No. 100 / Junio 2017


ESPEJUELOS


 
 



Diego Ibáñez

 

El Periódico de Poesía ha sido para mí un espacio que conjuga expresión y aprendizaje; lo veo como una desembocadura donde confluyen aguas distintas. El diálogo de las Mesas de Reseñas y Traducción suma diferentes maneras de ver la poesía, de relacionarse con el lenguaje. Colaboradores de distintas formaciones (letras hispánicas, inglesas, francesas o italianas e incluso estudios sobre China), lectores de distintas tradiciones se sientan juntos en la misma mesa dos veces al mes para dedicarse, por mero placer, a hablar de poesía. La visión crítica que persigue la Mesa de Reseñas conecta senderos de lectura y forma nuevos lectores. El ejercicio compartido de la traducción, como se practica en la mesa del Periódico de Poesía, genera dinámicas muy enriquecedoras; a veces uno trata de explicar una figura que solo cobra sentido en la lengua de origen e intenta justificar una terrible pérdida en la traducción cuando algún otro integrante, que tal vez no entiende la lengua del poema, sugiere una solución que funciona casi como la original. Hay algo casi alquímico en extraviarse dentro de una lengua extranjera para que, con ayuda de los colegas y amigos, uno pueda encontrarse de nuevo en los parajes de la lengua propia. Que el Periódico de Poesía sea un espacio que incite estos encuentros durante mucho tiempo más.