No. 95 / Diciembre 2016 - Enero 2017



"La Palabra en el mundo" en Venecia.
Breve historia


Por Anna Lombardo


'La Palabra en el mundo' vio luz en 2007 debido a un grupo de poetas cubanos que intentaban apoyar el Festival Internacional de Poesía en la Habana, Cuba. Desde entonces, muchos países han participado cada año en este gran evento internacional. El Festival Internacional de Poesía (FIP) 'La Palabra en el mundo' se celebra de manera simultánea en más de 850 ciudades en el mundo en el mes de mayo. Hoy en día, el tema de cada edición surge de la propuesta que el Proyecto Cultural SUR Internacional, la Revista Isla Negra y el Festival Internacional de Poesía de la Habana deciden, este tema es implementado a nivel mundial por los organizadores en las versiones que llevan a cabo en sus países.


El círculo veneciano 'Vittorio Tommasi' de la Asociación de Amistad entre Italia y Cuba se unieron al FIP 'La Palabra en el mundo' a través de su secretaria, Giuliana Grando, y la poeta Silvia Favaretto. Hoy 'La Palabra en el mundo' en Venecia felizmente llega a su décima edición.

Mi encuentro con el festival fue en 2009, cuando el director artístico me invitó a participar como poeta, junto con Zingonia Zingone (Italia-Costa Rica), Waldo Leyva (Cuba) y Lucia Guidorizzi (Italia). Las voces contemporáneas de los poetas internacionales eran escasas y los idiomas involucrados solo eran español e italiano. Cuando tomé la dirección del festival, y gracias a la colaboración de Zingonia Zingone, 'La Palabra en el mundo' presentó muchos poetas internacionales, entre ellos: Agnetta Falk (Suecia), Jack Hirschman (EE. UU.), Shiva Prakash (India), Ataol Behramoglu (Turquía), Hemant Divate (India), Adriana Hoyos (España), Hanane Aad (Líbano), Maryam Ala-Amjadi (Iran), Maram Al-Masri (Siria), Francis Combes (Francia), Angel Petisme (España), Zenon Faifer (Polonia), Nguyen Chi Trung (Vietnam), Aurélia Lassaque (Francia), Mohammed El-Amraoui (Marruecos), Maurilio De Miguel Lapuente (España), Xánath Caraza (México), Tatiana Daniliyants (Rusia), Peter Vaugh (Inglaterra), Basir Ahang (Afganistan), Ana Arzoumanian (Argentina), Efe Duyan (Turquía), Mario Melendes (Chile),Kadir Aydemir (Turquía), Graig Czury (EE. UU.), Efe Duyan (Turquía), Fabia Ghenzovich (Italia), Nenad Glišić (Serbia), Melike Inci (Turquía), Francisco Larios (Nicaragua) y José Maria Prieto (España), entre otros. Muchos poetas nacionales italianos, y otros poetas locales fueron invitados también: Gabriella Musetti, Rino Cortiana, Gabriella Sica, Beppe Costa, Andrea Garbin, Cinzia Marulli, Marco Fazzini, Fabia Ghenzovich, Grazia Sterlocchi, Riccardo Held, Leilà Faila, Loredana Magazeni, Aldo Vianello, Terry Olivi y Laura Zanetti, por mencionar algunos.



En el contexto del festival, la palabra poética ha sido propuesta como una herramienta relacional, como tierra libre donde el conflicto, la desigualdad y la diversidad, se pueden encontrar y comunicar. Desde el 2012, el slogan 'Poesía como una acción universal de paz' se ha convertido en el marco cultural del festival en el que 'la palabra' puede mostrar su habilidad de entonar una singular y, al mismo tiempo, colectiva canción de paz, tolerancia y amor, a través de diferentes idiomas y estilos. Quiero creer que esto último ha enriquecido el evento veneciano todos estos años y que ha dado relevancia a 'La Palabra en el mundo' no solo para los poetas, quienes generosamente han participado, sino también al panorama cultural veneciano. Asimismo, es necesario mencionar la enriquecedora posibilidad de seleccionar poetas internacionales, nacionales y locales para este evento poético.

El festival de Venecia ha crecido significativamente con la intención de ser un espacio libre para la expresión poética, donde los poetas y sus diferencias pueden converger e intercambiar voces e ideas; donde la 'contaminación' es un aspecto apreciado, así como la traducción; donde artistas conocidos pueden convivir con otros menos conocidos; donde, finalmente, la palabra retoma su fuerza original y habla abiertamente a todas las generaciones. El intento es reafirmar, una vez más, el valor de la poesía, la importancia de la palabra poética en nuestra vida diaria, ofrecer más y más espacios a los poetas, en particular a las mujeres que no tienen voz en el mundo, y crear una verdadera comunidad en la que la gente —real y no virtual— pueda encontrarse y escuchar diferentes sonidos, diferentes idiomas: en el festival los poetas leen en sus propias lenguas, y las traducciones se proyectan en una pantalla.


