Sobre la Antología general de la poesía mexicana, de Juan Domingo Argüelles‏

 

No. 76 / Febrero 2015


Sobre la Antología general de la poesía mexicana, de Juan Domingo Argüelles‏

 

 


 

Sobre la Antología general de la poesía mexicana (tomo "B") de Juan Domingo Argüelles.

12 de diciembre de 2014

Estimados amigos, queridas amigas:
Les envío la reseña que escribí sobre la Antología general de la poesía mexicana (tomo "B") de Juan Domingo Argüelles. Acaba de salir publicada en la Gazeta del Saltillo. Órgano de difusión del Archivo Municipal de Saltillo, tercera época, año I, número 12, Saltillo, Coahuila, diciembre de 2014, páginas 10-11. (Nota: por una falla en la edición impresa, las cursivas del original son reemplazadas aquí con subrayados de color azul.)

Durante la presentación de la antología en la FIL de Guadalajara, Carmen Villoro me dijo que lamentaba la cada vez mayor escasez de críticos literarios que se ocuparan a fondo de la obra de los poetas. Pues bien, esta es una buena oportunidad para saber si realmente los poetas necesitan del crítico.

A diferencia de otros críticos (¡hola, Chris...!), yo no me creo ni el oráculo de Delfos ni la Infalibilidad Pontificia, así que agradeceré sus comentarios.

Que tengan un bonito día.
Saludos.   
Sergio Cordero

 

Hola a todos: 
leyendo la reseña de Sergio he decidido mandarles lo que publiqué hace unas semanas en un diario local de Baja California y en el entendido que fue un recuento de la antología de Juan Domingo hecha para el público bajacaliforniano, norteño, fronterizo, pero que creo indaga en algunos de los temas de la reseña de Sergio, espero les interese,

Saludos cordiales de su amigo 
Gabriel Trujillo Muñoz desde Mexicali.

 

En un medio en el que no estamos acostumbrados a hacer crítica ni a argumentar opiniones, es inevitable que broten sarpullidos y zarzaparrillas. A mí me parece que la nota de Sergio Cordero, a la que ya puse mis reparos, tiene cosas que están bien, y que no se trata de descalificarla sino de apuntar hacia lo que abre, o a lo que deja fuera, como de hecho está pasando, en las dos siguientes reseñas, que no hubiéramos conocido si no es por la iniciativa de Sergio. Mi propuesta no es discutir la antología de Juan Domingo, sino subir la discusión sobre la poesía en México al PdP, ampliar lo que sabemos sobre ella, y de paso subir el nivel de la discusión. Y si decimos cosas que a alguien no le guste o le moleste, pues discutámoslo, sin desgarrarnos demasiado las vestiduras. 

Incluyo una reseña que acabo de leer, de Michael Hofmann, uno de los mejores poetas, traductores y ensayistas en inglés, en la que hace pedazos la novela ganadora del Booker Prize, y que ha recibido múltiples, y posiblemente merecidísimos elogios. Quizás la nota es injusta, quizás está equivocada, pero qué bueno que se escriben cosas así. Permiten que se discutan los libros, no que asintamos adocenados a lo que nos dicen que es bueno o que es malo. Perdón por no traducirla.
En febrero empezamos a subir el material. Si les parece, pondremos las opiniones abajo de las reseñas a las que se refieren. Incluyo a Ana Franco en esta cadena de salvavidas de colores y sabores.
Abrazos,
Pedro Serrano
http://www.lrb.co.uk/v36/n24/michael-hofmann/is-his-name-alwyn

 

Estimado Sergio, muchas gracias por tu reporte, se antoja que debió de ser más profundo, y no estoy muy de acuerdo en tus planteamientos, superficiales y hechos a la ligera. Me parce que JDA es bastante honesto y paradigmático, lo cual se puede deducir a partir de su prólogo amplio y claro. Se trata de una muestra, nada más. Quizá me hubiera parecido acertado de tu parte, explicar, ¿por qué JDA no se incluye en su propia antología. Octavio Paz, José Emilio Pacheco o Gabriel Zaid no se incluyeron en las antologías consabidas que citas? ¿Esa es la tendencia?  

Como poeta nacido en el año de 1958, a mí no me molestaría en nada leer poemas suyos en el grupo de autores antologados, dentro del grupo integrado por José Ángel Leyva, Fernado Ruíz Granados, Francisco Segovia, Marianne Toussaint, Gabriel Trujillo Muñoz y Carmen Villoro, con meritísimo derecho.

Yo siento esta obra de Argüelles bastante alejada del "cuatismo" que priva en el ambiente de los poetisos y poetisas del país. De allí los premios que se repiten a los mismos concursantes, con los mismos jurados, cuyos autores siempre publican sus obras en editoriales de sus mismos cuates, y así, hasta el cansancio. En este sentido esta antología viene a abrir un poco ese espacio a autores marginales que deben de ser leídos. ¿No crees? Te paso al costo un chistorete al estilo del malogrado maestro Juan José Arreola, que un día escuché salido de sus labios: Hablaba de dos personajes (siniestros de la literatura): Melés y Teleo; ambos han creado un ambiente irrespirable para la buena marcha del quehacer literario trascendente.
Cuando citas las obras de JDA lo haces con tendencia maniquea.
Te endoso algunos datos.
Juan Domingo Argüelles (Chetumal, Q. Roo, 1958), 

Biografía
Estudió lengua y literatura hispánicas en la facultad de Filosofía y letras de la UNAM. Ha sido coordinador de publicaciones periódicas de la Dirección General de Publicaciones de CONACULTA, y subdirector de la revista Tierra Adentro. Es columnista de temas culturales en los diarios El FinancieroEl Universal y La Jornada. Colabora habitualmente en las revistas Libros de MéxicoQuehacer Editorial y El Bibliotecario, revista de la Dirección General de CONACULTA.[2]
Poesía

  • Yo no creo en la muerte (Práctica de vuelo, 1982).
  • Poemas de invierno (UNAM, 1983).
  • Merecimiento del alba (Gobierno de Campeche, 1987).
  • Como el mar que regresa (Universidad Veracruzana, 1990).
  • Canciones de la luz y la tiniebla (UNAM, 1991).
  • Cruz y ficciones (La Tinta del Alcatraz, 1992)
  • Agua bajo los puentes (CNCA, 1993).
  • A la salud de los enfermos (Joaquín Mortiz-INBA, 1995).
  • Animales sin fábula (UNAM, 1996).
  • Piedra maestra (Ediciones Arlequín, 1996).
  • La última balada de François Villon (UNAM, 1998).
  • Todas las aguas del relámpago. Poesía reunida, 1982-2002 (UNAM, 2004).
  • Pero no odas (Ediciones del Ermitaño, 2011).

Antologías y ensayos

  • Quintana Roo una literatura sin pasado (CNCA, 1990).
  • Escribir cansa. Brevísimo diccionario del hastío cultural (Gobierno del Estado de Jalisco, 1996).
  • Diálogo con la poesía de Efraín Bartolomé (Instituto Mexiquense de Cultura, 1997).
  • Dos siglos de poesía mexicana: Del siglo XIX al fin del milenio (Océano, 2001. ISBN 970-6514-88-2).
  • Antología general de la poesía mexicana: De la época prehispánica hasta nuestros días (Océano, 2012).

Ensayos dedicados al libro y la lectura

  • ¿Qué leen los que no leen? (Paidós, 2003. ISBN 968-853-522-2).
  • Leer es un camino (Paidós, 2004. ISBN 968-853-582-6).
  • Historias de lecturas y lectores (Paidós, 2005. ISBN 968-853-608-3).
  • Ustedes que leen. Controversias y mandatos sobre el libro y la lectura (Océano, 2006. ISBN 970-7772-31-1).
  • Antimanual para lectores y promotores del libro y la lectura (Océano, 2008. ISBN 970-7772-31-8).
  • Del libro, con el libro, por el libro... pero más allá del libro (Ediciones del Ermitaño, 2008 ISBN 978-607-7640-05-9).
  • Si quieres... lee. Contra la obligación de leer y otras utopías lectoras (Fórcola, Madrid, 2009. ISBN 978-84-936321-1-3).
  • La letra muerta. Tres diálogos virtuales sobre la realidad de leer (Océano, 2010. ISBN 978-607400275-1).
  • Escritura y melancolía. Un viaje a la depresión (Fórcola, Madrid, 2010.ISBN 978-84-15174-02-8).
  • Estado educación y lectura. Tres tristes tópicos y una utilidad inútil (Ediciones del Ermitaño, 2011. ISBN 978-607-7640-51-6).
  • Escribir y leer con los niños, los adolescentes y los jóvenes. Breve antimanual para padres, maestros y demás adultos (Océano, 2011. ISBN 978-607-400-425-0).
  • Estás leyendo... ¿y no lees? (Ediciones B, 2012. ISBN 978-607-480189-7).
  • La lectura: Elogio del libro y alabanza del placer de leer (Fondo Editorial Estado de México, 2012. ISBN 978-607-495-206-3).

Premios

¿Qué es una reseña literaria?
Una reseña literaria es una presentación oral o escrita de la opinión de un crítico sobre una obra, justificada con hechos a incidentes específicos (pasajes) de la pieza en cuestión.
Su propósito principal es dejar saber si vale la pena leer el libro que está en discusión. Independientemente si el lector ha leído la obra, el autor de la reseña debe incluir alguna información sobre el contenido, sin olvidar nunca que el objetivo de la reseña es una presentación de la opinión del crítico literario.
La reseña no debe confundirse con un reporte. Un reporte es completamente comprensivo. Se limita a una presentación totalmente objetiva de hechos: título, autor, género, precio, datos relacionados con la publicación, condiciones bajo las cuales la obra fue producida, construcción de los hechos, ilustraciones presentadas, etc...
Preparación para hacer una reseña literaria:
Todo crítico debe seguir los siguientes pasos antes de hacer una reseña literaria sobre un hecho o trabajo específico:
Evitar leer resúmenes, comentarios o propaganda anterior a la lectura del libro.
Leer solamente cuando se está alerta y dispuesto.
Leer con luz apropiada y con un mínimo de distracciones a interrupciones.
Razonar cuidadosamente el título del libro o trabajo y el significado e implicación.
Leer el prólogo para familiarizarse con la intención del autor.
Leer la tabla de contenido (si esta existiera) para enterarse de la organización básica del libro.
Conocer el género del libro o la obra para poder juzgar de acuerdo a éste.
Tener una copia personal del libro o del trabajo, si es posible, para poder hacer anotaciones según se va leyendo.
Si el libro no es propio, mantener hojas de papel disponibles para anotar las reacciones a insertarlas en el libro.
Leer el libro en su totalidad para tener una impresión general. Sobre esta impresión inicial, hacer un bosquejo mental de cómo se va a trabajar en la reseña.
Leer el libro por segunda vez, en esta ocasión para darle énfasis a aquellos detalles que pueden fortalecer la impresión inicial o modificarla.

Finalmente, a modo de presentación, y sin que pienses que en el adjunto que te envío va arropado algo soberbio de parte mía, creo, con justa razón, que lo que escribe acerca de mi obra literaria, de una de mis obras literarias, el vate J. Labastida, bueno, con eso me doy por bien leído por alguien en esta vida. Y no creas, lamento no ser invitado a esos certámenes de poesía latina, y demás, quizá se deba a que vivo en el mar, en la provincia mexicana del Caribe. Asistir o no a esos eventos no me hacen mejor o peor poeta. Quizá tenga la oportunidad, si me lo permites, de poder saludarte de nueva cuenta y hacerte llegar mi siguiente libro de poemas titulado Divagario, que ya está solapeándose en la Universidad Autónoma de Querétaro, y eso, sin moverme de la ciudad de Chetumal, mi ciudad natal. Va el saludo.

Felices fiestas decembrinas, poeta.
A.L.

 

Saludos a todos, va mi aportación Pedro Serrano para el  Periódico de Poesía que terminó siendo algo numérico y curioso, (se la había mandado solo a Sergio Ríos por equivocación) aquí va para todos.

Saludos desde Monterrey
Armando Alanís Pulido

 

Gracias, Sergio, por tu trabajo, siempre enriquece detenerse críticamente en un libro que merece la pena, un abrazo navideño para ti y para todos, 

Minerva Margarita

 

He leído hoy tu reseña, estimado Sergio, además de cada uno de los comentarios que ha provocado en algunos de los poetas incluidos en la antología de Juan. 

Tu reseña hace muchos reparos, tantos que las incongruencias que señala y la crítica que borra de un brochazo los esfuerzos de los poetas incluidos en las últimas dos secciones, me parecen poco atinadas, suenan a mala fe y no a crítica combativa; no sólo por lo que señalan y subrayan con puntualidad Minerva y Pedro sino porque se te escapa el acierto principal de la antología: ampliar, multiplicar, ensanchar el horizonte de lectores y lectura que en México se hace de la poesía contemporánea. 

Ampliar el número de lectores de poesía ante el mercado de la novela es una apuesta de muy alto vuelo y con el formato elegido por Juan se logra cabalmente: no para los pobres sino para los gustos más variados y diversos así como para las sensibilidades y capacidades perceptivas de nuestro ahora. 

Creo que te aburres solo, porque los poetas que consideras como un solo autor que firma con muchos seudónimos existen y conviven aportaciones en verdad vigorosas, dos entre ellas son las de Julián Herbert y la de Hernán Bravo Varela, y no digamos el reciente galardonado del premio Aguascalientes.

Definir qué es poema y qué es poesía en una antología es algo ocioso. Lo que se busca entender son la metodología y el gusto, además de las direcciones (por dónde van las tendencias estéticas, filosóficas, etc.) que se pueden observar con base en la lectura de las obras poéticas. 

Preguntarse por lo canónico: eso sí que es aburrido.

