No. 67 / Marzo 2014


Apreciac/iones
Por Elizabeth Meza García
 


No es fácil hablar del poeta Fernando Nieto, mi maestro y amigo
sumergirse en su tiempo en su espacio  en eso que implica su dimensión interna su
dimisión externa
comprender o siquiera rozar su habla su ensimismamiento su nostalgia su soledad y  
la cotidianidad de la nada y del todo
desentrañar y entrañar los hilos que tejen su memoria su recuerdo su búsqueda en la
añoranza en la orfandad  en la distancia
externar la voz que habla desde su interior  desde sí mismo desde su neurosis desde
ese decir que forma y transforma lo humano lo urbano lo vano  la sociedad que se fragmenta se desfasa se desgasta frente al caos político social cultural
percibir la angustia la ausencia la destrucción el aniquilamiento desde su mirada y su
decir caribeños y sin embargo latente el sarcasmo el humor lo musical que le caracteriza
¿será el habla guayaquileña que aún mantiene?
¿el habla de las regiones del sur de México donde se ha asentado?
o es la música afrocaribeña que le habita la salsa que lo mueve y lo conmueve
aceptar lo popular no en el sentido del lenguaje sino en el acercamiento con lo que le
rodea
decir del pueblo que transita de la comunidad que visitadelo cotidiano en el ir y
venir en microbús o a pie por el centro por las calles de esta Villahermosa que dice siente piensa y que desde su muy particular tono nos cuenta
saber que el Eros y el Tánatos le rondan
por eso habla del cuerpo
un cuerpo que toca con goce aunque casi presiento sin ánima

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Foto de Fernando Nieto Cadena, cortesía de Elizabeth Meza García