Aún si el presupuesto no nos permite cubrir por completo los gastos de viaje, este festival, que cada año reúne a tantas voces maravillosas, mantiene su relevancia entre los poetas y la audiencia porque todavía propone una visión del mundo que quiere ser inclusiva, no elitista. Propone a la ciudad de Venecia un ejemplo de la generosidad de los poetas, al señalar que la solidaridad es posible, que la plática y la unión para la paz son asuntos de voluntad y que al cultivar la poesía podemos cultivar y enriquecer a la humanidad, entre nosotros mismos y con otros que estén dispuestos a escuchar.

La duración del festival es de día y medio. Además de la lectura de poetas contemporáneos, hay una lectura en latín y/o griego, de algunos poemas clásicos seleccionados para el festival, por la Asociación Italiana de Cultura Clásica (AICC), en colaboración con algunos estudiantes del Liceo Clásico 'Marco Polo', como un homenaje al profesor Mario Geymonat (un latinista miembro del Círculo veneciano Italia-Cuba). También hay una sección dedicada a los poetas 'in absencia', para aquellos que por distintas razones no pudieron asistir personalmente al festival.

El Festival 'La Palabra en el mundo' no es nada más una lectura poética. Cada año explora temas sociales, como la guerra o la violencia (en particular hacia las mujeres), hay mesas de trabajo y presentaciones de libros. Se ha acordado, como una regla, que los miembros del comité artístico no lean durante el festival.

El FIP 'La Palabra en el mundo' ha tenido el apoyo de muchos colaboradores durante estos años. Algunos de estos son: el Municipio veneciano, el Departamento de Estudios Hispánicos y Latinoamericanos de la Universidad de Venecia Cà Foscari (Profesora Susanna Regazzoni), la Asociación Italiana de Cultura Clásica (Profesor Alberto Camerotto de la Universidad Cà Foscari), el Bistro Venecia, el Centro Gráfico y, por supuesto, la generosa ayuda de todos los miembros de la Asociación Italiana de Amistad 'Italia-Cuba' y el Círculo veneciano 'Vittorio Tommasi'. La audiencia del festival es diversa en tanto que está abierto a todos, e intenta alcanzar a ricos y pobres, jóvenes y mayores, formalmente educados y personas sin educación formal, ya que su objetivo es la difusión de la 'palabra' poética para todos y en todos lados. El festival ha sido presentado en muchos lugares en Venecia; desde en el prestigioso 'Auditorio' en el Campo Santa Margarita (instalaciones de la Universidad de Venecia Cà Foscari), en aulas de clase, cafés literarios y restaurantes.


En breve, esta es la historia del festival en la ciudad de Venecia, desde que formo parte de su organización. No puedo negar que para mantener vivo este evento enfrentamos dificultades económicas y burocráticas que aumentan año con año. Considero que el Festival 'La Palabra en el mundo' se ha transformado en un momento importante de confrontación, no solo para los poetas sino para la ciudad. La ciudad de Venecia, sin lugar a dudas, es foco de atención mundial, y yo me siento afortunada de ofrecer este encantador panorama a todos nuestros invitados. Sin embargo, la intención del festival es construir un contacto real y un intercambio honesto entre poetas de todas las generaciones con los ciudadanos de Venecia, a través de la poesía y, eventualmente, dar voz y espacio a la poesía en un mundo aún menos sensible a ésta, y especialmente a los poetas que creen que la poesía todavía tiene algo por decir y enseñar a los seres humanos.

Cada año la organización del evento es un reto, que ha sido posible ganar gracias a la generosa ayuda de amigos que creen que este tipo de festivales ofrecen una oportunidad de aprender y de entender lo que es la poesía, y lo que la poesía aún puede hacer en nuestras vidas y corazones. No puedo terminar sin declarar mi aprecio personal por Zingonia Zingone, quien generosamente ha apoyado, todos estos años, el festival, con la selección de poetas internacionales y con la traducción de muchos de ellos del español al italiano.

También agradezco la oportunidad ofrecida, aquí, de subrayar cómo, a través de este tipo de festivales independientes, puede nacer la amistad verdadera, al poner en movimiento un intercambio de experiencias reales y honestas en el mundo. Todo ello en nombre de la poesía.