No. 98 / Abril 2017


 

El Jardín Marino

                                       John Giorno / Ugo Rondinone

Enrique Juncosa

 



Tanto en París, durante la eclosión de las primeras vanguardias, como en Nueva York, después de la Segunda Guerra Mundial y en los años del Expresionismo Abstracto, la relación ente artistas y poetas fue fundamental en el desarrollo del arte moderno. Los distintos ismos se desarrollaron por grupos de artistas y de poetas que exploraban ideas y técnicas semejantes o equivalentes. A partir de los años sesenta, cuando comienza lo que seguimos llamando arte contemporáneo, esta relación entre artistas y poetas no desaparece, pero se torna algo más confusa. Esto se debe, tal vez, a que el arte es ahora, en muchos casos, multidisciplinario, incorporando elementos del cine, la música, el teatro, la danza, la arquitectura o la poesía. Muchos artistas que se dieron a conocer en los años sesenta y setenta, utilizan o utilizaron textos en sus obras, como es el caso de Jenny Holzer, John Baldessari, Lawrence Wiener, Barbara Kruger o el colectivo Art & Language. Algunos poetas, como Marcel Broodthaers y Carl André, dejaron la poesía para convertirse en artistas. Otros, y en estas páginas ya hemos hablado de René Ricard o de Karl Holmqvist, han sido o son muy activos en la escena artística, situando su práctica en ambos terrenos sin dificultades. Este también es el caso del poeta norteamericano John Giorno (Nueva York, 1936), una figura central de la escena artística contracultural neoyorquina desde los años sesenta.

Giorno conoció a Andy Warhol en 1962, cuando aún era muy joven, teniendo una corta, pero intensa, relación con él, la cual acabaría marcándole mucho. Giorno será el protagonista de una de sus películas más célebres, Sleep (1963), donde se le ve durmiendo durante horas, además de actuar ese mismo año en otras cuatro o cinco películas warholianas menos conocidas. Después, Giorno conocerá a artistas como Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg y Jasper Johns, interesándose por la apropiación de imágenes cotidianas característica del Arte Pop; y también a escritores como William S. Burroughs y a Brion Gysin, inventores del Cut-Up, una técnica de escritura semejante al collage, que consiste en recortar textos de revistas o libros para luego mezclarlos aleatoriamente. Giorno no será, ya desde el principio de su trayectoria, un poeta tradicional. En 1965, fundará Giorno Poetry Systems, una entidad con la que organizará numerosos eventos poéticos multidisciplinarios y experimentales en los años 60 y 70, siendo uno de los más conocidos Dial-A-Poem (1968), que permitía llamar a un número de teléfono para escuchar un poema, y en el que colaboraron muchas figuras importantes, desde John Ashbery a Laurie Anderson. Uno de los aspectos más destacados de las actividades de Giorno ha sido el uso constante e innovador de nuevas tecnologías, además de la colaboración con otros artistas, músicos y escritores. Giorno no sólo ha publicado libros de poemas, sino que los ha recitado y grabado para distribuirlos como discos o películas. Adicionalmente, para la escritura de sus poemas, Giorno utiliza distintas técnicas experimentales, como el uso de textos encontrados y luego descontextualizados, o el uso de múltiples repeticiones, un recurso especialmente útil para su lectura. Sus poemas incluyen frases o eslóganes de tipo político y no está de más recordar que Giorno fue muy activo en la oposición a la Guerra del Vietnam, y también, años después, en la lucha contra el SIDA y su estigmatización, además de otras frases de contenido autobiográfico y que hablan de asuntos cotidianos como la enfermedad o el sexo. Su relación con el budismo es también importante en su vida y en su obra.

Más recientemente, en un recital de poemas en 1997, Giorno conoció al artista suizo Ugo Rondinone (Brunnen, 1964), uno de los artistas más celebrados de su generación. Rondinone acababa de dejar su país para instalarse en Nueva York. Los dos iniciaron enseguida una relación amorosa que ha adquirido una gran notoriedad pública, sobre todo tras colaborar juntos profesionalmente. Rondinone organizó en el Palais de Tokyo de París, a finales de 2015, la exposición titulada I love John Giorno (donde love se representaba con un corazón) y que era a la vez tanto un proyecto artístico de Rondinone, como una suerte de retrospectiva de Giorno. Las paredes de las salas de exposición estaban recubiertas por materiales de los archivos del poeta, presentándose además videos, retratos que le habían hecho otros artistas, fotos, ejemplos de colaboraciones Giorno produjo, por ejemplo, varios discos con William S. Burroughs en los años setenta y ochenta, pinturas, dibujos, grabaciones y poemas. También se podía ver, en la primera sala de la exposición, una obra de Rondinone titulada Thanx4nothing (2015), donde se ve a Giorno en cuatro pantallas y dieciséis monitores, y desde distintos ángulos, descalzo y alternado un traje blanco y otro negro. El poeta recita el poema que da título a la obra, que había escrito en 2006 al cumplir los 70 años, y que viene a ser un repaso de su vida y trayectoria profesional.

Los dos artistas pertenecen a países y generaciones distintas, pero sus obras tienen distintos puntos de contacto, más allá de su relación sentimental. Rondinone había incluido en sus obras textos no muy lejanos a los de Giorno, como por ejemplo en su serie titulada lines out to silence (2006), unas tablillas de madera colgadas de un clavo y un alambre, donde pueden leerse frases como air gets into everything even nothing o fold back my love as you did my sheets. Rondinone, además, suele trabajar en series de motivos cotidianos como puertas, ventanas, árboles, bombillas, máscaras o rocas. Estos son objetos cotidianos para nosotros, pero también realiza de otras culturas. Sus máscaras están basadas en otras semejantes de pueblos esquimales, y las rocas se refieren a las utilizadas en los jardines chinos tradicionales, todo traducido en imágenes de rápida lectura, como sucede en el Arte Pop. También, como Giorno, Rondinone ha colaborado muchas veces con otros artistas, especialmente escritores, estando especialmente interesado en la literatura beat norteamericana. Rondinone vive en una iglesia del siglo XIX en Harlem, donde organiza exposiciones, como por ejemplo una reciente del pintor Chris Martin, de forma semejante a los primeros eventos colectivos de Giorno. La primera colaboración entre ambos fue una exposición muy bien recibida en el Instituto Suizo de Nueva York en 2002, donde presentaron la instalación titulada Lowland Lullaby, que recordaba a la pista de baile de una discoteca, con unos grandes altavoces por los que se oía a Giorno recitando poesía. Giorno se presentó de forma individual en una galería por primera vez en el 2010, estimulado seguramente por sus trabajos con el suizo.