría en escritura creativa. De ahí, su producción literaria le llevaría hasta Zimbawe para la escritura del fascinante diario de viaje de su tío abuelo, titulado Dust Diaries An African Memoir (Faber, 2004),  a plantear escenarios alternativos de la ocupación alemana en Gran Bretaña durante la Primera Guerra mundial en su novela, también llevada al cine, Resistance (Faber, 2007) y más recientemente a dar cuenta de sus experiencia tras sus entrevistas con soldados británicos que participaron en la guerra de Afganistán en su drama poético Pink Mist (Faber, 2013), además de muchos otros puntos de contacto con experiencias multiformes, locales y extranjeras, que nos comparte en las distintas facetas y géneros que conforman sus crónicas de la memoria.

Sin duda, El Hombre Sombra es una muy valiosa puerta de acceso al trabajo de este ingenioso, dinámico y multifacético escritor contemporáneo y permitirá, en palabras del propio Owen Sheers, acceder a “la poesía como el escenario para el diálogo”  entre el poeta y el lector interesado y curioso de su obra.