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US Latino Poets en español
Por Xánath Caraza

Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum
 


Melinda Palacio es una poeta que emana comentario político en sus versos. Palacio está constantemente preocupada por las reformas migratorias en los Estados Unidos, sus poemas y su narrativa lo confirman.
He tenido la oportunidad de conocer en persona a Palacio, de compartir el escenario con ella en más de una ocasión, y de ser ambas, entre otros escritores, contribuidoras en La Bloga, y una de las constantes en Palacio es la pasión por el tema migratorio. Denuncia las injusticias en las que viven los migrantes, o los sueños inocentes que llevan a muchos a los Estados Unidos.  Nunca deja de tomar en cuenta a los invisibles de la sociedad en su poesía y se asegura de que salgan a la luz entre sus líneas. No tener miedo, porque lo hay en algunas ocasiones, es lo que se ve en la poesía de Palacio. Se arma de valor y dice lo que se debe de decir con imágenes accesibles para todos, que nos permiten relacionar la poesía con una situación de injusticia social.

No. 72 / Septiembre 2014


US Latino Poets en español
Por Xánath Caraza

Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum
 

 

 

Melinda Palacio creció en el sur de Los Ángeles y ahora vive entre Santa Barbara, California y Nueva Orleans, Louisiana. Tiene dos maestrías en literatura comparada de la Universidad de Berkeley y de la Universidad de California en Santa Cruz. Escribe una columna para La Bloga y es mentora en un programa de maestría en línea de la Universidad de Arkansas en Monticello.

Palacio recibió en 2007 un reconocimiento del PEN Center USA como una Emerging Voices Fellow y en 2009 fue una Poetry Alum de la comunidad de escritores de Squaw Valley. Sus relatos y poemas han aparecido en las siguientes publicaciones, entre otras, Askew Poetry Journal, Border Senses, Black Renaissance/Renaissance Noire, Buffalo Carp, Latinos in Lotusland: An Anthology of Contemporary Southern California Literature, Maple Leaf Rag III and IV: An Anthology of Poems, the Naugatuck River Review: Narrative Poetry That Sings, New Poets of the American West: An Anthology of Eleven Western States, Oranges and Sardines Poets and Artists, PALABRA: A Magazine of Chicano and Latino Literary Art, Pilgrimage Magazine, Quercus Review, Strange Cargo: an Emerging Voices Anthology 1997-2010, San Diego Poetry Annual 2010-11,
the San Pedro River Review, Squaw Valley Review, Front Porch, Blue Lyra Review,
the Double Dealer, Southern Poetry Anthology IV: Louisiana,
y próximamente en Miramar.

Su plaqueta, Folsom Lockdown, obtuvo el primer lugar para el Premio Sense of Place
que organiza Kulupi Press en 2009.

Palacio es también autora de la novela, Ocotillos Dreams (ASU Bilingual Press 2011) y recibió el Mariposa Award para mejor primer libro en el 2012 International Latino Book Awards y un 2012 PEN Oakland-Josephine Miles Awards por Excelencia en Literatura. Su poemario, How Fires Is a Story, Waiting (Tia Chucha Press 2012) fue finalista de los premios Binghamtom en 2013, que organiza la Universidad de Milt Kessler, y del Premio de Poesía Patterson también de 2013. Palacio recibió Primer Lugar en Poesía en el 2013 International Latino Book Awards en el Instituto Cervantes en Manhattan. Recientemente su poemario fue finalista para el Rita Dove Poetry Award.

Melinda Palacio es una poeta que emana comentario político en sus versos. Palacio está constantemente preocupada por las reformas migratorias en los Estados Unidos, sus poemas y su narrativa lo confirman.

He tenido la oportunidad de conocer en persona a Palacio, de compartir el escenario con ella en más de una ocasión, y de ser ambas, entre otros escritores, contribuidoras en La Bloga, y una de las constantes en Palacio es la pasión por el tema migratorio. Denuncia las injusticias en las que viven los migrantes, o los sueños inocentes que llevan a muchos a los Estados Unidos.  Nunca deja de tomar en cuenta a los invisibles de la sociedad en su poesía y se asegura de que salgan a la luz entre sus líneas. No tener miedo, porque lo hay en algunas ocasiones, es lo que se ve en la poesía de Palacio. Se arma de valor y dice lo que se debe de decir con imágenes accesibles para todos, que nos permiten relacionar la poesía con una situación de injusticia social.

Palacio no deja de lado lo personal en su poesía. Habla de situaciones dolorosas que exorciza, valientemente, al plasmarlas en la hoja de papel. Describe con certeza galerías que nos llevan hasta ese momento en el que a ella, le tocaron la piel. 

Para esta ocasión he seleccionado los poemas, Día de la Independencia, En los Esteikes Senaikes y Bailar con el fantasma de El Zorro, de su poemario, How Fireis a Story, Waiting.

 

Día de la Independencia

Las estrellas de mi país
brillan azules en su bandera rayada
blanco con rojo de sangre ajena.

el aire de mi país es dulce de leche
mezclado con sal de mar y sudor,
trabajo de gente invisible,

inmigrantes nacidos en Aztlán
buscan allá, donde mi país
cambia nombre.

niños con lenguas moradas,
uva en sus raspados,
juegan inocentes a indios y vaqueros.

 

En los Esteikes Senaikes

En los Esteikes Senaikes barren dinero, Tía.
Mijo, no barren nada.
O, ¡sí tía!
Ya me voy a los Esteikes Senaikes.
Me pongo mis Levis y le doy un abrazote
a Mickey Mouse.
Tía, ven conmigo.
Bautízate en el Río Bravo
Nos vamos a hacer millonarios, Tía
En los Esteikes Senaikes

 

Bailar con el fantasma de El Zorro

Mi padre está en prisión.
Baila con el fantasma de El Zorro y el de todos los Don Juanes y Romeos
indeseados del mundo. Lleva un sombrero panameño imaginario
para hacer juego con su infecciosa sonrisa panameña.

Se para derechito en frente de su litera desnuda, lleva a su país
como una cruz de oro y grita,
Soy de Panamá. Su voz retumba más allá de las rejas de hierro.
Soy de Panamá. No soy de aquí.

El ser un hombre exótico de Panamá reduce su sentencia
a nueve años en la prisión de Folsom por un crimen de pasión y estupidez.

Es muy tarde para sobrepasar la ley con ojos angelicales y orgullo panameño.
Encerrado por estar loco y sin sus medicamentos
bate una espada como El Zorro, saca un arma como Zapata bajo un sombrero de ala ancha.
Su último naipe no es suficiente para mantenerlo en casa y en libertad condicional.

¿Cómo hablo con el lunático carismático, mi padre,
el criminal con el gen psicótico y la enredada barba de gitano?

Como Don Quijote, mi padre lucha contra molinos de viento en la noche.
Tony Tramposo, de pelo chino, pasó una pieza de metal
en su calcetín para proteger su piel color café.
El golpe como una estrella fugaz. Él nunca conocerá su propia fuerza.

Con sus enemigos alejados de la púrpura noche, mi padre escribió poesía.
Su carta de despedida a su hija una fábula de una tortuga y una liebre.
Aislado en la zona más oscura por su truco del calcetín, seis meses en el hoyo,
Anidado como el Hombre de la máscara de hierro que sueña con la luz,
duerme, papá, duerme.