No. 74 / Noviembre 2014



Frida sigue ahí


Por Mariella Nigro

Vi por primera vez un cuadro de la artista mexicana Frida Kahlo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en los años ochenta. Años después, el destino hizo que me reencontrara con su obra, y comencé a explorar su universo a través de la poesía, con un poema de varias páginas que luego se transformó en un libro de más de cincuenta poemas: Impresionante Frida. Poemario al óleo.

Al mismo tiempo, comencé una investigación más reflexiva de su obra y su mundo, a través del ensayo Dolor de espejos (Apuntes sobre el arte de Frida Kahlo), en el que desarrollé algunas reflexiones sobre una poética del cuerpo y el vestido en su pintura.

Desde el inicio no me interesó el mito formado en torno a la persona de Frida, sino su impresionante obra y la huella que dejó en la historia de México y del mundo.

Tanto en el poemario como en el ensayo, mi aproximación a su arte fue desde el venero de mi poesía, un diálogo entre trazo y palabra, otro juego de espejos y desdoblamientos, un sueño frente a otro sueño, haciendo fe en la correspondencia entre la pintura de Kahlo y mi mirada. Y lo hice al borde del abismo de su tiempo y de su espacio: al sur de su América, al final de su siglo.

Impresionante Frida fue mi primer libro édito, y con el paso del tiempo advertí que me determinó una línea de pensamiento y una poética con epicentro en el cuerpo: el cuerpo y su asiento en la palabra, el cuerpo en el cruce de la poesía con la imagen plástica, el cuerpo frente a la cuestión del tiempo y el espacio.

En julio se cumplen sesenta años de su muerte; una vez más vuelvo a las imágenes de su pintura y retorno a la empatía que una vez me inspirara: yo también con la luz rosa que llegaba rota hasta mi silla, temblándome algo bajo el trapo de la piel... Aún siento el agua venida al conjuro de los tlaloques, el estruendo de los tambores de entonces, el viento que levantaban los coletazos de Quetzalcoátl.

Y Frida sigue ahí, como su vestido.

Mariella Nigro, febrero de 2014
Montevideo, Uruguay





Frida Kahlo: