No. 74 / Noviembre 2014



La poesía convoca: VI Festival
de Poesía. Las lenguas de América



Por Elizabeth Castañeda
 

En una Sala Nezahualcóyotl abarrotada principalmente por rostros jóvenes, el pasado jueves 9 de octubre se llevó a cabo la VI edición del Festival de Poesía “Las lenguas de América”. Este Festival, realizado bianualmente, tiene como objetivo difundir la poesía contemporánea escrita no sólo en las cuatro principales lenguas del continente –español, portugués, inglés y francés– sino en la gran variedad de lenguas originarias que pueblan sus territorios.

espacios-2.jpgEn esta ocasión, la velada fue conducida por las poetas Natalia Toledo e Irma Pineda, quienes moderaron el encuentro de doce poetas provenientes de Colombia, Brasil, México, Argentina y Canadá. Asimismo, el evento fue inaugurado por la voz de Miguel León-Portilla, invitado especial, quien señaló la importancia de escuchar y leer poesía, sobre todo en estos, nuestros tiempos.

La dinámica de las lecturas invitaban al diálogo entre lenguas y a un ejercicio interesante de recepción: cada uno de los participantes compartía su obra en la lengua original, para después dar paso a la lectura de su traducción al español. Esta doble exposición era disfrutada de igual manera por los espectadores, quienes reaccionaban no sólo al sentido de los poemas, sino a la música que resonaba en las versiones originales. Se hizo evidente a lo largo de la velada: la poesía habla para todos; su pulso trasciende barreras de lenguaje.

espacios-1.jpgEl primer poeta en aparecer fue el brasileño Salomão Sousa, seguido por el colombiano Hugo Jamioy y la canadiense Sheri-D Wilson. Esta primera triada reveló una constante: la variedad de las voces que serían escuchadas era de un rango considerable, las poéticas de cada creador seguían ritmos y cadencias distintas,  y, sin embargo, encontraban líneas convergentes. Por ejemplo, la oralidad que se manifestaba en la poesía de Jamioy y Wilson, o el humor que compartían Sousa y el poeta colombiano.

El primer poeta mexicano apareció en escena: Isaac Carillo, originario de Yucatán, quien fue seguido por Josephine Bacon, canadiense, y Liliana Ancalao, argentina. Sin duda, uno de los momentos más emotivos fue la lectura de Bacon, cuyo trabajo agitó la sala entera y provocó una ovación de pie.

Posteriormente los poetas Adriana López, Vito Apüshana y Renaud Longchamps recitaron. Tres voces solemnes que coincidieron sosegando el entusiasmo desatado tras las anteriores lecturas. Se anunciaba la clausura de la velada con tres voces mexicanas: Ruperta Bautista, Mardonio Carballo y Antonio Del Toro.

Cierre lleno de contrastes: la voz templada y densa de Bautista frente al jugueteo lleno de erotismo de la obra de Carballo –quien incluso invitó a un saxofonista a acompañarlo; y este mismo ánimo frente al tono sereno de Del Toro. Nuevamente la riqueza poética se manifestaba.

espacios-3.jpgCompartir palabra y voz fue el motivo que convocó a estas doce voces. Y no sólo a ellos, sino a todos los espectadores que disfrutaron las tres horas de lectura. Compartir, dialogar mediante la palabra poética siempre será un motivo liberador, solidario. De ahí que el Festival Lenguas de América convoque, atraiga a un público amplio y diverso, reflejo fiel de la misma riqueza que aparece en el escenario.

Este festival no sólo nos recuerda la fuerza de convocatoria de la poesía, sino también su vitalidad. La poesía sigue cultivándose, en todos los países, en todas las lenguas y voces imaginadas, y no sólo eso, sigue siendo disfrutada y compartida; basta ver la Sala Nezahualcóyotl abarrotada.