No. 74/ Noviembre 2014


 
 

Santiago Sylvester
(1942)


Nacido en Salta, vivió casi veinte años en Madrid y, actualmente, en Buenos Aires. Abogado de profesión, ha publicado doce libros de poesía
: En estos días (Salta, La Flauta de Caña, 1963), El aire y su camino (Buenos Aires, Ismael Colombo, 1966), Esa frágil corona (Salta, División de Cultura de Salta, 1971), Palabra intencional (Salta, Ediciones del Tobogán, 1974), La realidad provisoria (1977), Libro de Viaje (Madrid, Libros de Estaciones, 1982), Perro de laboratorio (Buenos Aires, Corregidor, 1987), Entreacto. Poesía 1974-1989 (Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica,1990), Escenarios (Madrid, Ed. Verbum, 1993), Café Bretaña (Madrid, Visor, 1994), Antología poética (Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes, 1996), Número impar (Buenos Aires, Ediciones del Dock 1998), El punto más lejano (Madrid, Ave del Paraíso, 1999) y Calles (Buenos Aires, Ediciones del Dock, 2004). Su bibliografía se completa con un libro de relatos, La prima carnal (Barcelona, Anagrama, 1986) y el libro de ensayos Oficio de lector (Córdoba, Alción, 2003). En 1998 realizó una edición crítica de La tierra natal y Lo íntimo, de Juana Manuela Gorriti; en 2000 publicó El gozante, antología de Manuel J. Castilla; y, en 2003, la antología Poesía del Noroeste Argentino. Siglo XX, publicada por el Fondo Nacional de las Artes. Dirige la colección de poesía Pez Náufrago, de Ediciones del Dock.

 

KANDINSKY COMO UN PRETEXTO

 

Decimos el arte abstracto, por ejemplo,
y después hablamos de un color que crece,
de una línea en movimiento,
de un punto que toca fondo;
y sabemos que detrás de todo eso
existe una seguridad desesperada.

Sin embargo ya no se trata de significaciones
sino de saber qué haremos ocn la perfección
mientras la materia pierde peso,
el orden se contradice
y la armonía nos envuelve con una telaraña equilibrada
que tampoco escapa de la corrupción.

 

LA RÓTULA


De una rótula conozco, sobre todo, la palabra rótula.
No sé qué sabe la rótula de mí, tal vez que hablo solo y
.....duermo de a pedazos,
pero ocurre que nos necesitamos, nos debemos favores, y
.....eso cuenta al hacer el inventario.

Ella es un énfasis entre vocales graves,
yo un peso arbitrario, propenso a caminar sin rumbo.
Ella viene del latín, de boca en boca,
yo vengo de Salta, de tropiezo en tropiezo.
Ella se incrusta como un acorde haciendo fuerza,
yo digo mi opinión: enfermedad sagrada que agradezco a Heráclito.

Y aquí estamos los dos, sin saber el uno
casi nada del otro, pero ambos
capeando el temporal cuando lo premonitorio
habla de una dura década
que ya habrá comenzado,
y el dato de ese cálculo soy yo:
......pieza llena de mañas
......que ha llegado hasta aquí
......gracias a la complicidad de lo que ignora.

 

MADERA Y UNA IDEA BÁSICA

 

Madera y una idea básica es todo lo que se necesita para hacer una mesa.
Una mujer y un hombre para contribuir al momento irrepetible:
ella se asoma a la mirada y reproduce sin saberlo, el primer gesto del primer día de la primera insinuación;
él prende un cigarrillo y, mirando con jactancia el humo, reproduce el primer miedo, la inminencia del primer coraje.
Finalmente, los ojos del que mira: pescador que afirma en el anzuelo ese animal extraordinario que tal vez no merece.