La autobiografía de Graham Nash


Música y poesía
Por Jorge Fondebrider

musica-nash.jpgWild Tales. A Rock & Roll Life es el título de la reciente autobiografía de Graham Nash, cantante y compositor de The Hollies y también de Crosby, Stills & Nash (a los que a veces se agrega Young). Si uno les presta atención a las letras y músicas de sus canciones y las compara con las de los otros miembros de este último trío/cuarteto es acaso el menos talentoso ya que, incluso cuando es más osado, siempre persiste un regusto que tiende al jingle.

El libro de Nash, publicado a finales de 2013 por Crown Archetype, de Nueva York (una subsidiaria de Random House), es el tercero que publica uno de los miembros de CSN&Y.

No. 75 / Diciembre 2014-Enero 2015


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La autobiografía de Graham Nash



por Jorge Fondebrider


Wild Tales. A Rock & Roll Life es el título de la reciente autobiografía de Graham Nash, cantante y compositor de The Hollies y también de Crosby, Stills & Nash (a los que a veces se agrega Young). Si uno les presta atención a las letras y músicas de sus canciones y las compara con las de los otros miembros de este último trío/cuarteto es acaso el menos talentoso ya que, incluso cuando es más osado, siempre persiste un regusto que tiende al jingle.

musica-nash.jpgEl libro de Nash, publicado a finales de 2013 por Crown Archetype, de Nueva York (una subsidiaria de Random House), es el tercero que publica uno de los miembros de CSN&Y. El primero Long Time Gone: The Autobiography of David Crosby (1998), escrito a cuatro manos con el periodista Carl Gottlieb, es efectivamente una crónica de la vida del colorido cantante, con especial acento puesto en su prolongada etapa de adicto, su vida en la cárcel y su transplante de hígado. Entonces, quien quiera saber más sobre la música, está frito. Es uno de esos libros que los yankis llaman “inspiradores” y que, pese al calibre de algunas anécdotas, termina comprándole una buena conciencia a uno de los personajes más interesantes surgidos del rock estadounidense. El segundo volumen, Waging Heavy Peace: A Hippie Dream (2012), de Neil Young, ya fue reseñado en esta columna. En la oportunidad dije que se trataba de un pastiche autorreferente, por el cual desfilan unos pocos datos, mechados con páginas y páginas dedicadas a los autos que colecciona Young, sus trenes eléctricos, sus problemas médicos y financieros, y sus alabanzas de Ronald Reagan, lo que produce verdadero asco. Wild Tales es otra cosa. Para empezar, a diferencia de los otros dos volúmenes, es un libro sobre música (al menos dos terceras partes del texto tratan de eso) y sobre un número importante de circunstancias que confluyeron para que la música fuera lo que fue y no otra cosa. Y lo que sorprende es que esa reflexión venga, como se adelantó más arriba, del miembro en apariencia menos talentoso del trío/cuarteto. Lo que nos lleva a pensar, sobre todo a la luz de lo que dicen los otros, que probablemente esa pobreza imaginativa demostrada por Nash en la mayoría de sus canciones se haya compensado constituyéndolo en el catalizador del grupo y, probablemente, en el elemento que mantiene unidos a los otros tres.

Crecido en el seno de una familia obrera de Manchester, padeció la ignominia de ver a su padre injustamente acusado de haber robado una cámara fotográfica que éste le regaló (con la que comenzaría la otra gran pasión de Nash, además de la música). Obligado a trabajar desde muy temprano, junto con su compañero de escuela y compinche Allan Clarke, fundó un trío que, como tantos otros (Simon & Garfunkel, por ejemplo), empezó imitando a The Everly Brothers. Luego llegaron los Beatles y Nash y Clarke fundaron The Hollies, quienes alcanzaron una serie de éxitos en los rankings con canciones que los proyectaron a los primeros planos de la música inglesa de la década de 1960. Más tarde, alcanzadas todas las metas materiales, vino la expansión de la mente a través de las drogas y el deseo de una vida diferente de la de la generación anterior. En desacuerdo con hacer un disco de covers de Bob Dylan, Nash abandonó al grupo, emigró a los Estados Unidos –allí fue donde descubrió el hippismo– y ya en California, gracias a los buenos oficios de su amiga Mama Cass Elliot (la gorda de The Mamas & the Papas), conoció a David Crosby, recientemente expulsado de The Byrds, y a Stephen Stills, que había disuelto a los Buffalo Springfield (donde también tocaba el canadiense Neil Young).

El encuentro de los tres fue, de acuerdo con los testimonios, mágico, y dio origen a uno de los primeros “supergrupos” del rock (por ese entonces, el otro era Blind Faith, con Eric Clapton y Ginger Baker, salidos de Cream; con Stevie Winwood, salido de Traffic, y con Rick Gretsch, salido de Family). Crosby, Stills & Nash (ampliado en algunos números con Young) tocaron en Woodstock y, en paralelo, editaron un primer disco que es uno de los más importantes de la historia del rock, al que ya como cuarteto sumaron otro (Déjà Vu), considerado igualmente trascendente. El concepto de base era (y tal vez sigue siendo) cuatro solistas que se compaginan en dúos, tríos y cuartetos, y que alternan la música acústica con la eléctrica. Así, a lo largo de los últimos cuarenta y cinco años, cada uno de ellos ha editado discos solistas y ha constituido diversas formaciones con los otros miembros del grupo, además de participar en, literalmente, cientos de grabaciones de otros músicos (entre otros, James Taylor, Arthur Garfunkel, Jackson Browne, Jimmy Webb, David Gilmour, Bob Dylan, fundamentalmente Joni Mitchell). De todo esto trata el libro, y también del romance que Nash tuvo con Joni Mitchell (a quien le dedicó varias canciones), de su trabajo con la fotografía, de las causas humanitarias y ecológicas, de política. Su lectura es mucho más que agradable y las muchas fotos que lo ilustran contribuyen a la atmósfera general. Se trata, si se me permite, de una buena lectura para el ocio.