Paul Celan

No. 80/ Junio 2015


Paul Celan
(Cuatro poemas traducidos por Arnau Pons)


Tenebrae

Nah sind wir, Herr,
nahe und greifbar.

Gegriffen schon, Herr,
ineinander verkrallt, als wär
der Leib eines jeden von uns
dein Leib, Herr.

Bete, Herr,
bete zu uns,
wir sind nah.

Windschief gingen wir hin,
gingen wir hin, uns zu bücken
nach Mulde und Maar.

Zur Tränke gingen wir, Herr.

Es war Blut, es war,
was du vergossen, Herr.

Es glänzte.

Es warf uns dein Bild in die Augen, Herr.
Augen und Mund stehn so offen und leer, Herr.
Wir haben getrunken, Herr.
Das Blut und das Bild, das im Blut war, Herr.

Bete, Herr.
Wir sind nah.

        Sprachgitter, 1959


Tenebrae

Cerca estamos, Señor,
cerca y apresables.

Apresados ya, Señor,
con las uñas hundidas uno en otro, como si
cada uno de nuestros cuerpos fuera
tu cuerpo, Señor.

Reza, Señor,
reza a nos,
estamos cerca.

Doblegados por el viento, hacia allí íbamos,
hacia el cráter íbamos, hacia la cuenca, para inclinarnos
sobre el hueco y el charco.

Al abrevadero íbamos, Señor.

Era sangre, era
lo que has derramado tú, Señor.

Resplandecía.

Nos arrojaba tu imagen a los ojos, Señor.
Esos ojos y esa boca tan abiertos, tan vacíos están, Señor.
Hemos bebido, Señor.
La sangre y la imagen que en la sangre estaba, Señor.

Reza, Señor.
Estamos cerca.

    Rejas de lengua, 1959


 


ES WAR ERDE IN IHNEN, und
sie gruben.

Sie gruben und gruben, so ging
ihr Tag dahin, ihre Nacht. Und sie lobten nicht Gott,
der, so hörten sie, alles dies wollte,
der, so hörten sie, alles dies wusste.

Sie gruben und hörten nichts mehr;
sie wurden nicht weise, erfanden kein Lied,
erdachten sich keinerlei Sprache.
Sie gruben.

Es kam eine Stille, es kam auch ein Sturm,
es kamen die Meere alle.
Ich grabe, du gräbst, und es gräbt auch der Wurm,
und das Singende dort sagt: Sie graben.

O einer, o keiner, o niemand, o du:
Wohin gings, da’s nirgendhin ging?
O du gräbst und ich grab, und ich grab mich dir zu,
und am Finger erwacht uns der Ring.

    Die Niemandsrose, 1963


HABÍA TIERRA EN ELLOS, y
cavaban.

Cavaban y cavaban, y así les iba
pasando el día, la noche. Y no alababan a Dios,
que, según oyeron, quería todo esto,
que, según oyeron, sabía todo esto.

Cavaban, y ya no oyeron nada más;
no se hicieron sabios, tampoco inventaron ningún canto,
no imaginaron otra suerte de lenguaje.
Cavaban.

Llegó un silencio, llegó también una tormenta,
y todos los mares así llegaron.
Yo cavo, tú cavas, y el gusano cava también,
y lo que canta ahí va diciendo: Ellos cavan.

Oh uno, oh ninguno, oh nadie, oh tú:
¿Hacia dónde iba eso si no es yendo a ningún lado?
Oh cavas tú y cavo yo; y hacia ti cavándome ya estoy,
mientras en el dedo el anillo se nos va despertando.

            La Rosa de Nadie, 1963




IM SCHLANGENWAGEN, an
der weißen Zypresse vorbei,
durch die Flut
fuhren sie dich.

Doch in dir, von
Geburt,
schäumte die andre Quelle,
am schwarzen
Strahl Gedächtnis
klommst du zutag.

    Atemwende, 1967



EN EL CARRO DE SERPIENTES, dejando
atrás el ciprés blanco,
a través del oleaje,
ellos te llevaron.

Pero en ti, desde
el nacimiento,
espumaba la otra fuente,
por el negro
chorro Memoria
trepaste a la luz del día.

        Giro del aliento, 1967




VERWAIST im Gewittertrog
die vier Ellen Erde,

verschattet des himmlischen
Schreibers Archiv,

vermurt Michael,
verschlickt Gabriel,

vergoren im Steinblitz
die Hebe.

    Fadensonnen,
1968



CUBIERTAS DE ORFANDAD, en la artesa de la tormenta,
las cuatro varas de tierra,

cubiertos de sombra los archivos
del escribano celestial,

cubierto de légamo Miguel,
cubierto de cieno Gabriel,

cubierta de levadura, en el rayo de piedra,
la ofrenda.

        Soles de hilo, 1968