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portada-poesia-reunida.jpg Poesía reunida
Amparo Dávila
México, FCE, 2011

Por Abel Vázquez Barrera
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No. 64 / Noviembre 2013



Con apenas 22 años, Amparo Dávila inició su trayectoria literaria al publicar salmos en la revista potosina Estilo, los cuales terminarían por crear “Salmos bajo la luna”, su primera labor poética. Cuatro años después, aparecieron sus dos últimos poemarios del siglo: “Perfil de soledades” y “Meditaciones a la orilla del sueño”, obras que a pesar de ser bien recibidas por la crítica del momento, marcaron una pausa indefinida dentro de su poesía, ya que la escritora zacatecana optó por explotar la narrativa breve, género con el que se forjó el reconocimiento como una de las más grandes autoras mexicanas del siglo XX.

Hoy, 63 años después de que Amparo Dávila se adentrara en el gremio literario, el Fondo de Cultura Económica presenta “Poesía reunida”, obra que, como su nombre lo indica, agrupa los tres poemarios de la escritora e incluye su más reciente creación poética “El cuerpo y la noche”. Con esto, la autora demuestra que los 57 años sin la publicación de poesía no significó un alejamiento de dicha labor, sino un desarrollo experiencial en el que la noche y las tinieblas son revalorizadas y recodificadas a lo largo de los cuatro poemarios. Como unidad, Poesía reunida se vale de cadencias y ritmos propios que cimientan el brío y sosiego de cada poema mientras que la voz poética se va unificando con los poemas. Las sombras cumplen un rol central para la configuración de una atmósfera nocturna que da forma material a entidades abstractas como la oscuridad, la soledad y el sonido.

Los primeros dos apartados corresponden a Salmos bajo la luna y Perfil de soledades, en donde Dávila encadena elementos de la naturaleza bajo los temas de la muerte y el olvido para revelar la angustia que subyace a la velocidad del tiempo, a la desgarradora soledad que produce el silencio, a la incapacidad de recordar vivencias que no existieron y al extravío de los sueños. “Silencio y fin” es uno de estos poemas capaz de revelar algunos de los temas anteriores:

Estuve ahí donde termina la vida; ahí donde comienza
la muerte.
[…]
Soledad tallada en mármoles y canteras; cipreses y sauces.
Ah, qué cerca está la vida de la muerte!
Qué cerca está la muerte del olvido!
En el silencio sólo se escucha el lamento de una campana;
    en el silencio mortal del cementerio.
Es la campana que anuncia a los muertos, a los que vienen
     a dormir, bajo la sombra angustiosa de los cipreses.

El tercer apartado contiene “Meditaciones a la orilla del sueño”, en donde la voz poética adopta una postura más reflexiva y refuerza el vínculo con los elementos, provocando que en ocasiones sea la misma naturaleza quien medite sobre la ausencia y la soledad de la noche.

La cuarta y última sección atañe al poemario más reciente de Amparo Dávila “El cuerpo y la noche”, en donde se sintetizan todos los pensamientos previos bajo un nuevo concepto: la fundición del cuerpo con las tinieblas para formar una entidad que se encuentra encerrada en sí misma, que grita y no puede escucharse, que vive sin recordar y que tiene un cuerpo inflamable que se apaga como las estrellas en el firmamento.

Desnudo el cuerpo y extendido
en la noche desnuda y extendida
    como grito
el cuerpo cruza la noche
    como daga
la daga atraviesa el cuerpo
¡oh noche del cuerpo
    sin salida!
¡oh cuerpo oscuro
    de la noche!
desnuda desnudez

De este modo, Poesía reunida une principio y fin de la obra publicada por Amparo Dávila. Demuestra los diferentes métodos que ha empleado la escritora para adueñarse de un mundo donde la noche y el hombre se conjugan en una naturaleza sombría y, por tanto se rescata el género literario que permitió forjar temas, motivos, vivencias e inquietudes a través de los años.

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