No. 99 / Mayo 2017

Fernando Nieto Cadena:
Los poetas no tienen país



Mario Campaña


Al enterarme de la muerte del entrañable Fernando Nieto Cadena, ayer, sentí un escalofrío doloroso, como si hubieran amputado un miembro querido de la memoria, de la memoria del adolescente que fui cuando lo vi lo escuché lo leí. Se pierde tanto con la muerte de un poeta como Fernando Nieto Cadena… Junto con Guayaquil, también pierde Tabasco, a cuya vida seguramente enriqueció y cuya poesía tanto contribuyó a renovar.

¿Puede uno imaginar al embajador de Ecuador en México acudiendo angustiado a acompañar al poeta en su lecho, a sepultarlo? ¿Podemos imaginar al ministro de cultura manifestando con nobleza, públicamente, el dolor de todos por la muerte de Nieto? ¿Tramitando la expatriación de sus cenizas, de sus libros, la publicación de sus inéditos, de su obra completa?



Los poetas no tienen país

Algunos sí lo tienen, pero sólo
Cuando tienen en sus manos el poder del país

Si los poetas no tienen país
No es porque no amen a su país
Ni a ningún país

Al contrario
Los poetas suelen ser amadores
De sus países, de muchos países
Como cualquier hombre cualquier mujer que se ha hecho y deshecho
Que ha amado y odiado en un país

Los poetas no tienen país
Y a veces los dejamos morir solos
Pobres
Abandonados
En la indigencia

Porque en el momento de la pobreza
Y la muerte
Las casas del poder de los negocios de la cultura
Les niegan hasta el saludo
Y se olvidan de ellos

Después de su muerte
Son los amigos del poeta quienes
Han de sufragar los gastos
Que sus cuerpos inertes demandan

Y son sus amigos no sus países
Quienes conservan su memoria
Sus palabras
Su gran legado

No las autoridades de sus ciudades
Ni de sus países
ocupados siempre en sus negocios

Los poetas no tienen país
Si han cometido la imperdonable locura
De mantenerse fieles a la poesía a la vida
No al poder

Y mueran pobres
Solos
desasistidos

Porque las autoridades de su ciudad de su país
Que tan inmediatamente responden a todo
En la lucha por el poder
No reaccionan
Cuando sólo se trata de la vida
De la poesía
de los poetas

Porque los poetas no tienen país