No. 74/ Noviembre 2014


 
 

AMELIA BIAGIONI
(1922-2000)

 

Nació en Gálvez, provincia de Santa Fe, y murió en Buenos Aires. Fue una figura literaria extremadamente discreta y persistente, cuyo lenguaje lírico sedujo a los editores que publicaron su obra poética póstumamente. Obra: Sonata de soledad (1954), La llave (1957), El humo (1967), Las cacerías (1976), Estaciones de Van Gogh (1984) y Región de fugas (1995). La  Poesía completa se publicó en 2009.

LA LLOVIZNA

 

Yo, con la vaga frente en la balada
y el talón en el musgo de los siglos,
yo, que inventé el otoño lentamente
y gris y lentamente soy su vino,
yo, que ya agonizaba cuando el hombre
me amó para nombrarme “la llovizna”,
yo, que cruzando su durar lo nublo
de eternidad y de melancolía,
yo, que debo medir la soledad
entera, y desandar todo el recuerdo
y más, y gris y lentamente el día
señalado asperjar el fin del tiempo,
yo, a veces, mientras limo tristes mármoles
y herrumbro amantes, pienso que en la tierra
no existo, que tan sólo voy cayendo,
así, de la nostalgia de un poema.

BOSQUE

 

Mi sombra
mi pasión
mi razón
mi relámpago
me dijeron
que hay en el universo cuatro hambres.

Mis hambres
me gritaron
que el universo no se calma con gemidos
sino con actos.

Mis actos
me mostraron
que el universo es un oscuro claro andante bosque
donde todo movimiento es cacería.