Un saludo a todos,
Josué Ramírez

 

Estamos (siempre) en camino por construir ambientes críticos: desde la formulación y la recepción. El problema es que no pueden crearse "textos críticos" con meras conclusiones u ocurrencias o, incluso, con la suma de argumentos. Hace falta un engranaje indagatorio, suscitativo, mucho más creativo. El acto crítico debería ser un acto creativo en sí mismo. No es que nos "asuste" entonces la conclusión de “el mismo autor monótono, el autor generacional, que aburre al crítico". Me parecería interesante que se formulara esto de manera más perspicaz y contundente. Lo que tenemos hasta ahora es una reseña incompleta (la de Sergio), un texto que aspira, en todo caso, a reacciones a bote pronto (y que ha obtenido, de manera excepcional y generosa, varias respuestas). No podemos agradecer un texto así porque no abre espacios de discusión, al contrario, se cierra sobre sí mismo: post hoc, ergo propter hoc, si la lectura me aburre, el corpus entero es aburrido. Exijamos que la obra y la crítica se articulen o cuando menos que se toquen en algún sentido. Tampoco se trata, por supuesto, de resguardar o defender la obra de nadie (mucho menos la propia): el texto es autónomo y desde hace tiempo nos ha dejado. 

Abrazos.
Alejandro Tarrab

 

4 de febrero de 2015
Estimados amigos, queridas amigas:
En el sitio web del Archivo Municipal de Saltillo, acaban de subir una carta en la que respondo a quienes tuvieron la amabilidad y se tomaron la molestia de enviarme sus comentarios acerca de mi reseña sobre la Antología general de la poesía mexicana de Juan Domingo Argüelles, la cual publiqué en la Gazeta del Saltillo del pasado mes de diciembre. Dicha respuesta se publicará en el próximo número de la Gazeta (trimestre enero-marzo de 2015) pero puede ya consultarse en la página del Archivo, por si desean leerla (adjunto el link).
De nuevo, agradezco sus comentarios a mi reseña y les dejo esta carta titulada "Disensos por una antología" a manera de posdata y como una reflexión que espero sea de alguna utilidad para ustedes y para nuestra común defensa de la poesía.

Saludos cordiales.
Sinceramente,
Sergio Cordero

www.archivomunicipaldesaltillo.info/#!cordero/c1i2x




La Antología general de la poesía mexicana y Baja California

Gabriel Trujillo Muñoz

 

Ya se encuentra en venta en Sanborn’s la Antología general de la poesía mexicana. Poesía del México actual. De la segunda mitad del siglo XX a nuestros días (Océano-Sanborn’s, 2014), cuyo antologador es el poeta Juan Domingo Argüelles (Quintana Roo, 1958). Este libro monumental de casi mil páginas, con 167 poetas antologados y casi mil doscientos poemas, puede considerarse un legítimo heredero de las antologías clásicas de la poesía mexicana, como Poesía en movimiento u Ómnibus de poesía mexicana. Esta antología es la segunda parte del volumen publicado en 2012 por el propio Argüelles y que abarcaba desde la poesía prehispánica hasta el siglo XX. El nuevo tomo es, a no dudarlo, el panorama más completo con que contamos de la creación poética de las últimas seis décadas, en el territorio existencial de los poetas nacidos entre 1951 y 1987. Por ello, esta antología es un reto más difícil porque implicó, para su compilador, trabajar con autores y materiales que no han obtenido aún el consenso de su valor como para elegirlos sin riesgo. Es, sin embargo, una apuesta que contribuye a clarificar cómo se está leyendo, ahora mismo, a la poesía nacional y a sus poetas más representativos.

Lo que expongo aquí no es una reseña de este libro (para ello tendrán que esperar a leerla en la revista Casa del tiempo de la UAM en meses próximos) sino que es una breve reflexión sobre la poesía bajacaliforniana y sus autores vistos desde el interior del país y desde la lectura veraz de un poeta voraz que se impuso, por tres años, la ardua tarea de leer a sus colegas y dialogar con ellos para obtener un consenso al respecto. Como el mismo Juan Domingo lo dice en el prólogo de esta obra: "el antologador es un consejero, probablemente un guía de lecturas y exactamente un editor" que, "en un ejercicio de eclecticismo" y trabajo conjunto crea una muestra, representativa y sugerente, amena y vivaz de la creación poética escrita en las últimas décadas y realizada, "con exigencias antológicas fundadas en cierta calidad literaria", abarcando todos los estilos y rutas expresivas a lo largo y ancho del país. Según Argüelles, el fin de este libro es presentarnos a la poesía mexicana contemporánea como un cuerpo de obras y autores capacaces de apelar "a la atención de los lectores... más allá de cánones y monumentos, más allá de lápidas y cementerios", de "prestigios y desprestigios".

Lo que esta antología plantea, como lo aclara una y otra vez su antologador, es que su objetivo es el público en general y no el lector especializado o el académico. Por eso mismo esta obra nos sirve, como diría Gabriel Zaid, para darnos una idea de la ubicación e importancia, en el territorio nacional, de los lugares en que la poesía ha tenido una cosecha abundante de poetas y en los sitios en que brilla por su ausencia, claro, desde la perspectiva de un lector de este género literario, de un lector tan acucioso como Juan Domingo Argüelles, ya que él mismo reconoce que de un total de más de mil poetas en activo en este momento en nuestro país, se decantó por los 167 incluidos en esta antología, es decir, de cada seis poetas leídos por él sólo uno fue seleccionado. Si la leemos geográficamente, haciendo a un lado a la Ciudad de México, los estados que despuntan como semillero de poetas son: Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Chihuahua, Querétaro, Oaxaca, Coahuila y Baja California, mientras que otras entidades salen sin ningún representante, como Sonora, Yucatán, Nayarit o Guanajuato.

Si nos centramos en Baja California, nuestra entidad está representada por seis poetas: tres nacidos en la década de los años cincuenta y tres en la década de los años setenta. Estamos hablando de Luis Cortés Bargalló, Gabriel Trujillo Muñoz y José Javier Villarreal en los primeros y de Carlos Gutiérrez Vidal, Jorge Ortega y Heriberto Yépez en los segundos. ¿Muchos o pocos? Si los lee un lector de Sonora, diría que muchos. Si los lee un lector de la capital del país, diría que pocos. Ya Juan Domingo dice en su prólogo que podría haber hecho una antología con menos poetas pero no con más, es decir, que con 167 poetas para 37 años de evolución literaria es más que suficiente: estos bardos bastan y sobran para representar los distintos caminos que ha ido tomando la poesía nacional en las últimas décadas, desde la segunda mitad del siglo XX hasta las primeras décadas del siglo XXI.

Podemos estar de acuerdo o no, pero el que antologa es el que selecciona, el que asume el compromiso de escoger lo que le parece que es, como poesía, más adecuado para un lector del siglo XXI y lo que le parece mejor como experiencia vital en términos de lenguaje poético. Para los potenciales lectores bajacalifornianos en general, de los poetas antologados de la entidad puedo decir una paradoja: en este libro la poesía bajacaliforniana está bien representada y, a la vez, uno se queda con las ganas de que hubiera la posibilidad de otras voces presentes. No digo nombres, pero aquí hay que puntualizar que en gustos se rompen géneros y lo que a mí me parece importante o trascendente para otros no lo es. La importancia de la antología de Argüelles es que no intenta quedar bien con los poetas que están en ella y mucho menos con los que no fueron tomados en cuenta, sino que Juan Domingo, como antologador, sólo quiere quedar bien con los lectores y, en ese caso, logra su objetivo con creces. Éste es un libro que uno lee y lee y sigue leyendo porque contiene centenares de poemas que te ayudan a entender lo que es ser mexicano y lo que implica, hoy en día, escribir desde México aunque tu cabeza esté en otro siglo o en otra cultura.

Por otra parte, las estadísticas señalan aquí que, en el caso de Baja California, tres de los seis poetas antologados son oriundos de Tijuana y tres son nacidos en Mexicali, la capital del estado. No hay poetas oriundos de Tecate (aunque en esa población se criara José Javier Villarreal), de Ensenada o de Playas de Rosarito. Ahora bien, de los seis poetas seleccionados, dos de ellos han hecho su trayectoria literaria fuera de la entidad sin perder su apego a la misma: Luis Cortés Bargalló en la Ciudad de México y José Javier Villarreal en Monterrey. Y Carlos Gutiérrez Vidal ahora vive y trabaja en el Distrito Federal. Bajo esas condiciones vitales, tenemos que sólo Gabriel Trujillo Muñoz, Jorge Ortega y Heriberto Yépez (que se pasa buenas temporadas de estudioso en los Estados Unidos) residen en el estado y, por lo tanto, participan activamente en la vida cultural y artística del norte fronterizo. Materia y datos para futuras investigaciones sobre la poesía nativa de nuestra entidad. Sobre todo si recordamos que en el primer tomo sólo aparece un poeta nacido en Baja California: Jorge Ruiz Dueñas (Ensenada, 1946).

¿Qué nos dice esto? Que buena parte de los autores bajacalifornianos, vivan aquí o en otras partes de México o del mundo, han publicado en el centro del país o en los centros culturales más importantes como para ser ubicados por sus colegas y por el propio antologador. Han sido leídos, pues. Y sus obras han tenido una resonancia más allá del círculo editorial de las instituciones estatales o de las publicaciones marginales. Cuentan con premios y reconocimientos. ¿Son los únicos en esas circunstancias? No, por supuesto. Pero entre la poesía paciano-contemplativa de Bargalló y la poesía experimental de choque filosófico de Yépez, pasando por la poesía neobarroca de Ortega, la poesía reflexiva y testimonial de Gutiérrez Vidal, la poesia horaciana de la experiencia vital de Villarreal y la poesía fronteriza de Trujillo Muñoz, podemos encontrar la mayor parte de las vetas poéticas de la literatura bajacaliforniana actual.

