Xi Chuan (西川 Tigres de papel Por Miguel Ángel Petrecca
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Xi Chuan es el nombre de pluma de Liu Jun, poeta, traductor y ensayista nacido en la provincia de Jiangsu en 1963, y una de las figuras más sobresalientes y originales de la poesía china contemporánea. Generalmente ubicado en el grupo de los llamados “poetas intelectuales” (en oposición a los “poetas coloquiales”), Xi Chuan viene trabajando desde hace más de dos décadas en una poesía cuyas características principales son la combinación de una imaginería alucinada con un lenguaje donde la precisión está al servicio del absurdo y la ironía. Desde comienzos de los 90, sobre todo a partir del suicidio de Haizi, ícono de la poesía de los 80 y uno de sus mejores amigos, la poesía de Xi Chuan comienza a volverse cada vez más oscura y el verso deja lugar a la prosa... |
No. 64 / Noviembre 2013 |
Xi Chuan (西川)
Tigres de papel Por Miguel Ángel Petrecca
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Xi Chuan es el nombre de pluma de Liu Jun, poeta, traductor y ensayista nacido en la provincia de Jiangsu en 1963, y una de las figuras más sobresalientes y originales de la poesía china contemporánea. Generalmente ubicado en el grupo de los llamados “poetas intelectuales” (en oposición a los “poetas coloquiales”), Xi Chuan viene trabajando desde hace más de dos décadas en una poesía cuyas características principales son la combinación de una imaginería alucinada con un lenguaje donde la precisión está al servicio del absurdo y la ironía. Desde comienzos de los 90, sobre todo a partir del suicidio de Haizi, ícono de la poesía de los 80 y uno de sus mejores amigos, la poesía de Xi Chuan comienza a volverse cada vez más oscura y el verso deja lugar a la prosa: los poemas son con frecuencia una sucesión de párrafos ligados tenuemente entre sí, insinuando una forma que parece inscribirse menos en la tradición de la poesía que en la de textos de la tradición filosófica como el Zhuangzi. Ha publicado seis libros de poemas y dos libros de ensayos, además de una antología de su obra y un drama en verso y traducciones de Ezra Pound, Jorge Luis Borges, Czesław Milosz y Gary Snyder. Sus libros han recibido varios premios nacionales e internacionales y han sido traducidos a varios idiomas. En 2012, la editorial New Directions publicó una antología de su poesía. Actualmente vive en Pekín y enseña literatura china en el Instituto Central de Bellas Artes de esa ciudad.
Murciélagos al atardecer En los cuadros de Goya traen pesadillas al artista. Volando hacia arriba, hacia abajo, a derecha y a izquierda, murmuran furtivamente sin llegar a despertarlo Una felicidad indecible aparece en sus caras casi humanas. Estas criaturas que parecen pájaros pero que no lo son, completamente negros se funden con la oscuridad, como semillas que nunca florecerán Como demonios sin esperanza de redención ciegos y crueles, llevados por su voluntad, cuelgan a veces boca abajo de las ramas igual que hojas secas, excitando nuestra lástima En algunas historias se concentran en húmedas grutas; cuando el sol cae tras la montaña es su momento para salir de caza, parir, luego desaparecen Pueden obligar a un sonámbulo a unírseles, arrebatarle la antorcha de su mano y apagarla; pueden alcanzar a un lobo acechante y hacerlo caer mudo por un precipicio A la noche, si un niño no puede dormir es sin duda porque un murciélago sorteando los ojos hinchados del guardia llegó hasta él para hablarle del destino Uno, dos o tres murciélagos, no tiene riqueza ni patria, ¿cómo puede ser que traigan felicidad? La luna creciente y menguante gastó sus plumas. Son feos, sin nombre. Su corazón de piedra nunca pudo conmoverme hasta que un verano hacia el atardecer al pasar por mi vieja casa vi muchos chicos jugando y sobre sus cabezas aún más murciélagos El atardecer arrojaba sombras sobre la calle y doraba el cuerpo de los murciélagos Revoloteaban sobre las puertas descascaradas pero nada tenían para decir sobre el destino Entre las cosas antiguas un murciélago es de aquellas que generan una especie de nostalgia. Su actitud indolente hizo que me detuviera un largo tiempo en ese barrio, en la calle donde crecí. Diario de viaje (selección) 1. Mariposas estrelladas contra el parabrisas Subo con el auto a la autopista y comienzo ahí mismo una matanza de mariposas; o tal vez, las mariposas me ven subir a la autopista y deciden lanzarse en un vuelo kamikaze. Se estrellan contra el vidrio del parabrisas. Se estrellan, en forma persistente, contra el vidrio del parabrisas. Una tras otra mueren, se convierten en unas gotas, unas rayas amarillas que el limpia parabrisas no puede despegar. Lo único que puedo hacer es detenerme, en parte en señal de duelo, en parte para postergar el momento en que tendré que pagar mi deuda. Pero en ese momento viene un policía, examina mi licencia y me hace una multa; me ordena que vuelva al camino de inmediato: no está permitido detenerse en una autopista. En seguida, un número aún mayor de mariposas comienza a estrellarse contra el parabrisas. 