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Crítica
Revista cultural de la Universidad
Autónoma de Puebla

Núm. 126
Abril-mayo de 2008

Envuelta en una polémica desatada por el poeta Alí Calderón, quien en una carta abierta al rector de la BUAP exigió recientemente la remoción del director y subdirector de la revista universitaria, alegando la falta de oportunidades de los académicos y estudiantes de la Benemérita institución poblana para publicar en esas páginas, Crítica presenta en este número de primavera un poema de ¡Alí Calderón!

Además, poemas, muchos poemas: cuatro de José Javier Villareal, siete de Jesús Ramón Ibarra, tres de Daniel Téllez, dos de Carmen Boullosa, y versos y más versos de Daniel Saldaña París, Idalia Morejón Arnaiz y Eduardo Saravia.

Por si fuera poco, Luis Vicente de Aguinaga nos presenta un ensayo sobre la poesía de Eduardo Lizalde, el más rayado de todos los tigres.


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Luvina

Núm. 50
Primavera de 2008

En su número 50, correspondiente a la estación florida, la revista de la U de G estrena formato y directorio, al que se incorpora el poeta Víctor Ortiz Partida como coeditor. Dedicada al tema de la ira, las páginas de la primaveral entrega incluyen estos versos de Salah Al Hamdani: “… Al alba, cuando la luz se endurece,/ la infancia vuelve…”. Poemas de Julio Trujillo, Gabriel Cosoy, Ida Vitale, José Landa, Martha Candfield, Saúl Peña y José Homero. Complementa el ambigú un texto de Antonio Deltoro sobre un par de poemas de Octavio Paz.


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Día Siete

(suplemento semanal de El Universal)
Núm. 401         
20 de abril de 2008

Y hablando de Paz, en medio del festejo, la nota disonante: Jorge Aguilar Mora, acérrimo crítico de la figura paciana, publica un ensayo en el que se encarga de (o al menos así lo pretende) desmitificar el pensamiento del Nobel mexicano y bajar un poco a éste de su pedestal. Aquí algunas cuantas perlas:

La fuerza se manifiesta desde sus primeras publicaciones y se acentúa en la segunda mitad de su vida, cuando se vuelve obsesivo el deseo de aclarar, corregir, alterar, recrear sus ideas primeras sobre la literatura y la historia, y de manera especial la visión de su lugar en la literatura y la identidad de sus propios poemas. […]

Las iluminaciones de Paz pueden prescindir de su defectuoso recurso a los datos o a su marco histórico. […]

El mismo Paz dio argumentos para percibir la debilidad de su pensamiento histórico, el cual carecía de una idea clara sobre la lógica histórica. Un dato central de esta indefinición fue su crítica en La otra voz (1990) a la dialéctica hegeliana, a la que calificó de “lógica de la ilusión”, olvidando que tanto el laberinto de la soledad como El arco y la lira le debían todo a esa lógica y a esa ilusión. […]

Ya desde 1974 [Paz] tenía demasiada prisa de dejar establecido de una vez por todas su importancia definitiva y su lugar exacto en la poesía latinoamericana del siglo XX. Error fatal.