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No. 80/Junio 2015


 

Verónica G. Arredondo
(Guanajuato, 1984; vive en Zacatecas)


ESE CUERPO
NO SOY
*

CUANDO LA NOCHE BOSTEZA
hay en su boca hileras de dientes
que penetran cada hueso de la tierra


CUBRE MI BOCA LA VIOLENCIA DE UN PAÑUELO BLANCO
no grito
no respiro
todos mis recuerdos perderán su lengua
seré otra
idéntica a la voz que ya jamás reconocí
grito para despertar en otro sueño
pero el sueño es extravío


POR LA CALLE VEÍAS EL CHARCO DE SANGRE
bajo la puerta
mientras caminabas
antes de levantar los cuerpos
ya saben quiénes fueron
uno recibe la llamada:
“las dejamos tumbadas en…
y cuando llegues
ya sabes qué hacer”


LA QUINCEAÑERA
enterrada en el desierto
en ceremonia comunitaria
tomadas de la mano las mujeres recuerdan
a otras jovencitas
que habitan el cielo pintado de rosa
con una cruz enlutada


SANTA MARÍA MADRE RUEGA POR ELLAS
y por nosotras
aquí no hay nadie
ni Dios que mire
en el séptimo día
con sus manos cuervo
sacó sus ojos
danos paz


EL CAMPO SANTO ESTÁ RODEADO DE SIGNOS:
sin cruces
flores
ni plegarias entre la basura
al epitafio lo acompaña
una hija de Dios
no
identificada


CONFUNDIERON A MI FAMILIA
con un cráneo sin orejas
sin nariz
ni labios para decir


                              m a d r e
                              p a d r e
                        e s e   c u e r p o
                              n o   s o y


*De Señas particulares, Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2014.