No. 99 / Mayo 2017


Peces de luna, niños a la poesía
ESPACIO INFANTIL



Cindell Celaya Arvizu



 
Un pez en la luna. Poemario sobre animales
Selección de María Emilia López
Ilustraciones de Helena Melo
CONACULTA
México, 2014


¿Cuantos de nosotros habremos tenido un acercamiento a la poesía sin haberlo notado? Poesía en forma de aquella canción para arrullarnos o la hora de recreo, entonadas a manera de acompañamiento de algún juego. Lo cierto es que forma parte de todos nosotros, estemos conscientes de ello o no.

Si ya han recordado alguna de ellas, seguro también recordarán a los personajes principales, muñecas, juguetes y animales. Y es que el reino animal ha sido motivación para chicos y grandes, quienes han encontrado inspiración o entretenimiento respectivamente, entre plumas, escamas, bigotes, garras, etc.

Es por eso que María Emilia López, profesional en Letras, Educación, Psicología, y especialista en el acompañamiento integral de la primera infancia, nos brinda la selección de poemas Un pez en la luna. Poemario sobre animales. No es la primera vez que hace un trabajo como éste, ya en el 2007 compiló Artepalabra. Voces en la poética de la infancia.

Tal como José Martí, uno de los poetas que conforman la antología, con su revista La edad de Oro, María Emilia participó en una revista abocada al arte, la literatura, la experiencia compartida y la educación, titulada Punto de Partida. De igual manera que la publicación de Martí, sólo vio la luz por un corto tiempo.

Sin embargo, Punto de Partida no estaba dedicada a los niños, sino a los padres, docentes y lectores a manera de acercarlos con los creadores y teóricos. El final de su publicación, a pesar de ser un hecho lamentable, significó el resurgimiento de la revista en forma de libros, pues revista y libros son recopilaciones, uno de la teoría de la poética de la infancia y los otros del ejemplo. En Un Pez en la luna. Poemas sobre animales es notoria la propuesta de la compiladora acerca de la importancia que tiene la relación de los niños con la poesía y la manera de acercarlos a ella.

Puede ser difícil encontrar textos adecuados para transmitir las sensaciones y el amor que sólo la poesía puede ofrecer. En este caso, la selección de poemas es muy acertada. En ella podemos encontrar poetas tan emblemáticos como Federico García Lorca, Gabriela Mistral, Juan José Tablada, el ya mencionado José Martí, entre otros. Reconocidos por la variedad de temáticas que manejan, es agradable que los adultos nos podamos encontrar con la inocencia y la niñez de estos autores por medio de sus letras, resaltadas en colores llamativos para atraer a los niños pero que no incomodan a los grandes.

Pero no olvidemos que este poemario está pensado específicamente para los más pequeños. Al inicio hice mención de las canciones que de niños cantábamos sin saber que eran poesía. Es por eso que un elemento a resaltar es la musicalidad de cada texto incluido. María Emilia también es consciente de la presencia constante del canto en la infancia, y es por ello que incluye canciones tradicionales:

Palomita blanca
reblanca, reblanca
¿Dónde está tu nido,
renido,renido?
En un palo verde
reverde, reverde,
Todo florecido
recido,recido.
 
Otro elemento significativo son las ilustraciones a cargo de Helena Melo, reconocida precisamente por su trabajo como ilustradora de libros y revistas para niños, lo cual la hizo ganadora del concurso Sed de Vivir de Catalana Fontvella de Barcelona en 2012, y ser finalista del concurso Hazlo Tú de la revista española YOROKOBU en el mismo año. Las ilustraciones de Melo resaltan por ser dibujos sencillos, llenos de colores que saltan a la vista y que, por su variedad y sus combinaciones sorpresivas, despiertan la imaginación. Estos suelen ocupar una página completa o rodear los poemas, lo que ayuda a que los niños presten atención a poema e imagen simultáneamente y puedan relacionar lo que leen con los dibujos.

Sin lugar a dudas el trabajo en conjunto de María Emilia López y de Helena Melo nos ofrece un estupendo medio para acercar la poesía a los niños de manera entretenida y creativa. Además, les muestra desde temprana edad poetas cuyos nombres los acompañarán durante toda su vida. Este poemario recuerda a la idea de Martí, acerca de que “La gramática la va descubriendo el niño en lo que lee y oye, y esa es la única que le sirve. ¡Oh, qué hermosa gratitud la de los niños, la pura gratitud no envenenada!¡Tiene el mundo quien tiene el poder de poner sobre los niños las primeras manos!” Seguramente los niños que tengan esta obra entre sus manos sentirán una gratitud sincera.


 

 
Iba un niño travieso
cazando mariposas;
las cazaba el bribón, les daba un beso
y después las soltaba entre las rosas.
                                                           José Martí





Desde su jaula un pájaro cantó:
¿por qué los niños están libres
y nosotros no?
                                                    José Juan Tablada
 



Canción de cuna para despertar a un negrito

Una paloma
cantando pasa:
¡upa mi negro
que el sol abraza!
Ya nadie duerme
ni está en su casa;
ni el cocodrilo
ni la yaguaza,
ni la culebra
ni la torcaza...
Coco, cacao,
cacho, cachaza,
¡upa mi negro
Que el sol abraza!
                                          Nicólas Guillén