No. 98 / Abril 2017
US Latino Poets



Luis Alberto Ambroggio


Xanath Caraza
Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum


Luis Alberto Ambroggio es hispano-estadounidense, nacido en Córdoba, Argentina, calificado por la Casa de América como "Representante destacado en la vanguardia de la poesía hispanoamericana en los Estados Unidos", es Presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, y miembro de la RAE, del PEN y otras Instituciones.

Ambroggio tiene más de veinte libros publicados en los géneros de ensayo, narrativa y poesía, entre ellos El arte de escribir poemas (2009) y Estados Unidos Hispano (2015). Sus poemarios son Oda ensimismada (1992), Los habitantes del poeta (1997), Laberintos de Humo (2005), La desnudez del asombro (2009), Difficult Beauty (2009), La arqueología del viento (2011: 2013 International Latino Best Book Award), Homenaje al Camino (2012), Todos somos Whitman (2014), En el jardín de los vientos. Obra poética 1974-2014 (2014, Edición crítica de la Academia, seleccionado como uno de los mejores libros del 2014 en Argentina según InfoBae), y Cuentos de viaje para siete cuerdas y otras metafísicas (2013). Ha sido editor de las siguientes antologías: Argentina in Verse (1996), Al pie de la Casa Blanca. Poetas hispanos de Washington, DC (2010), De azul a Rojo. Voces de poetas nicaragüenses siglo XXI (2011) y Labios de arena (2014).

Como traductor cuenta con Ginza Samba (2014), versión bilingüe de la poesía selecta del poeta laureado Robert Pinsky.

Algunos de los reconocimientos que ha recibido son el Premio Simón Bolivar, la Beca Fullbright Hays, Orden de los Descubridores de la Hispanic National Honor Society, Doctorado Honoris Causa Tel-Aviv, Israel, y Miembro Honorario del Instituto Rubén Darío de Nicaragua. Se le otorgó el Premio a la Excelencia como reconocimiento a su Liderazgo en la Región de Washington D.C. (2013), la medalla de oro Trilce del Instituto Vallejiano de las Universidades de Trujillo y Brigham Young University, y fue nominado para el Premio Internacional de Poesía Reina Sofía.

Encontramos también trabajo sobre su obra en El cuerpo y la letra (Mayra Zaleny ed.: 2008), El exilio y la Palabra. La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense (Rosa Tezanos-Pinto ed.: 2012).

Su trabajo ha sido traducido a doce idiomas.  Su poesía, que aparece en textos de literatura y se estudia en universidades y escuelas, ha sido elegida para el Archivo de Literatura Hispanoamericana de la Biblioteca del Congreso en Washington D.C.

La fecunda producción literaria de Ambroggio nos lleva a temas tan diversos como la vida de los migrantes en los Estados Unidos, el uso del español en la vida diaria y la literatura, conversaciones y reflexiones sobre otros poetas, entre otros tantos.  Es un privilegio tener en esta ocasión su poesía para esta columna.  Ambroggio escribe en español y en contadas ocasiones intercala versos en inglés. Su poesía es fluida, flexible y fuerte al mismo tiempo. Es un apasionado defensor de nuestra lengua.

Para esta ocasión contamos con la siguiente selección de sus poemas: “Paisaje de Estados Unidos”, “Semilla, inmigrante”, “Pasos”, “Intraducible”, “Basta”, “Salvaje”, “Punto de partida” y “La enseñanza del giro”.

 

Paisajes de Estados Unidos

Si cada ladrillo hablara;
Si cada puente hablara;
Si hablaran los parques, las plantas, las flores;
Si cada trozo de pavimento hablara,
Hablarían en español.

Si las torres, los techos,
Los aires acondicionados hablaran;
Si hablaran las iglesias, los aeropuertos, las fábricas,
Si cada surco de este país hablara,
Hablarían en español.

Si los sudores florecieran con un nombre,
No se llamarían piedras o Smith, sino González, García,
Sánchez, José, Rodríguez o Peña.

Pero no pueden hablar.
Son manos, obras, cicatrices,
Que por ahora callan.
O quizás ya no.


