No. 83 / Octubre 2015 |
US Latino Poets en español
Por Xánath Caraza
Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum Levi Romero |
Leer a Levi Romero es leer la memoria colectiva de los latinos y chicanos de Nuevo México. Escucharlo es escuchar una canción al viento llena de añoranza por un pueblo que se desvanece entre el polvo y la luz del atardecer, un pueblo que migró al sur de los Estados Unidos, que trabajó en los campos agrícolas y que en muchas ocasiones, a pesar de tener su residencia fija en el sur, migraba temporalmente para las cosechas en los estados del norte. La poesía de Romero es altamente melancolía, encierra los recuerdos casi perdidos de las familias de migrantes de dos o tres generaciones atrás y que en las nuevas generaciones, como lo es Romero, renacen. Romero también captura los paisajes de Nuevo México a través de sus palabras, mezcla los recuerdos de sus ancestros y, con ritmos lingüísticos sincronizados con los de la tierra, honra a los nuevomexicanos, sus costumbres, el dialecto manito, los aromas, los bosques y las montañas. Romero usa cambios de códigos lingüísticos de manera natural. Para Romero es normal cambiar de idiomas; así creció y lo refleja en su poesía. Es un poeta bilingüe y no solo eso sino que en muchos de sus poemas mezcla ambos idiomas de manera que fluyen como hilos de incienso entre los versos. Romero es profesor en la Universidad de Nuevo México. Algunas de sus publicaciones son, Sagrado: A Photopoetics Across the Chicano Homeland, A Poetry of Remembrance: New and Rejected Works e In the Gathering of Silence. En 2012 le otorgaron el puesto de New Mexico Centennial Poet Laureate. Tuve la oportunidad de compartir el escenario con Romero en la Universidad de Oviedo, Asturias, España durante la 9th International Conference on Chicano Literature en mayo de 2014. Para esta ocasión he seleccionado los poemas, “Gavilán”, “Los caminantes” y “Molino abandonado”.
Gavilán aquí estoy sentado en aquel tiempo que nos encontrábamos entretenidos siempre con ayer bajo las sombras con una locura verdadera tal como esos polleros y si no nos topamos
en honor de un gavilán: Rudy “Sunny” Sanchez
Los Caminantes no sabemos a cuál de nosotros le tocará primero por eso será entonces que nos la pasamos aquí sentados esta tarde bajo de un sombraje nos tocó ver un año más, un año menos ya de febrero pa’ delante los perros buscan sombra en otra conversación reciente tomé nota en ese día, hermano, se me acabó la sombra y yo también que llegué a pasar por ese luto en algún otro tiempo ¿qué te parece, Francisco? le preguntaríamos no es a la muerte que le temo, pero a la cruzada y, yo, al oírlas, desde esa chica edad fijándose que en esa vecindad andando entre las sepulturas quizá están muy contentos allá en la gloria y parado sobre el sepulcro ¡traigan sus palas, plebe! ya las campanas están doblando
Molino Abandonado sopla viento, sopla más sopla viento, sopla más la historia hecha polvo ¿qué pasó aquí, ¿en dónde está la sabiduría ya no quedan ni migajas ¿el sonido esta tarde? una Harley retumbando por la plaza sopla viento, sopla más sopla viento, sopla más aquel molino ¡ay, hasta miedo me da somos hijos de los hijos sopla viento, sopla más sopla viento, sopla más ¿qué pasó aquí, ¿qué no te conozco, ¡oh, pues, yo y tu abuelo anduvimos juntos nos conocemos bien esta tarde, aquí el maíz bailando y el pueblo sin molino sopla viento, sopla más sopla viento, sopla más
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