Si indagamos, volviendo a la visión zaidiana, en las estadísticas internas que esta antología, en su segundo tomo, nos presenta, tenemos que de los 167 poetas seleccionados 72 son nacidos en la Ciudad de México, 5 son oriundos de otros países (desde Egipto hasta Uruguay) y que 90 son nacidos en el interior del país. Es decir, aunque son una visible mayoría, los poetas nacidos en la capital de la nación apenas son el 43%, mientras que un 54% son hijos de los distintas entidades que conforman a la República Mexicana. Aquí hay varias sorpresas: el estado que cuenta con más poetas fuera del Distrito Federal es Sinaloa, que está representado por 17 poetas, seguido por Jalisco con nueve. Pero la realidad que nos plantea esta antología es impresionante: de los estados norteños fronterizos hay 22 poetas, que responden al 14% del total de poetas seleccionados en esta obra, donde Chihuahua, Baja California y Coahuila van a la cabeza, mientras que Sonora es el gran ausente.

Lo curioso aquí es el despunte de los poetas del norte fronterizo nacidos en las décadas de los años cincuenta (1951-1960) y setenta (1971-1980) del siglo XX, con nueve poetas por cada una de estas décadas, mientras que sólo aparecen cuatro poetas nacidos en los años sesenta y ninguno en los años ochenta. ¿Qué conclusión sacamos de todo esto? Que la cosecha de poetas norteños en general y bajacalifornianos en particular tiene que ver con momentos propicios para la literatura regional en esta zona del país: talleres literarios en auge, instituciones promoviendo y difundiendo a sus autores locales, apoyos editoriales para la publicación de libros y revistas, pero especialmente la aparición de escritores cuya poesía está basada en el esfuerzo continuo y la evolución permanente. No hay de otra. La poesía es cosa de talento natural y trabajo constante en cualquier lugar donde quiera perdurar, en cualquier sitio en el que quiera darse a conocer.

Más allá de sentimentalismos y lugares comunes, de los políticamente correcto o incorrecto, de aspavientos y dogmatismos, la poesía mexicana es una combinación fecunda de muchas tendencias, corrientes y estilos, es una voz colectiva con miles de inflexiones, temas, tonos y timbres en su haber. Y esta antología es buena prueba de ello. De ahí que, como un antologador que se ha tomado su tiempo para vislumbrar una cantidad ingente de poemas y poetas antes de tomar una decisión, Juan Domingo Argüelles ha hecho su tarea de manera ejemplar: escrutando con rigurosa generosidad, dialogando con los poetas seleccionados para que cada uno de ellos estuviera representado con sus mejores poemas, en el entendido de que estos poemas serían una verdadera invitación a la lectura y no sólo un monólogo lírico para satisfacción de sus respectivos egos. Al leer estos 1,200 poemas aproximadamente podemos ver, con toda claridad, el rumbo de la poesía mexicana reciente, lleno de versos que alumbran lo íntimo y lo social, lo intelectual y lo vital desde la libertad creativa o el rigor minucioso.

El resultado convence en lo fundamental: aquí está una visión de conjunto de la poesía mexicana de nuestro tiempo y circunstancias de vida. Una poesía a muchas voces: desde el norte bajacaliforniano hasta el sur chiapaneco, desde la costa veracruzana hasta el bravo oleaje sinaloense. Por eso la Antología general de la poesía mexicana. Poesía del México actual. De la segunda mitad del siglo XX a nuestros días, en sus 925 páginas y con sus 167 poetas, confirma la capacidad de lectura placentera que se impuso como norma su antologador. Es un libro no para poetas en exclusiva sino para lectores de todo tipo. Es una invitación para que los mexicanos se vuelvan a acercar a la poesía de sus compatriotas para verse reflejados en sus versos y deseos, en sus palabras y esperanzas, en sus estrofas y dudas. Libro abierto al ancho mundo desde el cosmos particular de cada poeta.

Por eso Juan Domingo Argüelles, con toda franqueza y honestidad, estableciendo un compromiso ético ajeno a compas, compitas y compadres, nos dice en el prólogo de su Antología general de la poesía mexicana que su selección poética (en cuanto a los autores y obras que en ella aparecen) "considera el gusto personal, pero no se reduce a él. He considerado también, sin ignorar las subjetividades, aquellos elementos que sitúan notablemente a un poeta en el ámbito de apreciación pública: no sólo los libros publicados y la recepción crítica de éstos, sino los premios recibidos, la constancia en la vocación, la persistencia en el género poético y todos los factores que nos hacen más visibles las obras y les dan presencia a sus autores". Debido a ello, para Juan Domingo su antología "tiene que ser un servicio a los lectores y no una celebración a las vanidades autorales".

