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No. 72 / Septiembre 2014



Magnus William-Olsson

La era digital fue un periodo difícil para la poesía de muchos maneras.* Sufrimos ya una verdadera y profunda crisis de atención, por razón del universo informático que nos presentaba el internet. Aprendimos a “navegar”, “googlear” y muchas otras cosas que resultaron en un malgastar de nuestro recursos limitados de atención**. Ahora, en la era post-digital, conocemos mejor. Sabemos disfrutar las fuentes, tanto en la red como en papel, que nos ofrecen la poesía en formas que sirven para nuestras reivindicaciones de la atención lingüística más alta, la que requiere la poesía. Para mí el Periódico de Poesía es una de las fuentes principales para poesía en la red. Edición cuidadosa. Poetas siempre interesantes, tanto internacionales como nacionales. Entrevistas y ensayos buenísimos. Un verdadero tesoro para poetrylovers.
 


* La era digital duró más o menos entre 1995 hasta 2008.
** Aunque hemos aprendido leer un poco más rápido, todavía no podemos leer más que antes de la digitalización, unas cien páginas cada día. Toda la diferencia depende del acceso de la sobreabundancia.