No. 82 / Septiembre 2015


Encuesta a poetas del mundo
¿Por qué y para qué ESCRIBIR?

 
 

 

Pura López Colomé
 

Escribir, así, en infinitivo, el Verbo mismo, sin conjugar, me ofrece un barco para navegar por los mares de la entrecomillada sensatez, la conciencia, la cordura. Navegar deseando arrojarme por la borda, pero amarrada al mástil de las emociones. El Verbo con mayúsculas y sin conjugar. Sin esa nave de locos no podría vivir, aunque suene exagerado, aunque suene mal. Poco o ningún sentido tendría esta mi individualidad minúscula sin el permanente deseo de aterrizar sus visiones, sus inspiraciones, en la música del verso, en la cristalización de alguna idea. Escribir por escribir significa escribir salva, frase sinonímica de vivir mata.

¿Por qué? Porque en cualquier persona respira el deseo de habitar un mundo sin explicaciones, el de la poesía como único sendero literario en que no se atenta contra la pluralidad de significados; donde se invita y da cabida, concreta y tangiblemente, a la belleza y la verdad unidas a la miseria y el horror; donde una respuesta como "porque sí" o "porque no" lo dice todo en obras milenarias de una gran madre lingüística, corpus que permite y estimula la multiplicidad en la unidad −lirio tigre que ingiere al pez gato, al hombre lobo en español mexicano-, nacida en el silencio de la esfinge.

¿Para qué? Para, como diría Luis Cernuda, consolarnos de esta vida. Para celebrar la muerte.



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