Concebida de esa manera, este libro, que asume como propia la producción poética mexicana de las últimas décadas, es una buena oportunidad de conocer, en extenso y a profundidad, el estado actual de este género literario en nuestro país para toda clase de lectores. Una antología que no pretende ser vista como el rating oficial de nuestros poetas más vivos y activos en este momento. Y eso hay que agradecérselo a su compilador, pues Argüelles nos ha dado una panorámica real de la poesía que se está escribiendo en México, de esa poesía que sigue evolucionando por numerosos senderos expresivos, con tonos y temas de una riqueza que es necesario apreciar en todo lo que vale aquí y ahora, de cara a un país que un día se cae y al otro se levanta, frente a una sociedad que necesita del verso para cantar sus gozos y dolores, su dura patria estilo siglo XXI.

Lo que me interesa señalar, finalmente, es que al leer la antología de Juan Domingo Argüelles debemos recordar que, en el campo de las antologías generales de la poesía de nuestro estado (y digo de Baja California y no de una ciudad específica), podemos ver que desde la publicación de Un camino de hallazgos. Poetas bajacalifornianos del siglo XX (1992) de Gabriel Trujillo Muñoz y  de Piedra de serpiente (1993) de Luis Cortés Bargalló no se ha vuelto a publicar -en más de veinte años- una antología completa de la poesía bajacaliforniana. Ya es hora de que alguien asuma tal desafío. ¿Quién se anima a trabajar una selección de poetas contemporáneos nacidos de 1940 en adelante, de Francisco Morales a los poetas más jóvenes, más recientes?
I´m waiting.




Retrato de un instante
(Datos intrascendentes de una antología trascendental)
Por Armando Alanís Pulido.

  1. Poesía vs poetas y antologías vs antólogos

A mi parecer la publicación de la ANTOLOGÍA GENERAL DE LA POESÍA MEXICANA (Poesía del México actual de la segunda mitad del siglo XX a nuestros días) Selección, prólogo y notas de Juan Domingo Argüelles, editorial Océano, junto con el centenario de Paz y de Huerta, es el acontecimiento poético del año.
Esta obra que a su vez completa una investigación contenida en dos volúmenes (el primero publicado en 2012) ofrece una nueva oportunidad para que este género tan maltratado por los canales de distribución editorial en México encuentre numerosos lectores (ya que se distribuirá por medio de la cadena de tiendas y restaurantes Sanborn’s la cual tiene 182 sucursales en el país), hecho que sin duda marcará un nuevo momento para el estudio, la lectura, la apreciación, la consulta y la referencia de la poesía y los poetas mexicanos contemporáneos; Juan Domingo en el prólogo así como en los prólogos de otras antologías que ha realizado lo advierte: “No se trata de celebrar vanidades sino de seducir a los lectores”.
Lo que sí es seguro es que entre todo ese barullo que genera la publicación de cualquier antología, y que muchos animan desde posiciones tan radicales como la no lectura de los autores incluidos, Argüelles (considerado por muchos como el mejor lector de poesía mexicana), silencioso, leía miles de poemas y aplicaba criterios de selección, sin atender los dimes y diretes que aun siguen apareciendo de vez en cuando.

  1. ¿Qué es un número, una generalidad o una curiosidad?

Minucioso como se le conoce, Juan Domingo Argüelles incluye cerca de 1200 poemas del total de autores seleccionados en este volumen (167), que se suman a los 111 que incluyó en el primer tomo (que abarca de la época prehispánica hasta nuestros días); para esta segunda entrega, consultó e investigó un universo que se aproxima al millar de individuos, ¿por qué creí importante hacer hincapié en los números surgidos a partir de esta obra literaria? Simplemente porque a fin de cuentas en ellos (en los números) se basan las estadísticas y si bien es cierto que una buena antología siempre estará incompleta (es decir se dirá y discutirá que faltó sumar a alguien más), reparé en algunos datos que ya el compilador nos regala en el prólogo: Por ejemplo: El autor más joven tiene 26 años y el más viejo 62, o que hay incluidos cuatro autores que ya fallecieron y habría que mencionar que hay un poeta del que lamentablemente no conocemos su paradero (Samuel Noyola); eso despertó mi curiosidad y me fui encontrando datos como el siguiente:   
La cantidad de poemas por autor es muy variable, mientras que de Coral Bracho se incluyen 17 poemas, de autores como Francisco Magaña y Christian Peña solo 1 (observando por su puesto, que las dimensiones de cada poema varían). O este otro: Aunque es evidente que la lengua en la que se escribe la poesía en México es el Español y que hay una cantidad importante de autores que escriben en alguna de las 68 lenguas que se hablan en este país, solo se incluye a una poeta en lengua indígena (zapoteco): Natalia Toledo. O que tal éste: Después del Distrito Federal, el estado que aporta más poetas a la antología es nada más y nada menos que Sinaloa (arriba el norte).

  1. Los números de las letras.

Van entonces estos datos intrascendentes de esta antología trascendental que pueden ayudar a tener una perspectiva más amplia en esta amplia selección; es cierto, estoy convencido, como lector, que la amplitud la da el poema, pero con este recuento podemos abonar información a la anchurosa poesía mexicana que a través de este libro parece que ahora sí se ocupará de algo que los poetas y los editores tenían olvidado: Los lectores comunes de poesía mexicana.

