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No. 94 / Noviembre 2016


Ingrid Bringas
(Monterrey, Nuevo León, 1985)


Mujeres que hablan con las manos

Hay lugares, donde las mujeres hablan con las manos
Se habitan entre ellas y crean su propio lenguaje
El de los cuerpos y las líneas

Juegan contigo al escondite 
Y entre las sombras sus manos deslumbran como flashes

Hay lugares donde las mujeres han dejado de hablar 
Para sentir la lengua de los otros
Miran con las manos y guían al mundo
Guían al perro
encienden las luces del vecino

Una ciudad encendida por una mano que habla
Una mano de mujer te toca la frente
Las dos sentadas a la luz de una vela
Están las manos para entendernos por dentro.




Hospital general

Cada dolor habla, tiene un lenguaje propio
el del miedo, habla con las líneas de las manos y la suerte rancia
un cuerpo habla ¡ay!

la sangre se afila abriéndome lentamente 
hubo una noche de aire quemado-golpeando todos los males del mundo
el problema con la muerte es su mala elección 

elige al perro a la abuela al amigo
cada parte guarda un secreto-palabras y huesos
cada dolor habla con una dentadura postiza

la muerte nos habita como una casa
solo responde a la necesidad de estar solo
de mirarnos al espejo y ver como se nos caen  los pétalos.




Migraciones

Pensar que por eso lloramos, empezamos a recordar las cosas y empezamos a echar de menos a todo el mundo. Pensamos en la sangre de los otros en sus olores
en su fruta, todos esos nombres anónimos que te han amado sin piedad que han acobijado tu cuerpo.
Pensar en el bostezo del otro, en la muerte del otro, los recuerdos son como machetes en la noche, pensamos en el otro
Hombre
Paloma
Mujer o sueño
Pensamos en el otro como coloquio, como carne herida, descubrimos al otro 
A través de sus calles sin historias, de sus manos sin ojos, las motos abren paso
los hombres que han venido de fuera, nuestros hombros cargados de violencia.