Semilla, inmigrante

                  A Elena Poniatowska        

 

Te siento como
sílaba de alegría
ardiendo sobre la piel verde.

Y germino yo mismo con muchas vidas
en la gravidez del brote infinito,
un rayo duro desbocando
el patrimonio de la piedra.

Victoria que eleva
el templo de la vida
desde el fervor de las raíces.

Celebro el agua,
hijo, hija
de los besos de la tierra.
Polen en el viento de cuatro manos,
multiplicamos la unidad
para romper la frontera,
resurrecto hallazgo
de los entierros.

No somos héroes,
solo compañeros bienvenidos,
familia sin límites
que continúa la ternura
en los surcos del enigma.

 

Pasos

         “Decidle que deberá respetar los sueños
        De su juventud cuando sea hombre” …
        “reniega del entusiasmo, ese hijo del cielo”

                                            Friedrich Schiller

 

El paso de la felicidad respira armonía.
La inocencia lo acompaña.

Confieso que camino el río de mi vida
con la juventud húmeda de la memoria y la ilusión.

Me trastabillo con la estupidez
y caigo en la desgracia del desamor.

Aprendo. Me levanto dichoso.
En la libertad del nuevo comienzo deambulo mejor.

Empecé hace tiempo con entusiasmo
el sueño mi destino. 

Construyo paso a paso
el premio cotidiano de mi futuro
bajo el sol que engendra raíces de luz.

 

Intraducible

         Yo también soy indomable e intraducible”
                                         
                                         Walt Whitman (52)

Intraducible como la maravilla.
Intraducible como el interior que respira.
Intraducible como la rebelión,
Intraducible el deseo iluso
como el coloquio de los ojos,
el salvajismo de tu canto,
como el gemido del halcón,
los murmullos de la selva,
como tus sombras que se callan
y de tu carne, barro,
florecen luego hierbas.

Intraducible como los remolinos
que recogen tu cuerpo,
como la ausencia de no ser,
de las palabras que lo hacen.

Como el desamor, intraducible,
la falta de copulación,
el entendimiento del crear
y su presencia.

Intraducible como la vida, la muerte
y su individualidad,
como los átomos del Yo
que se diluyen y reconfiguran,
como ecos de identidades disipadas,
como las olas de los océanos que se confunden,
como el sentimiento y los brotes
que te eluden,
aunque supongas haberlos atrapado.

Intraducible como el perfume del suspiro,
el graznido de un latido oscuro

El sol que se me acerca,
al retroceder del día,
por el otro lado de mi ventana
con el resplandor de su sonrisa
y en las hojas de la magnolia
me saluda. Intraducible.

Inútil, pero irresistible,
es el querer traducir,
aunque tú, yo, nosotros
nos rebelemos, escapemos
y creamos no ser nada de eso.

 

¡Basta!
                   “Marcho lleno de un vigor supremo y nuevo,
                soy parte de una procesión inacabable”

                                           Walt Whitman (38)

 

Nunca le hubiese visto la poesía
a esa palabra tajante,
pero en su agresividad cargada
de emociones y en su decisión profunda,
la admiro: ¡Basta!
Decreto personal inapelable:
se acabó la injusticia, la tumba,
lo que nos encadena como piedra
y nos impide seguir los edictos
de los sueños, de la libertad
de los principios inocentes
antes de ser esqueletos
de los dictadores de rutina,
sometidos bajo el yugo
que nos niega el beber
el gozo de la arena,
la vida que perdura,
la dignidad de pueblo.
¡Basta! de la dureza
que no respira ternura
desde el caudal del origen,
desde la jungla de los sueños
desde el aire desnudo.

Declaro que me pertenezco,
me pertenece y posee la humanidad materna
a quien yo mismo pertenezco
y no a los credos, mandatos o disciplinas
que gritan bendiciones o maldiciones
con el don de lenguas y otros disfraces
de luz altiva o de amenazas.

Me festejan los azares.
Estiércol, abono,
raíz, brote y semilla,
mi dueño es la tierra.
Me repudian las jerarquías
como yo también las repudio.
¡Basta! Un ¡basta! sin confines.


