No. 79 / Mayo 2015


US Latino Poets en español
Por Xánath Caraza

Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum
 

 

Carlos Cumpián es un autor favorito entre los chicanos/chicanas en los Estados Unidos. También ha sido un ávido promotor de la literatura chicana y ha presentado al ambiente literario autores como Sandra Cisneros, Frank Varela, Carlos Cortez, Trinidad Sánchez y Brenda Cárdenas, entre otros, a través de la editorial independiente March Abrazo Press.  March Abrazo Press tiene ya más de veinticinco años de apoyar a escritores chicanos desde la ciudad de Chicago, IL. Cumpián es considerado un pionero y activista cultural en los Estados Unidos y, como muchos promotores culturales, ha dejado de lado sus propias publicaciones.

La poesía de Carlos es de comentario social. No pierde la oportunidad para reflexionar sobre asuntos migratorios, incidentes raciales, laborales o la historia de los chicanos/as. Cumpián está siempre del lado de los trabajadores de las fábricas o de las empacadoras de carne tan comunes en la parte central de Estados Unidos. Son agudas las observaciones y críticas a través de su poesía de las largas horas de trabajo mal pagadas en el Chicago que no vemos tan fácilmente cuando visitamos como turistas. Es la historia de los menos afortunados la que Cumpián registra, casi como cronista, en su poesía.

Validar la historia de los chicanos/as es algo fundamental en Cumpián. Le interesa recuperar conceptos indígenas e incorporarlos en sus versos. Aztlán, el mítico lugar de donde son originalmente los chicanos, se identifica en varios de sus poemas. A veces de manera irónica crea pequeñas historias para enseñar lo que los libros de historia oficial no nos cuentan, como en su poema, “Cuento”, donde quiere hablar por teléfono desde una caseta telefónica con Aztlán. Carlos es un educador nato y como tal tiene la virtud de sintetizar grandes cantidades de información, digerirla y presentarla de manera sencilla a los estudiantes y, en el caso de su poesía, a los lectores. Trata temas, como mencioné antes, delicados o dolorosos, como la migración, la discriminación racial y las diferencias de clase, entre otros. Lo hace porque alguien tiene que hablar de estos temas y porque Cumpián siendo Cumpián nunca se quedaría callado. Es leal a sus principios y, como resultado, su poesía es una poesía comprometida.

Mas Carlos también toca otros temas cotidianos en sus poemas: una mirada, el olor de la piel húmeda, o los labios con sabor a fruta madura también son parte de su mundo poético. Cumpián escribe la mayor parte del tiempo en inglés. Algunos poemas usan ambos idiomas y ocasionalmente encontramos poemas escritos en español.

Para esta ocasión he seleccionado, “Más allá de una labor tediosa”, “Cuento” y “El trabajo nuevo”.

Más allá de una labor tediosa

Para Cynthia

Ser afrodita hoy en día
debe ser confuso
nadie reconoce una verdadera diosa
cuando la ve—
nadie más tiene la panza
de paciente preocupación—
estómagos planos o nada.
O arcángel del deseo
me dejo la camisa puesta mientras
tu boca de chabacano
castiga una generación
completa.
Tus orejas de concha de caracol
son evidencia entre
muecas de
rostros ordinarios,
tu exnovio, un cíclope,
lee el periódico
sus gafas para sol del
tamaño de címbalos.
Tu húmedo cuerpo de deidad
recostado sobre una toalla usada,
mientras mis ojos se deshidratan
al seguirte
como un gladiador
en el desierto.

 

Cuento

Hoy pensé en llamar a casa
y, pues, me puse
al teléfono
Dije: “Operadora por favor con
AZTLÁN persona a persona”
Ella contestó: “Lo siento señor, aún esperando”
después de 2 minutos—
me pidió que lo deletreara
así lo hice—
A-Z-T-L-Á-N
Al principio
pensó que dije ICELAND pero
después de deletrearlo dijo
¡¡¿Qué?!!
¡AZTLÁN!
Dijo, es esto algún
tipo de broma
Dije, “No, tú
Sabes dónde está”
Ella dijo— “Señor, no puedo
tomar esta llamada
pero si desea, lo dejo
hablar con mi supervisor—”
Dije: “Muy bien
ponlo al teléfono
tengo tiempo”—
Pues su supervisor se puso en la línea—
y le dije lo que
había dicho antes
Todo lo que ella pudo decir fue que
era la primera vez que ella había oído
sobre esto— Yo dije, “¡Vas a oír más de esto
muy pronto!” —y colgué—

 

El trabajo nuevo

La voz al final
de la línea
no es la mía.

Olvida el nombre que te di
cuando nos hablamos,
solamente entiendes que de parte
de este actor durante mis horas
de solitario de nueve a cinco,
existe una necesidad real
de ganar un reporte
entusiasta.

Medio en efectivo adquirido
después de cientos de facturas
apiladas. Pues, dame esa pequeña
satisfacción en tus respuestas,
pero recuerda cualquier
comentario que hagas
se mantendrá más bien
archivado que una cinta
en las manos buscadoras
del F.B.I.

Sabes, ellos en la oficina
Principal anotan todo
Como los grandes marcadores,
Entonces si pudiera mantener
un paso estable,
me quedaría contando
las ruedas que giran, tonos de señal
en el teléfono, línea tras línea
de apellidos y códigos calientes.

Y si trueno más dedos cansado
el supervisor fisgón gritará,
“¡Llame a otra persona!”

Mientras envolvemos la noche
en nuestro turno
para mejor circulación.


 


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