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No. 72/ Septiembre 2014




Martín Gambarotta

(Buenos Aires, 1968)



Gran Turismo

El dinero ardía en las manos o las
manos eran dinero ardiente
los secuenciadores emitían pulso
muros de acoples, las fórmulas
algebraicas servían incongruencia
en cantidades pantagruélicas, los momios
regurgitaban su asco.

El jarabe se mezclaba con el jarabe
el pan se hacía con el pan
se fundaban ciudades
donde hubo ciudades
la crueldad era matemática
o la matemática era crueldad
cuadruplicada por su frío.

Los compañeros de March no me querían
ver más, se preguntaban entre ellos qué fue
del chimpancé que fumada en la película
el Mapocho corría como un río de cerveza
luxando todo lo que se interponía a su paso
bajo un mismo cielo intacto todo era pugilato.






No quieren verte hacer rotar
a toda velocidad un globo terráqueo
para detenerlo en seco con el índice ni
después soportar tener que verte teorizar
con los sesos que atesora tu testa en llamas
sobre un país señalado al azar, se podría
decir que directamente no pueden verte
sellar un pacto con la dureza de la nuez
que todo hombre lleva adentro
se podría decir que no quieren ni verte
pero no es así, dulce cabroncito, no es así
a ver si lo entendés de una buena vez
lo que quieren es verte muerto.






Pasando microbuses de supergrupos en gira
marineras lunares al volante de cupés Gran Turismo
letreros que a esa hora nocturnal remitían al suajili
concentraciones de equipos de póker, salones de danza
coyunturas zumbantes, restaurantes de tuna rojo
chaparral tras chaparral tras chaparral
y lo que parecía ser una seguidilla de gran rex
refulgiendo en el horizonte como herrumbradas galaxias
viejas o naves espaciales que cayeron a tierra ardiendo
luego de prenderse fuego en medio vuelo para terminar
ofreciendo al cielo un juego de luces anaranjado
llegué al punto donde debían abrirse en simultáneo
todas las flores níveas del cerezo, y danto tres
golpes de bastón en el suelo pregunté
hacia dónde.
Entonces Hu Hintao
señaló los estandartes negros flameando
en las colinas de Diciembre
y dijo, hacia allá.