Salvaje
                   “El salvaje amable y desbordante ¿Quién es?”

                                                 Walt Whitman (39)

 

Hay algo que conjura
en la raíz de la palabra selva,
salvaje; desafía
los atavíos ficticios de lo civilizado.

Alguien contó que mi abuela
practicaba la anarquía;
yo añoro la independencia desacreditada
de la barbarie,
esa que fue destruida por la conquista,
su sabiduría de piedra,
los templos de su cultura,
su comunión con la naturaleza infinita,
su respiro de ojos puros en el aire.
donde el agua nos toca.

Me escapo a la frontera primitiva
con un cuerpo liberado
de la jerarquía del alma
y todos sus decretos.
Soy nativo en el territorio
de animales y bosques,
montañas, lagos, universo de familia,
pionero audaz de mi propio centro.

¿Qué ostentación civilizada
encarna la guerra?
¿La de los sepulcros, injusticias
y el montón anónimo de crueldades?

Yo, nosotros, todos queremos ser
el salvaje amable y desbordante
que domine la civilización
con conductas arbitrarias
como las de los copos de nieve…
como las de las hierbas,
su cabellera sin peinar,
su risa libre, ingenua.

Hostiles solo contra quienes agotan
la bondad de los granos,
los que inmolan la tierra,
las lloviznas dulces.
las mariposas, las flores, sus hermanos,
los que arrancan las páginas afectuosas
del libro ágil del calendario,
los que venden la libertad
con sangre en sus manos.

Anhelamos que nazcan
nuevas formas en las puntas de sus dedos
y que, sin ley, nos amen.
        

Punto de partida

                        “…tomorrow a new walk is a new walk”

                                                         A.R. Ammons

Uno camina sin mirar la inocencia del ocaso
o la réplica de un mal presentimiento.
Espera uno, a cada instante, una dosis de ilusión privada
que lo sumerja en el interrogante del hechicero,
para salir, regresar, partir, ser lo que le pertenece
sin reproches ni la negación desleal de lo perfecto.

Va uno recogiendo fragmentos que se unen en el naufragio.
Riegan su luz en el cansancio gris del agua
todas las presencias de amor erectas como faros.

Uno camina lo habitual bajo su máscara
con palpitaciones en diástole de sentido y sin sentido,
en medio del bullicio iluminado, rompecabezas,
mirando atrás y adelante, al centro y los costados.
Tararea, si las voces lo acompañan, la rutina.

Anda uno cada vez más consciente y dolorido
por las piedras, las rimas, las estrellas y sus contextos,
las casas e Iglesias con sus altibajos, sus fronteras,
viniendo y yendo sin alcanzar el privilegio
de llegar, de estar, de ser el éxtasis libre y su delicia.

Uno camina la ida y el regreso, a lo largo de cadenas de espejismos
con la fluidez de coincidencias, aproximaciones y otros pecados
que el alma sufre en la profundidad de su universo sin límites precisos,
sumando dunas, corrientes, muros, espumas, abismos, arrecifes,
juncos, papeles y cálculos derribados.

Tomorrow is another day.

 

La enseñanza del giro

Quisiera escribir la muerte
con errores de ortografía.
Decir en cambio, por ejemplo,
suerte,
fuerte
u otros giros del idioma,
de lo que murmura lo que siente,
de lo que desea la llama pura.

La esperanza nutre
la anécdota rebelde de la vida.
Todo tiene su vuelta
en la mitad de los volúmenes,
el hogar de la razón y el sentimiento,
quimeras y epifanías,
la alegría y la tristeza,
la vivencia y la nostalgia,
el pasado y el futuro de la biografía,
entre dos ojos abiertos.

Mientras el cuerpo se oxida
nacen pueblos nuevos y otras invenciones
que limpian casi todo.

El final no es sino el comienzo
en el predio de los desbordes ancestrales,
el territorio inagotable del horizonte,
aprendizaje de cada día.
El tiempo y el espacio liman las incoherencias.

Y uno siempre aprende.