......................................

fragilestrofeos.jpg

La Universidad Desconocida
Roberto Bolaño,
Anagrama (colec. Narrativas hispánicas), Barcelona, 2007

 

.......................................

Un final feliz

Qué tiempos aquéllos, cuando vivía con mi padre y no veía la
televisión. Las tardes eran interminables en la Colonia Tepeyac,
cerca de la Villa, exactamente a dos cuadras de la Calzada de
la Villa. Tardes dedicadas a traducir a los poetas franceses de la Generación Eléctrica, sentado en la cama, junto a la ventana
del patio de cemento. Las palomas que mi padre se comía los
domingos, cantaban, es un decir, los jueves y los viernes, y en-
sanchaban la zanja. ¡Las palomas en el palomar de cemento! ¡Y
sin el zumbido de la televisión!

Un final feliz                                
En México
En casa de mi padre
O de mi madre
Un minuto de soledad
La frente apoyada
En el hielo de la ventana
Y los tranvías
En los alrededores
De Bucareli
Con muchachas fantasmales
Que se despiden
Al otro lado de la ventana
Y el ruido de los automóviles
A las 3 a.m.
Y los timbres
Y los pasajes de azotea
En México
con 21 años
Y el alma aterida
Helada


Homenaje a Tin Tan

Cuando hayamos muerto y nuestros gusanos sean como Tin Tan,
Resortes y Calambres en la película extendida como una manta
sobre la Ciudad de México y las lavanderas cuneiformes y los
gangsters cuneiformes se persignen en el altar de nuestra
cinematografía, ¡Tin Tan, Resortes y Calambres en el Estudio
Churubusco de nuestros corazones rotos! ¿lo recuerdas?
¿puedes recordarlo todavía?

Tin Tan, Resortes y Calambres
En el final feliz
Buscándose la vida
Y no olvidemos
Ingratos
A Mantequilla
O al amigo de Tin Tan
Marcelo creo que se llamaba
Ni doña Sara García

Homenaje a Resortes

Rostro doloroso, escéptico, apaleado, trasnochado, rostro
sumergido en el bote de orines de las pesadillas, amargo e
    imbécil,
duro como el pellejo de las ratas de Chapultepec, vanidoso
y triste, rostro en las lindes del cero, metálico por dentro,
lleno de ecos propicios a la risa, a su risa, a sus muecas
gratuitas y secretas, rostro de los barrios aéreos de México,
el rostro de Resortes

¿Te acuerdas de Resortes?
El perfecto ciudadano
Del Distrito Federal
Sus muecas atroces
Su risa atroz
Iluminan el camino de mis sueños
Cuando regreso a México
Paso a paso
Siguiendo las huellas torcidas
De las estrellas


Para Efraín Huerta

Quisiera escribir cosas divertidas para ti.
De catástrofes y pequeñas tristezas
estamos hasta el cuello. Nada de imágenes,
tal vez labios, pelos, y una niña que juega
con el maletín de un médico. No sé, Efraín,
qué paisajes decir ahora que estoy pensando
en ti. No sólo tu bondad me ayudó; también
esa suerte de honradez hierática, tu sencillez
al apoyarte en la ventana de tu departamento
para contemplar, en camisa, el crepúsculo
mexicano, mientras a tus espaldas los poetas
bebían tequila y hablaban en voz baja.

 


Leer reseña...


{moscomment}