No. 74/ Noviembre 2014


 
 

JUANA BIGNOZZI
(1937)

 

Formó parte del grupo poético “El pan duro”, creado por Juan Gelman en 1955. Residió en Barcelona desde 1974 a 2004, donde trabajó como traductora del francés y el italiano. Sus libros de poemas incluyen  Los límites (1960), Tierra de nadie (1962), Mujer de cierto orden (1967), Regreso a la patria (1989), Interior con poeta (1994), Partida de las grandes líneas (1996),  La ley tu ley (2000, obra reunida), Quién hubiera sido pintada (2001, Antología personal (2009) y Si alguien tiene que ser después (2010).

 

SOY UNA MUJER SIN PROBLEMAS

 

Todos lo saben
y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.
Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida
que no entra en mis planes.
Sin embargo yo sueño por las noches
con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;
yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora
me habla amigablemente del resto del mundo
y de mis múltiples amores, tan simpáticos,
tan apropiados como tema de conversación.

 

LOS GRANDES NOMBRES DEL EXILIO

 

cuando descienden a visitar su metrópoli
en una ceremonia esclarecedora
viejos compañeros convertidos en gloria
aceptan benevolentes libros destinados al olvido
grandes maestros de la confusión
nunca caen en ella
duros maestros de la ironía
dejan el papel de ogro para las más ingenuas
saben, que la historia la desatará la mano
de la que siempre habla

 

LEO SIEMPRE EN LAS POETAS INVOCACIONES A LA MADRE

 

leo siempre en las poetas invocaciones a la madre
y vengo a excusarme a decirte que aún hoy
ya casi en el final
no sé qué protección esperar más que
los mitos que implacablemente me impusiste

leo en las poetas
madre del horror ampárame en tu mundo sin dolor
pero vos marcabas mi vida para la verdad
el desamparo
y yo sólo puedo disculparme y arrepentirme de no haber caído
por miserable
en todos los abismos que soñabas para mí