No. 72 / Septiembre 2014



Soledades: un recorrido sonoro por Góngora


Por Diego Espíritu
@espiritudiego
 

 

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Foto: Gabriela Castelán.
Curada por Fernando Vigueras y Cinthya García en la parte editorial, Soledades: lecturas sonoras del imaginario gongorino es un recorrido visual y sonoro a través del poema de Góngora; una exégesis de su complejidad estética a través de la experimentación sonora. La exposición toma el tercer capítulo de la serie de Soldades.

Antes Soledades. Edad es sol y Soledades. Aislamientos múltiples, conformaron la primera y segunda parte del proyecto. En Soledades: lecturas sonoras del imaginario gongorino se culmina con un recorrido, a modo de homenaje a Góngora a 400 años de la publicación del poema, donde la capacidad sonora es llevada al máximo.

En esta última parte participan Juan Pablo Villla, Rodrigo Ambriz, Mónica Nepote, Llorenç Barber, Ricardo Castillo, Jaap Blonk y Ute Wassermann. Cada uno aporta desde su trinchera creativa, su interpretación del texto clásico. Juan Pablo Villa y Rodrigo Ambriz, ambos mexicanos, hacen mancuerna en un concierto cuadrafónico en el que en dos pares de bocinas, se escuchan fragmentos e improvisaciones de los artistas. En palabras del curador la pieza es el "magma primigenio que acaece antes de la palabra (…), una instalación cuadrafónica que se activa o desactiva según se transite por ella". El resultado es puro balbuceo: palabra que apenas se enuncia y que se desvanece.

No hay fragmento del poema que no se haya abarcado mediante la voz o el sonido que se gesticula. Cada sílaba se ha traducido por alguno de los artistas. Destaca la participación del poeta tapatío Ricardo Castillo y de la poeta Mónica Nepote. Cada uno logra su muy particular acercamiento a Góngora, con el cuerpo, con la palabra trastocada.

Cinthya García comenta que "la pieza de Ricardo es un trabajo plenamente con la forma. (…) Las posibilidades de traducción [del poema] están a nivel conceptual."

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Foto: Gabriela Castelán.




















Fernando Vigueras agrega que "la lectura que hace [Ricardo Castillo] del poema de Góngora es bastante peculiar. Toma un par de versos de la introducción −la dedicatoria al duque de Béjar−, y nos propone una lectura, de entrada, convencional, pero cuando lo escuchas y atiendes al proceso desde la parte sonora de estos dos versos, te das cuenta de la profanación que genera. Lo que hace Ricardo es desordenar cada sílaba de la dedicatoria pero respetando la entonación de los acentos". De la misma forma, la pieza de Mónica Nepote es una "disertación con su experiencia de la voz". Es "la sonoridad de la voz y no necesariamente la significación de este discurso". Cinthya nos revela que "la historia de esta pieza es interesante justo por estos desplazamientos. Hay un libro con este poema, que materialmente está dispuesto de una forma muy específica para que sea leído como una especie de pergamino, para salir de su continuidad, circularmente."

Sin anacronismos estéticos, el diálogo entre las piezas no es sino una relación estrecha entre las poéticas de los participantes. El recorrido sonoro evoca una narrativa propia que se materializa en la forma en que el espectador experimenta las piezas. El orden es básico pero no imprescindible: lo único inamovible acá es la palabra.

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Foto: Gabriela Castelán.




















Concentrados no solo en la musicalidad de lo barroco, el cuerpo y el lenguaje enfocan desde una perspectiva contemporánea el contenido y los significados del poema. El significante muta, se transforma. El sonido es el receptáculo del sentido. El poema se alza como un cuerpo sonoro cuyo vocabulario es cada ruido armónico. Así lo atestiguamos en las piezas de Ute Wassermann, de Jaap Blonk y de Llorenç Barber. Fernando nos comenta que en el caso de la artista proveniente de Berlín, Ute "desarrolla un discurso a partir de técnicas vocales no convencionales (…): la idea del canto de los pájaros como una forma de lenguaje sublimado. Forma de comunicación que en sí misma, nos rebasa." Así, aunque la pieza fue pensada inicialmente como un registro sonoro, terminó siendo un ejercicio visual, gracias a la ayuda del artista Carlos Sandoval, quien plantea también un discurso.

"[Fue] interesante proponerle a Jaap una libre versión de algunos fragmentos de los poemas de Góngora (…) Nos parecía atractivo desde el nivel gestual. Una pieza donde pudiéramos ver a Jaap con esta suerte de gesto y traduciendo esta dimensión sonora del poema que se refleja en la cara, en las manos" comenta Fernando al respecto de la pieza del artista holandés. Finalmente, Llorenç Barber, músico, compositor, teórico, musicólogo y artista sonoro español, desarrolla una pieza en la que el discurso se va trastocando hasta tornarse un sinsentido sonoro. La velocidad impulsa cada palabra a lo indecible; la somete al ímpetu centrífugo.

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Foto: Gabriela Castelán.




















Desde el balbuceo del lenguaje hasta un complejo entramado de sentidos y significados, la traslación sonora del poema trasciende el puro espejeo semántico: las piezas no son una traducción fiel del poema. El artista es libre de interpretar la palabra gongorina. En Soledades: lecturas sonoras del imaginario gongorino la retórica barroca se traslada a la manifestación de un lenguaje que ya está, de una u otra forma, en el poema. Lo oculto del poema, sus vericuetos más profundos, adquieren una dimensión inédita, novedosa en muchos sentidos. La exposición, pues, no es una simple ilustración de la intencionalidad poética de Góngora. Cuando la poesía linda cada vez más con una frontera plástica y las definiciones se derriban, dando pie a una libertad inusitada en el ámbito poético mexicano, Soledades: lecturas sonoras del imaginario gongorino ofrece un enfoque saludable para repensar el quehacer poético. Se trata de otro salir-de-la-página que nos deja llevar hacia donde la imaginación nos lo permita. El poema ya no solo se lee, también se mira. Sale de sí mismo para ser escuchado. Soledades encuentra su fuente creativa en sí mismo y lo trasciende, a su manera, con el diálogo de estos artistas y sus piezas, lo trasciende en la correlación misma de la dimensión sonora del lenguaje.



 


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Foto: Gabriela Castelán.


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Foto: Gabriela Castelán.



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Foto: Gabriela Castelán.



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Foto: Gabriela Castelán.


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Foto: Juan Pablo Villa.


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Fotograma: Vimeo.


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Fotograma: Vimeo.


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Fotograma: Vimeo.