No. 65 / Diciembre 2013 - Enero 2014

 
Ai Weiwei, un iconotexto desde el otro lado del mundo

Poéticas visuales
Por María Andrea Giovine
 

 

poeticas-65-1.jpgAiWeiwei es un artista chino, nacido en 1957, en Pekín. El trabajo por el que es más conocido es su contribución como asesor en la construcción del Estadio Nacional de Pekín (llamado nido de pájaro por la apariencia de su estructura externa), en donde se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos del 2008. Como activista, AiWeiwei se ha preocupado porque sus obras denuncien ciertas prácticas gubernamentales y culturales del régimen chino. Entre estas obras, se puede mencionar la controvertida serie de fotografías NeverSorry o su creación del Pseudo Gran Hermano, obra que creó cansado de verse espiado por el gobierno chino, el cual desmanteló la obra pocas horas después. En 2010, estuvo bajo arresto domiciliario, por intentar denunciar la demolición de su estudio. En 2011, estuvo “desaparecido” durante algunos meses, una vez más a manos del gobierno chino. Para saber más sobre AiWeiwei, se pueden consultar su twitter, su blog y su página de Internet Ai Weiwei.
No es de extrañar que el trabajo de AiWeiwei incomode al régimen chino; es un trabajo artístico atrevido, consistente y radical que cuestiona y problematiza un factor medular para la identidad china: la tradición.

¿Por qué es tan importante la tradición? Porque da asideros, certezas, arraigo y pertenencia. A estas alturas, casi se ha convertido en un lugar común, por no decir en unacto de ingenuidad, plantear el arte contemporáneo como una ruptura deliberada con la tradición (o las tradiciones… tal vez el plural es importante). No obstante, es cierto que el arte contemporáneo representa un giro epistemológico en la función del arte, en nuestra forma de relacionarnos con las obras y en el foco que los artistas ponen en lo que las obras nos dicen sobre el mundo y sobre nosotros mismos.

AiWeiwei tiene como tema constante cuestionar la tradición. No es casualidad que el nombre de la exposición del autor a comienzos de este año en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo haya sido precisamente Resistencia y Tradición. En este sentido, “AiWeiwei podría singularizar una de las vertientes de esta estética entendida en un sentido no muy lejano a lo que Hal Foster definió como postmodernismo de resistencia: aquel que piensa políticamente las cuestiones referidas al lenguaje y a la representación. De esta forma, su trabajo parte de la tradición formal y lingüística del arte minimal y conceptual, aunque acabe conscientemente pervirtiendo sus resultados” (http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caac/programa/aiweiwei13/frame.htm)

poeticas-65-2.jpgEn esta obra, documentada en una serie de fotografías, AiWeiwei, con toda la sangre fría necesaria, deja caer al piso una urna milenaria de la dinastía Han y, con ello, lo que se rompe en pedazos es la valía que otorgamos a las cosas sólo por los valores antropológicos, cronológicos, sociológicos que les atribuimos. La acción artística es más importante que la permanencia del objeto.

De vuelta a las vasijas-iconotexto, AiWeiwei usa las vasijas del neolítico como readymades, sin tomar en consideración su importancia antropológica. Los readymades de Duchamp (el famoso urinario usado como fuente, la rueda de bicicleta o la rejilla para acomodar botellas) eran objetos desprovistos de valor cultural, artefactos cuyas formas se revaloraron a partir de la invitación a verlos como obras de arte y no como meros objetos. AiWeiwei, en cambio, transforma objetos valiosos antropológica y culturalmente y los trata como si fueran sólo un punto de partida de la obra (los pinta, los deja caer, les coloca un logotipo) y, de esta manera, los hace saltar por siglos y siglos y los transforma en arte contemporáneo. Con ello, Aiweiwei modifica la escala de valores con los cuales medimos estos objetos y nos lleva a verlos de una manera distinta. La yuxtaposición entre lo antiguo y lo moderno es en sí un impacto para el perceptor.

Las vasijas con el logo de la marca universalmente reconocida de Coca-Cola son un caso particularmente interesante de iconotextualidad. Recordemos que, en los iconotextos, la suma de los elementos visuales y verbales genera un todo nuevo e indivisible cuyo significado está en la fusión de los elementos integrados. De todas las cosas que AiWeiwei pudo escribir para “intervenir” las vasijas, eligió escribir la marca que representa por antonomasia al capitalismo global. Las vasijas neolíticas que el artista está tomando como base de la obra probablemente fueron usadas para beber o almacenar algún líquido, ahora, siglos después, son transformadas en “cascos” de Coca-Cola. Se trata, a todas luces, de un cuestionamiento de la tradición, de una toma de postura respecto al valor cultural de los objetos (el artista no se tienta el corazón para “destruir” estas vasijas porque el nuevo valor que adquieren, en realidad, es mucho más importante que su valor como meros objetos históricos conservados por el tiempo). Las vasijas de AiWeiwei nos dicen muchas más cosas una vez intervenidas, adquirieron nueva vida, un nuevo significado, ya no son únicamente testimonios del pasado, ahora dialogan con la posmodernidad y, fieles al valor de las obras de arte contemporáneo, nos dicen mucho sobre el mundo en que vivimos.

poeticas-65-3.jpg


Publicaciones anteriores de esta columna