No. 67 / Marzo 2014


Fernando Nieto Cadena


Por
Juan de Jesús López
 

Al terminar de leer la antología personal Duro con ella de Fernando Nieto Cadena, me quedaron en claro dos cosas: La primera es, y no conozco a muchos poetas, que mantiene siempre en concordancia su disposición ante la vida, entendida como una actitud frente al tiempo que le tocó en suerte vivir, y su disposición ante la literatura, pensada como ordenamiento estricto de las palabras, una y otra se refieren o más bien se nutrician sin sustituirse, vive como escribe, escribe como vive: al día. Como quien dice, diarista de la vida ajena y cronista de los tiempos íntimos, poeta que es como decir amante, poesía que es como decir esa mujer…

Duro con ella es un rastro afectivo y por lo tanto es difícil hablar de la poesía de Fernando Nieto sin hablar de la vida, porque hay un entrecruzamiento de sentidos entre lo que dicen las palabras y lo que ocultan. Pero también, Duro con ella es una tramazón de los nudos esenciales del proyecto creador de Fernando Nieto.

Pese a que lo conozco desde hace años -asistí a cuanto taller literario o curso sobre teoría literaria impartiera en Villahermosa-, pese a que conozco algunos de sus libros publicados. Y pese a que durante varios años me ha dado a leer consecutivamente su último libro inédito, digo, no tenía una idea general sobre su obra hasta que leí esta antología que trasluce sus veinticinco años de oficio.

De los nudos de esa tramazón sobresale lo que a falta de mejor descripción apunto como poema narrativo-cinético, esto es, por el verso largo y las imágenes que se sobreponen. La definición de esa variedad de poema extenso la puedo ilustrar mejor con  lo que alguna vez mi abuelo me dijo cuando leíamos el poema California Dancing Club, “ese cabrón escribe como si estuviéramos viendo un cuento”.
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Poesía de las apetencias con tono parroquial, que no busca la irreverencia sino la secularización simbólica y popular que tiene años gestándose, condensación lírica fervorosa. Sospecho que se trata de la misma intención y pero con otra circunstancia. Creo que las libertades en los dominios del erotismo contemporáneo padece los mismos riesgos de las novedades de nuestra sociedad de medios y consumo, se vuelve costumbre inane, la sociedad está frivolizando la capacidad revolucionaria del erotismo y Fernando Nieto ahora nos lo recuerda zarandeándonos con sus poemas, recordándonos que tras la sobreinformación está la dosificación, el vértigo y la mecanización amorosa.

Encontrarse con la antología Duro con ella, es de entrada por el título mismo, enfrentarse a una constante erotización de la vida, vista y vivida, por eso, Duro con ella es una publicación que se agradece como lector y como homenaje a una vocación insobornable, de cada día.



Foto de Fernando Nieto Cadena, cortesía de Juan de Jesús López.