...................................................................

_portada-baja.jpg Sueño del ojo y del espejo
Saúl Yurkievich
FCE
México, 2013

 
.....................................................................

No. 67 / Marzo 2014


 

Sospecha

Los Arcontes no ven.
No nos ven.
Enceguecidos por el resplandor
van todos desorientados
                               como nosotros
sin rumbo van
                     como los hombres
sujetos al tiempo de la precariedad
también desaparecerán
se perderán en el olvido cósmico.

¿Dónde los mirlos
dónde los rocíos
el leve el trémulo sauce
entre trigales el camino
¿DÓNDE?

Videntes y no visibles
los Arcontes cejan, están cegados.
A tientas van
                     como los humanos
se encenagan.

¿Cuál es la anchura del decir
cómo ensanchar el entender?

Teniente a Dios
no soy quito de mal
y con suciedad me untan.

Cuero y carne
                     mi vestidura
con la carcoma en derredor
la Su mezquindad.
Trabajosas las noches
me estremezco
se sobrecoge mi vislumbre.

¿Dónde los sones
dónde los dones
y los advenimientos?

De la casa del lodo eres
tierra es tu avenencia
y en el polvo
                  está
tu fundamento
tu tumbadero.

Los Arcontes ¿desde cuándo?

Desmontado
como ciclista que lleva
su bicicleta con la mano
me apeo
me allano.

¿Matar a Dios
para que no nos separe de los hombres?

Sometido estoy
a una persistente espera:

no veo el fin.



¿Dónde el sentido?


Tal el límite
de lo que no sabemos
pero apabulla
el límite de nuestra presencia
donde el presentimiento abisma
fuera de alcance
imágenes sin lengua
sin cuerpo ni cuenta
el movimiento unánime y discorde
bordeando lo inconmensurable
la cadencia sin regla
la mezcla de espesores
intrusión de una substancia en otra
inaudibles vibraciones de materias tensas
concitando por concordancias de distinto orden
figuras de formas fugitivas
el remolino que la figura
intenta contener
puntos de intensidad dispar
universo: ¿dónde el sentido?


 

 

 

 

Leer reseña...