No. 92 / Septiembre 2016
US Latino Poets
Christopher Carmona
Por Xánath Caraza
Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum
Christopher Carmona es profesor de la Universidad de Texas en Brownsville. Su doctorado es de Texas A&M University. Fue el Writer-in-Residence inaugural para el programa de escritores de 2015 de Langdon Review. Su relato “Strange Leaves” fue finalista del concurso de cuento del Texas Observer en 2014. También fue nominado para el premio Pushcarten 2013. Su trabajo ha sido publicado en Callaloo: A Journal of African Diaspora Arts and Letters, Tecolote, Trickster Literary Journal, Intersective, Vandal, Bordersenses y Sagebrush Review, entre otras revistas literarias.
Tiene un libro de relatos, The Road to Llorona Park, y dos poemarios, I Have Always Been Here y Beat. También coeditó las antologías Outrage: A Protest Anthology about Injustice in a Post 9/11 World y The Beatest State in the Union: An Anthology of Beat Texas Writing.
Es coautor de Nuev@s Voces Poéticas: A Dialogue about New Chican@ Identities. Carmona es Director del Coalition of New Chican@ Artists y del Annual Beat Poetry and Arts Festival.
Es coautor de Nuev@s Voces Poéticas: A Dialogue about New Chican@ Identities. Carmona es Director del Coalition of New Chican@ Artists y del Annual Beat Poetry and Arts Festival.
El trabajo de Carmona exuda justicia social en cada verso de sus poemarios. La voz poética invoca la frontera, la búsqueda de identidad chicana, la espiritualidad y el proceso creativo en sí mismo. Es una voz inquisitiva fronteriza que invita a la reflexión, reta y deja plantada la semilla de conciencia social en el lector.
La poesía es su arma predilecta. Las palabras van cargadas de pólvora que traspasan la piel más gruesa. Carmona no pide permiso, habla de los estereotipos para derrumbarlos. Menciona lo doloroso e injusto, lo que incomoda para traerlo a la luz.
La mayor parte de su trabajo está escrito en inglés pero también integra el español a modo de cambios de códigos lingüísticos en sus textos. El verso libre es dominante en sus estructuras, las cuales fluyen con ritmo durante sus presentaciones en vivo.
Para esta ocasión he seleccionado y traducido los poemas “Colonización a la inversa” y “Frontera”.
Colonización a la inversa
No soy indígena pero
somos primos
chican@s mexicas indi@s
español inglés cheroqui
maíz tortillas calabacitas
mi bisabuela era curandera con remedios en los bolsillos
remedios que cosía con amor, relatos y dedos curtidos
porque el mal de ojo siempre acechaba
sé lo que significa un huevo crudo bajo mi cama
no soy indígena pero
somos primos
inglés mexican@s americano
híbrido mestizo español
mi madre era una católica devota
nos hacía ir a la iglesia cada domingo
el servicio en inglés la culpa en español
y un altar en la cómoda
no soy indígena pero
somos primos
indios tejan@s latin@s
agave mezcal tequila
mi padre me dijo que su abuela vino de un pueblito
en México de donde la familia de Juan Cortina era originalmente
muy dentro en el corazón de tierra yaqui con costumbres yaquis y rostros yaquis
con frecuencia me pregunto, ¿qué tanto somos yaqui y qué tanto españoles?
no soy indígena pero
somos primos
yunwiya gente pueblos
uwodige café bronce
mi cara es tu cara mi lengua es tu lengua
mi color es tu color
mi rostro es tu rostro mi habla es tu habla
mi piel es tu piel
cuando cruzo a México y la puerta giratoria me golpea en el trasero
advirtiéndome que dejo EE. UU. no puedo regresar y cruzar
por ese puente
debo tomar otro para cruzar, uno paralelo
de México a EE. UU. una vez traté de volver por el mismo puente
pero la patrulla fronteriza me detuvo y dijo,
no, debes cruzar por el lado mexicano
porque Estados Unidos no se da cuenta que los puentes se pueden
cruzar por ambos lados
en los últimos años he descubierto que los puentes pueden ser cruzados
en dos sentidos
lo único deteniéndonos es la creencia de que no podemos
no soy indígena pero somos primos
tenemos la misma sangre
la misma piel
y las mismas mentes colonizadas
pero si recordamos que los puentes conectan
derrumbaremos cercas
y comenzaremos a intercambiar chicles por pan frito
Frontera
Era la esencia de toronja en la ropa recién lavada
que torcía el viento
la que me arrastró al pasado
como aliento de Dios
mi mente regresó nadando
donde comenzó, yo.
El origen del origen del origen
a 70 millas por hora
los insectos chocan contra el plexiglás
las vísceras se deslizan hacia la parrilla negra del olvido.
La Frontera espera
permeándose en el suelo seco y agrietado
y en el asfalto inundado de chapapote
ese es el camino a casa.
Espera un sacrificio
para relamer la mancha carmesí
de aceite de motor viejo y de fluidos de transmisión
de lo que una vez fue la húmeda fuerza de la acidez color rubí.
Hombres en fulgurantes chalecos anaranjados
y sombreros tejidos de paja
venden voces llenas de tinta a 50 centavos por escuchar
mientras están en medio de dos corrientes opuestas de
tráfico
a la orden de ojos rojos, titilantes, amarillos y verdes
de dioses nuevos.
A los dioses viejos les sacaron los ojos
hace años con brillantes y cegadoras luces en el cielo nocturno
que solo prometían el resplandor y el destello
que quemarían las retinas para que nadie tenga que ver
a la tierra engañar a la palma de la mano sudada
de Lujuria y Avaricia
Mas ahora vienen nuevos dioses
Han estado aquí
desde el falso amanecer
Demandan nuestros sacrificios.