No. 99 / Mayo 2017


Luis Alberto Arellano:
Tres poemas de
El papel de mi familia en la Revolución Industrial


La belleza es una bolsa de supermercado que vuela libre
en un estacionamiento mientras un adolescente la filma con su teléfono
 

I

No me cubran la cabeza con esa bolsa
de plástico
sólo quiero bailar
Entre más me preguntan
cómo
quién
que dónde
que por qué
que mi nombre
que el tuyo
que las estrellas
yo solo escucho música
salir de mi corazón
y mis huesos se mueven por dentro de la piel
cadera arriba
cadera abajo
hombros rotando
al ritmo
de cadera arriba
cadera abajo
mientras la bolsa en mi cabeza
se lleva el aire
y debo respirar más fuerte
para que cadera arriba
cadera abajo
no me tomen así de las manos
ese paso no sirve
me repito quedito
ese paso no sirve
no tiene gracia ni permite
lucir mis pantorrillas en el giro
no es un giro
es una mano lanzando mi torso hacia el piso
ese paso no sirve
y yo lo que quiero es bailar 
salir de mi corazón
musiquita alegre
trémula
como los molares de un dinosaurio
como las flores de mercurio
que formamos en los ventanales cuando llueve
No apaguen la música
y déjenme bailar
así sea sola
si ustedes no se saben los pasos.


II

Si ustedes no saben bailar
vengan, que les enseño
tomen una mano
la más grande y hueca que tengan
y pónganla alrededor de mi cintura
como si jalaran mi cuerpo hacia el suyo
pero sin jalarlo
que no somos nada
ni conocidos siquiera
Como en el corrido, pídanlo bonito
de buena manera
pongan esa mano ahí, en la cintura
sientan que sube por sus pies
por los tobillos y pantorrillas
un temblorcito
caliente y sonoro
un temblorcito que te dice mueve el pie
ahora el otro
gira la cadera
y la mano suelta toma mi otra mano suelta
gira la cadera
mueve los hombros
ahora la cabeza
sonríe mucho
que te estamos grabando
y dinos tu nombre
rango y procedencia
que te estamos grabando
sonríe mucho
pero hazlo sin dientes
que esos y tu lengua
ya nos pertenecen.


III

Obligar a la memoria 
a transar con las ganas de bailar
Qué recuerdo que pueda servir a este ritmo
cansino del uno dos tres cuatro
qué nombre callará las voces
y qué día
qué fachada qué número de piernas apiladas
qué cantidades qué descripciones
dirán es hora de bailar
y no importa si algo olvidas
Olvido 
es un nombre de poeta
como Homero
y como Catulo
Ven y baila
despacito y distraída
sobre este cable de luz
funámbulos del fin del mundo