No. 103 / Octubre 2017


Mesa de Traducciones

Poesía entre celebración y cataclismo
 

Emma Julieta Barreiro


A finales del verano de 2016 recibimos en la Mesa de Traducciones del Periódico de Poesía de la UNAM, vía la entonces subdirectora de la publicación, Ana Franco, la propuesta de Adriana Díaz Enciso de participar en el 50º aniversario de la publicación londinense Modern Poetry & Translation. La invitación se trataba de colaborar en dicho aniversario formando un equipo de poetas traductores para traducir al español, a partir de más de diez diferentes idiomas, los poemas seleccionados para tal celebración.

Nuestro equipo de traductores cuenta tanto con jóvenes como con experimentados traductores, algunos de los cuales ya han publicado libros con su propia poesía. Sin embargo, ante la extensa variedad de lenguas que se requería traducir y el número de poemas por traducir, acudimos a colaboradores externos dentro de la UNAM, así como a otros traductores fuera de México, como Jorge Seca, traductor del alemán y profesor del Departamento de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Zyanya Gil, graduada de Letras Modernas de la UNAM, pero quien ha estudiado en Corea del Sur donde vive y traduce desde hace varios años, y a otros más que mencionaré más adelante.

Desde que se nos presentó la propuesta inicial de participar en este proyecto hasta la lectura que se hizo en la XXVII FIL del Zócalo en octubre de 2017, se dio un proceso que tuvo fases de continuidad y discontinuidad. Al principio, solo recibimos los textos en inglés y después, poco a poco, los originales en diversas lenguas, a partir de los cuales se hizo la traducción de una gran cantidad de los poemas siguiendo nuestro criterio general de traducir del idioma original de los poemas. A lo largo de esos meses, el reto de conformar el equipo de traductores tuvo altas y bajas puesto que algunos que inicialmente iban a traducir del panyabí, del farsi y del checo, por ejemplo, debido a diversas causas declinaron su participación durante el proceso. Pero ante esto, al final se dieron otras fructíferas colaboraciones “emergentes” como la de Teresa Alcaraz, quien es sobretodo curadora de arte y fotógrafa desde hace años en Arnhem, Holanda, y que tradujo con precisión, creatividad y un talento sobresaliente el poema en holandés de Rutger Kopland, o la participación de Bori Godley, joven traductora británica de origen húngaro quien tradujo del húngaro a Zsuzsa Beney y Jánozs Pilinsky con apoyo de nuestra Mesa de Traducciones.

Ante la falta de acceso a los poemas originales en lenguas como el polaco, el amhárico, el panyabí, el checo, el farsi o el vietnamita, o de traductores de esas lenguas, también al final se tradujeron algunos poemas de las versiones en inglés publicadas en el volumen de aniversario de la Modern Poetry & Translation. A los detractores de la práctica de traducir a partir de una traducción del original, solo hay que mencionarles que de otra forma no tendríamos las versiones en español con que ahora contamos de esos poemas y que el aporte de la Mesa de Traducciones del Periódico de Poesía, como lo mencionó Diego Tapia, quien tradujo del italiano a Clemente Rébora, con frecuencia consiste en la traducción de poemas y autores que de otra manera no se conocerían en nuestra lengua.

Podría contar muchas anécdotas que se dieron a lo largo de este proceso de traducción, pero me gustaría compartir una que ilustra un aspecto de la riqueza antes mencionada y de las dimensiones a las nos permite acceder la traducción de poesía. Radina Dimitrova, constante colaboradora de nuestra Mesa de Traducción, se encuentra haciendo una estancia doctoral ahora en China, y desde allá nos envió sus dos colaboraciones para este proyecto. Una de ellas fue el poema “Ceniza” del polaco Jan Bolesław Ozóg. Aunque lo tradujo del inglés al enviarlo mencionó: “Me enamoré de este poema. Sus imágenes, su lenguaje y su tono me hablan de una Polonia muy cercana a la Bulgaria donde nací”. De esta manera, se tendieron puentes inesperados entre una gama de lenguas y paisajes en esta traducción.

Nuestro equipo de traducción incluyó, además de los anteriormente mencionados, a Diego Xahil Tenorio, Miriam E. Castillo, Daniela Birt, Lucrecia Arcos, Diego Ibáñez y Andrés Arispe. Sin el entusiasmo y participación de todos estos colaboradores, no habría podido llevarse a cabo este proyecto. Además, para la lectura en el Zócalo contamos con la participación de lectores externos como Stephan Beyer, quien leyó en alemán a Paul Celan y Paula Ludwig; con las grabaciones de sus traducciones a estos poemas, enviadas desde Barcelona por Jorge Seca; y además con la lectura de Álvaro Cortés de las traducciones del Teresa Alcaraz y del poeta Manuel Santos de las traducciones de Radina Dimitrova. Por otra parte, participar en esta lectura en la XVII FIL Zócalo proporcionó un foro con público nuevo y de gran escala a que muchos integrantes de la Mesa de Traducciones no tienen acceso frecuente para compartir sus traducciones.

Finalizo esta nota con dos observaciones. La primera es que a partir de la invitación que recibimos para participar en el aniversario de la revista Modern Poetry & Translation, nuestra Mesa de Traducciones comenzó el proyecto de “Poesía en Tiempos de Guerra” al descubrir las posibilidades de investigación y traducción que nos proporcionaban la poesía de autores incluidos en la selección de Adriana Díaz Enciso. La segunda es la fuerte combinación de celebración y cataclismo que por azares de destino experimentamos al hacer la lectura de estas traducciones a unas semanas de terremoto de 19 septiembre de este año en la Ciudad de México, un suceso que nos ha dejado marcados el cuerpo y el alma a muchos, pero que a través de la traducción de poesía nos permite dotar de una dimensión de belleza, mediante la palabra, a la celebración que implica resistir y superar los trastornos que nos han tocado vivir aquí en estos tiempos y a otros durante otras épocas en otras latitudes.