No. 100 / Junio 2017


ESPEJUELOS


 

Una lengua común



Álvaro Valverde

 


Aunque las cosas han cambiado mucho y para bien, sigue uno teniendo la sensación de que es bastante lo que queda por hacer en torno al acercamiento entre las dos orillas de nuestra lengua. Para desmentir a Bernard Shaw que, en otro contexto, dijo aquello de que “una lengua común nos separa”, existen revistas como Periódico de Poesía, que nació “en 1987, por iniciativa de Marco Antonio Campos y bajo los auspicios de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma Metropolitana, como un espacio primordial lo mismo para el quehacer poético que para la reflexión y la crítica a partir de este.” El editor actual es Pedro Serrano, también poeta, que continúa esa tradición de aunar la dirección del PdP con la práctica poética y de paso, junto a sus colaboradores, da voz a poetas incipientes y a otros ya consagrados; permite que leamos poemas escritos en otras lenguas; propicia la crítica y el debate, sin los cuales no hay literatura en sentido estricto; favorece la conversación con poetas de distintos lugares; recupera versos olvidados o perdidos; apoya el diálogo de la poesía con otras artes (la pintura, la música, la fotografía…); y, en fin, elabora informes de los temas más variados siempre a favor de este género pobre, en el mejor y en el peor sentido del término, que, sin embargo, se sitúa en el centro de nuestro idioma.

De México, que en poesía lo es todo, pero con espíritu cosmopolita, rigurosa aunque no académica, PdP es una más (pero no una cualquiera) entre las revistas mexicanas que se han ocupado de nuestras letras en los dos últimos siglos. Deseo para ella una larga vida. Seguimos necesitados, ya decía, de nexos ultramarinos tan efectivos como este que nos permitan seguir defendiendo nuestra fructífera lengua común. ¡Salud!