  1. Los elegidos

TOTAL DE AUTORES: 167
HOMBRES 121
MUJERES 46
      b) Años de nacimiento
NACIDOS EN LOS 50s 57
NACIDOS EN LOS 60s 57
NACIDOS EN LOS 70s 39
NACIDOS EN LOS 80s 14

  1. Geografía

(AUTORES NACIDOS EN MÉXICO)
D.F.  73
SINALOA 14
JALISCO 9
VERACRUZ 6
COAHUILA, COLIMA Y CHIHUAHUA  5
BAJA CALIFORNIA NORTE Y OAXACA 4
AGUASCALIENTES, CHIAPAS, ESTADO DE MÉXICO, NUEVO LEÓN, QUINTANA ROO, TABASCO, TAMAULIPAS Y TLAXCALA  3
DURANGO, QUERETARO, SAN LUIS POTOSI Y ZACATECAS  2
BAJA CALIFORNIA SUR, CAMPECHE, GUERRERO, MICHOACÁN Y PUEBLA 1
HAY CINCO ESTADOS QUE NO SUMAN NINGUN AUTOR: HIDALGO, MORELOS, NAYARIT, SONORA Y YUCATÁN.
(AUTORES NACIDOS EN EL EXTRANJERO)
5
CANADA 1: Pedro Serrano
EGIPTO 1: Fabio Morabito
ESTADOS UNIDOS 1: Sandro Cohen  
ITALIA 1: Enzia Verduchi  
URUGUAY 1: Eduardo Milán

  1. Nacidos en los meses de…

ENERO 12
FEBRERO 14
MARZO 16 
ABRIL  16
MAYO  15
JUNIO 14
JULIO 19
AGOSTO 9
SEPTIEMBRE 15
OCTUBRE 16
NOVIEMBRE15
DICIEMBRE  6
(De Antonio Leal no aparece su fecha de nacimiento)

  1. Nombres

Los nombres que más se repiten son en poetas hombres:
Luis 8
Carlos, Jorge y José 6
Francisco 5
Juan y Manuel 4
Los nombres que más se repiten en mujeres poetas son:
Claudia 3
Adriana, Carmen y Verónica 2

  1. Apellidos

EMPIEZAN CON:
La letra con que más apellidos paternos de los autores comienza es la:  C con 19,  la V con 14, y la M , la R y la A con 12.
el resto queda de la siguiente forma:
Apellidos de los autores que comienzan con
B11, D4, E4, F5, G7
H3, I1, J0, K3, LL0, N1, Ñ0, O3,
P4, Q3, S11, T13, U3,WO, X0, Y2 y Z1.
De los 167 autores, solo 27 firman con sus dos apellidos (paterno y materno),1 firma con iniciales y su segundo apellido. A.E. Quintero, uno firma con seudónimo Mario Santiago Papasquiaro  cuyo verdadero nombre fue José Alfredo Zendejas Pineda y cuatro firman con sus nombres sin apellidos: Balam Rodrigo, Diego José, José Homero y Juan Esmerio
LOS APELLIDOS QUE MÁS SE REPITEN SON:
López y Rivera: 4
Cortes, Fernández, González, Toledo, Torres, Trejo, Uribe, Vázquez y Villarreal 2

  1. Producción editorial

Total de libros escritos por los poetas antologados: 1140
Por poetas nacidos en los 50s: 554
Por poetas nacidos en los 60s : 305
Por poetas nacidos en los 70s: 239
Por poetas nacidos en los 80s: 42

Autores con más libros publicados:
Alberto Blanco 30
Benjamín Valdivia y Gabriel Trujillo 26
Armando Alanís Pulido, Eduardo Milán, José Ángel Leyva y Vicente Quirarte 20
Autores Antologados que han recibido el Premio de poesía Aguascalientes: 26
Hombres 19, de los cuales 4 se llaman Jorge y 2 se llaman Javier
Mujeres 7
Nacidos en la década de los 50s: 12, Baudelio Camarillo, Coral Bracho, Eduardo Langagne,  Eduardo Milán, Fabio Morábito, Héctor Carreto, Javier Sicilia, Jorge Humberto Chávez, Jorge Esquinca, Jorge Valdez Díaz-Vélez, José Javier Villarreal y Myriam Moscona
Nacidos en la década de los 60s:11, A.E. Quintero, Malva Flores, Dana Gelinas, Ernesto Lumbreras, Javier Acosta, Jeremías Marquines, Jorge Fernández Granados, María Baranda y Mario Bojórquez
Nacidos en la década de los 70s: 2, Luis Vicente de Aguinaga y María Rivera
Nacidos en la década de los 80s: 1, Christian Peña