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No. 94 / Noviembre 2016


Mariana Bernárdez
(Ciudad de México, 1964)


La flor en lo oscuro

Para Jenny, Ana y Edna

[…] podía ser nominada, pero no dicha
[…]. Y en el nombre, tenía lugar algo
como un “tocar” y un “ver”.

Giorgio Agamben. La muchacha indecible.

Charca maltrecha de sisal inasible
sutura la del costado por la que gotea inconmensurable
laclari.agua enardecida de silente fiereza
encomiable la mano que en cuenco procura detener el humedal 
que extiende su derrubio en parábolas níveas.

*
Y me enseñas la mordedura
la que te llevó a cruzar el bardo
la que te cegó la locura 
y apagó la elocuencia de tu voz
sonido monocorde del tañido
que fue abrevadero de las sombras.

*
Lo sabes
para nacer de lo alguna vez ya alumbrado
es inevitable el arrastre del quejido
y alertado el temblor

el aire quiso asirte
quedando solo el humo que tiñó la piedra ofrecida
en moneda de cambio para cruzar al otro lado del río.

*
Mudo
con la mirada en arrebato
no atinó a desbrozar el augurio inaudible
¿habrá sido tu figura apresada 
en la porosidad de la laja
lo que le llevó al desvelo?
¿por eso pulió su superficie 
creyendo que en su limo 
sería posible comprender 
la dualidad engarzada 
hacia lo inmemorial? 

*
No hay registro o huella
que descifre la vuelta a la vastedad
ni la sed que aqueja con ferocidad
ni siquiera la certeza de si tu alma
se perdió en los confines del no.tiempo
o si tu lamento fue tal 
que se te ofrendó la benevolencia del olvido.

*
Me mostraba la mordedura del tobillo
pero a mí me maravillaba el rojo de la amapola 
                         que sostenía en su mano
No sabía si su muerte era un desdoblar de la línea
esa continuidad de la historia que en su geometría
termina por concentrarse en un punto
o se alza en fatalidad cumplida.

*
Inhóspita es la oscuridad que abreva y aísla
¿exorciza la escritura la dolencia?
¿la condición de paria?
No hay necesidad de andar su desierto sola
pero en la arena no hay palabra
solo el fluir de la luz
esa floren lo oscuro
que va adormeciendo el miedo
hasta aceptar ser bebido por su sed.