4. El Luo Yihe de un pequeño ciudad Un pequeña ciudad: tres avenidas, una plaza, cinco mil árboles, un amigo. El amigo me invita a comer, en el Restaurante “El héroe de Yan Zhao”. Invita a seis comensales, entre los cuales hay uno que me deja pasmado: ¿no es Luo Yihe? Pero Yi He murió hace ya quince años. El aspecto y la actitud de este hombre son extremadamente similares, aunque es más alto y ha leído menos que Yihe. Nos damos la mano; es un hombre cálido y tímido. Yihe no sabía de la existencia de este otro Yihe; y luego de su muerte, este otro Yihe siguió viviendo en silencio. Nunca le conté la anécdota a nadie, ni siquiera a la viuda de Yihe. Guardé este secreto hasta hoy, no sé bien por qué motivo. 7. Esta ciudad me evade Esta ciudad me evade. Me dio una lluvia torrencial, impidiéndome pasear por sus calles. Los museos de los que oí, debido a la falta de mano de obra se encuentran cerrados. En los negocios las personas hablan palabras que no entiendo, y solamente venden un tipo de alcohol, el tipo que no puedo tomar. Hambriento, encontré finalmente un restorán, pero estaba cerrado. Me quejo a los gritos, pero no hay nadie que me haga caso. Golpeé una puerta, la puerta se abrió, pero adentro no había nadie. Me apoyé contra un árbol, y de inmediato cayeron las hojas del árbol. En esta ciudad no tengo ni un conocido. Haber venido a esta ciudad es lo mismo que no haber venido nunca. 8. Un descubrimiento Levantás la valija y salís, tomás un avión, tomás un tren o un auto. Llegás al lugar al que planeabas llegar o a un lugar al que no planeabas llegar, te lavás la cara o te bañás, luego salís del hotel. Querés echar un vistazo a este lugar desconocido- una ciudad desconocida o un pueblo desconocido, pero descubrís que no tenés manera de llegar muy lejos. Atravesás mil montañas, sólo para poder ver, por detrás de esas mil montañas, un puñado de calles, un puñado de caras, y tal vez un par de montañas. Llegás al lugar que planeabas llegar o a un lugar al que no planeabas llegar. Pero, de hecho, no tenés manera de llegar muy lejos. Esta frase parece como una maldición, pero no es para nada a propósito. 10. Alucinación La noche y la llovizna me hacen perder el camino. En una calle sobre la que hay estacionada una aplanadora, pero sin obreros a la vista, un gordo me persigue. Apuro el paso y el hombre empieza a amenazarme y a insultarme. No me preocupa el poco dinero que tengo en el bolsillo, me inquieta la idea de que en esta ciudad sólo estamos él y yo. Inquietud, nervios, me siento indefenso durante un rato, y luego de repente me convierto en tres personas. Los tres nos detenemos y nos damos vuelta: el gordo, que ya se había abalanzado hacia donde estaba yo, se queda estupefacto. Se da vuelta y empieza a correr, nosotros empezamos a correr detrás de él. Mientras corremos sentimos el placer de nuestra superioridad numérica. Hasta que, en un momento, caemos juntos en un desagüe y me doy cuenta de que he perdido de vista a los dos que me acompañaban. 17. Hay personas Hay personas que viven toda su vida en Shanghai, personas que viven toda su vida en Roma, personas que viven toda su vida en un oasis en un desierto, o que viven toda su vida al pie de una montaña nevada- Nunca los viste a ellos. Hay personas que parten de Shanghai y mueren al pie de una montaña nevada; hay personas que parten de un oasis en un desierto y casi mueren en Roma, pero a último momento vuelven al oasis- Nunca los viste ellos. Escribís estas palabras, y las personas que no leyeron estas palabras sin embargo siguen viviendo toda su vida en alguna parte; los que las leen quizás digan: este hombre sólo dice tonterías. Esperá un momento: ¿no nos vimos en alguna parte? Pienso y pienso pero no, creo que nunca te he visto. Vivimos toda una vida, cada uno por su lado, tal vez dentro de la misma ciudad, tal vez incluso la misma calle.
夕光中的蝙蝠
在戈雅的绘画里,它们给艺术家 带来了噩梦。它们上下翻飞 忽左忽右;它们窃窃私语 却从不把艺术家叫醒
说不出的快乐浮现在它们那 人类的面孔上。这些似鸟 而不是鸟的生物,浑身漆黑 与黑暗结合,似永不开花的种籽
似无望解脱的精灵 盲目,凶残,被意志引导 有时又倒挂在枝丫上 似片片枯叶,令人哀悯
而在其他故事里,它们在 潮湿的岩穴里栖身 太阳落山是它们出行的时刻 觅食,生育,然后无影无踪
它们会强拉一个梦游人入伙 它们会夺下他手中的火把将它熄灭 它们也会赶走一只入侵的狼 让它跌落山谷,无话可说
在夜晚,如果有孩子迟迟不睡 那定是由于一只编幅 躲过了守夜人酸疼的眼睛 来到附近,向他讲述命运
一只,两只,三只编幅 没有财产,没有家园,怎能给人 带来福祉?月亮的盈亏褪尽了它们的 羽毛;它们是丑陋的,也是无名的
它们的铁石心肠从未使我动心 直到有一个夏季黄昏 我路过旧居时看到一群玩耍的孩子 看到更多的蝙蝠在他们头顶翻飞
夕光在胡同里布下了阴影 也为那些蝙蝠镀上了金衣 它们翻飞在那油漆剥落的街门外 对于命运却沉默不语
在古老的事物中,一只蝙蝠 正是一种怀念。它们闲暇的姿态 挽留了我,使我久久停留 在那片城区,在我长大的胡同里 1991.2
2004,2005,2007.
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