No. 98 / Abril 2017



Colmillos de Musgo:
Caravana Nacional de Poesía Autogestiva





La caravana en el germen de la idea – septiembre 2016

Andrés Cisneros de la Cruz
y Alma Miranda Alamilla*




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Concepto

Colmillos de Musgo es un proyecto móvil de animación sociocultural que busca detonar posibilidades de participación comunitaria y pensamiento crítico, haciendo del arte, la cultura y la educación, un tejido de existencia digno, autónomo y enraizado a una fuerza creativa colectiva. La Caravana Nacional de Poesía Autogestiva espera llegar a diversos espacios dentro de la geografía nacional –considerada un saber estratégico de resistencias— siendo una plataforma que construye desde la alternativa, en los márgenes de las transformaciones sociales y donde cada individuo es protagonista de un destino propio.

Colmillos de Musgo es la cultura viva que reverdece en la piedra de nuestros antepasados.


Filosofía

Nos interesa la relación entre la creación artística, literaria, el quehacer etnográfico y la necesidad de una ética que permita gestar una actitud crítica y reflexiva de nuestro entorno; es así que entendemos el arte y la cultura como una práctica estética, espiritual, social y política.

Creemos en la capacidad del individuo y las diversas sociedades de construir redes de colaboración y de creación colectiva en función de las necesidades socioculturales locales; por ello nos interesa propiciar espacios de diálogo, de creación, de goce y dinamismo del tiempo libre, así como compartir alternativas de enseñanza y aprendizaje para la vida en comunidad.


Propuesta

Caravana Nacional de Poesía Autogestiva incluirá representaciones artísticas transdisciplinarias a cargo de sus integrantes; esto es espacios de encuentro a través de actos escénicos y performances que integran: música, poesía, danza-teatro; además se incluyen propuestas de pedagogías alternativas o participativas que generen vitalidad, y la posibilidad de construir y habitar otros mundos.

Además, la Caravana recorrerá los 32 estados de la república en un tiempo aproximado de 100 días, comenzando en el solsticio de invierno (19 de diciembre) y concluyendo en el equinoccio de primavera (21 de marzo). Con apoyo de gestores y promotores culturales independientes, así como instancias de arte y cultura de los municipios y estados, lograremos incidir en los espacios propicios para el encuentro entre la caravana y las diversas comunidades.

*Publicado originalmente en la página https://caravanamusgo.wordpress.com/


La caravana es vista al pasar


Parábola de una caravana que quiso ser musgo*

Por Homenic Fuentes




El musgo hace a la piedra y nace de la piedra y es la piedra. Así empieza esta fascinante marcha; de norte a sur en el interior de la república. Paso a paso se transmuta el aire. Puede olerse el movimiento del tiempo que se disgrega en el paisaje. El musgo evoca un sentido de calma mientras absorbe la infinita magnitud del viaje. Es una meditación animada sobre la vida profunda que se esconde en las hendiduras del camino, en las sombras crepusculares de una poesía primigenia y cantada por el viento.

Andrés Cisneros de la Cruz y Alma Miranda Alamilla, poetas perseverantes de la palabra, le han dado otro rostro al matorral olvidado, al roce del polvo en el calzado del que escribe entre los platanales, en las orillas de un barranco o frente al maizal que muestra sus dientes dorados. Niños y niñas han presenciado en provincia la suave brisa de una poética solidaria con el aislamiento que ha caído. Talleres de pintura, poesía, encuadernación, teatro, han venido a revitalizar la expresión de una conciencia colectiva.

Alejados del centralismo y la gran metrópolis donde la poesía es fruto estéril detrás de un aparador, la caravana del musgo muestra sus colmillos de agua luz en transparencia camaradería y deja que la poesía salga fuera de los libros. Cuando en las grandes capitales del mundo los poetas se arrebatan la palabra. La caravana tiene la sencillez de guardar silencio; conscientes de la consciencia universal de la que formamos parte. Cuando el canon excluye la caravana camina erguida, autogestiva e incluyente. Abriendo espacio, proponiendo proyectos y uniéndose a otros. Cuando el mundillo literario carga a cuesta a poetas espurios, la caravana muestra la textura de un nuevo día de una nueva palabra que derrumbe los muros de la mediocridad y dé paso a la autoconsciencia. Érase una vez una caravana que quiso ser musgo y que en su loco andar hizo cantar a las piedras y dio nuevo relieve a la geografía de un México decadente.

*Publicado originalmente en La Piraña, febrero de 2017. Enlace a la revista aquí