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| Por Eduardo García Manríquez |
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No. 65 / Diciembre 2013-Enero 2014 |
200 gramos de almendras, se compone de siete secciones que albergan treinta y tres poemaslos cuales no cuentan con un título, por lo que el primer verso es puesto en cursivas para representar el inicio de cada uno; pequeñas unidades sin aparente relación entre sí, donde mecanismos más profundos actúan como vasos comunicantes para formar una comunión casi imperceptible dentro del libro. Infancia, muerte e identidad sexual son los mecanismos que hacen moverse al libro, sin embargo su engranaje principal es conformado por la memoria. La memoria nos aleja de la imagen principal del poema para remontarnos a momentos que se desvanecen, a una infancia que toma significado en el presente. El panorama del libro se rige por la memoria, aquella que nos toma desprevenidos para formar ensoñaciones pueriles. La espontaneidad con la que aparecen las remembranzas me obliga a pensar en la memoria involuntaria que Proust propone dentro de la novela En busca del tiempo perdido. La memoria involuntaria tiene la cualidad de aparecer a partir de una sensación o en algún momento específico para entonces reunirnos con infinidad de recuerdos que surgen de manera imprevista. La presencia de la memoria involuntaria parece regir la función de los poemas, dondea partir de un instante o recuerdoQuintero comienza a formular textos de la memoria, que muestran niños –o a un mismo niño- observando el mundo que gira a su alrededor sin detenerse, sin explicar cambio alguno.Los poemas comienzan a desdoblarse a tal grado que pareciera existir un rencor a la infancia que fue desgraciada e incomprendida.“Pienso que un niño con miedo/no tiene tiempo para ser persona todavía.” El poeta menciona a un niño que aún no estaba preparado para aquel cambio, tal como el resto delos infantes en el libro. La separación de los poemas parece no tener un orden establecido, por lo que nos encontramos algunos que pertenecen a circunstancias diferentes, por tanto el lector tendrá que detenerse a pensar si es que existe relación entre ellos o decantarse por ignorar la relación los textos que habitan cada una de las siete divisiones. 200 gramos de almendras inicia con tres poemas donde los actores principales son niños. Estos infantes permanecen de pie mientras su vida da un cambio, los tres se encuentran en una metamorfosis. La niña será mujer, un niño se convertirá en hombre y el tercero será amedrentado por insultos homofóbicos que lo transforman en “algo” y no en una persona como los dos anteriores. La infancia y sus recuerdos son parte fundamental en estos poemas de Quintero. La niñez como el momento de ruptura en la vida. Los diversos niños que habitan 200 gramos… contemplan a su alrededor con inocencia, mientras que el poeta recoge en sus versos la meditación de aquellas experiencias infantiles. Muerte, contemplación, melancolía e identidad sexual mantienen en circulación alos poemas. Quintero muestra que tras de cada poema se lleva a cabo un cambio que era imperceptible al inicio. El delicioso títulofue extraído de RECETA PARA HORNEAR UN DELICIOSO PASTEL DE CARNE Y ALMENDRAS , elúnico poema que cuenta con un título. Éste dibuja a un poeta cuyas manos trabajan para preparar el pastel de carne mientras su mente recuerda que el cocinar no es actividad sencilla. Abatir la carne y pensar en la res muerta que él no tuvo que matar y saber que no es otra personamenos afortunada o aquella resmolida que yace en sus manos. Existen dos voces en este poema.La primera, es la que da instrucciones para llevar acabo la receta, dicta las órdenes a seguir para elaborar el platillo, y en otro nivel la segunda voz emerge para hacer funcionar a la memoria involuntaria.La primera voz nos describe una acción: Agrega 200 gramos de almendras picadas, y la segunda recuerda, nos traslada a pensamientos distantes, alejados de las órdenes que dicta cómo se preparará el pastel: Aquí podrías creerte dios Este poema representa de manera afortunada el desdoblamiento que ocurre en el resto de los poemas. Bien podría atinar en llamarlospoemas sobre lo cotidiano, pero sé que éstos no solo tratan de mostrarnos que la poesía habita en nuestro caótico transcurso diario. En 200 gramos… se reflexiona sobre cómo pequeños eventos influyen en el resto de nuestra vida. Estas remembranzas han sido meditadas por el poeta y comprende que cada experiencia se suscitó para dar origen a su presente. Octavio Paz mencionó en El Arco y la Lira que no todo poema tiene poesía y que la poesía tampoco está destinada a vivir dentro de un poema. Quintero da cuenta de lo segundo, capta la poesía que se escapa volando como golondrinas que “se iban para volverse mantarrayas”. Demuestra que todo en lo que creemos pueden derrumbarse por completo tras contemplar una acción cotidianaen la que nunca habíamos reflexionado. Los poemas atinan un certero golpe que cambia la percepcióndebido a algún evento inesperado. Así son los poemas de 200 gramos de almendras, pequeñas revelaciones. De alguna situación simple, en lo cotidiano, de ahí puede venir algo extraordinario. Los poemas de Quintero no develan la poesía en lo simple, sino que los asuntos más sencillos son en realidad complejos mientras sean contemplados en diversas perspectivas. Al leer los poemas de 200 gramos de almendras descubrimos que A. E. Quintero se vale de experiencias espontaneas e inesperadas y así demuestra que la poesía vive también en la situaciones que realizamos sin complejidad, de forma maquinal, a las cuales no prestamos importancia. Cada experiencia florece para mostrar un trasfondo complejo,ocasionando efectos más allá de los años; del niño al poeta. |
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