No. 105 / Diciembre 2017 - Enero 2018



A modo de despedida


Lucrecia Oresanz

A partir de esta IV temporada del Concurso 1×1 de Traducción de Poesía, el Círculo de Traductores ya no formará parte de las instancias que convocan. Fueron tres años intensos e interesantes. Y quizás una buena manera de despedirnos en forma sea mirar tantito atrás y recordar algunos detalles de esos que van quedando de lado con la operación del día tras día y mes tras mes. Primero, recordar la inspiración del 1×1, que fue el concurso de traducción que convocaba la ya desaparecida revista estadounidense Rowboat. Poetry in Translation, de la que solo sobrevive un perfil en Facebook actualizado por última vez hace ya varios años:

https://www.facebook.com/Rowboat-Magazine-120197741376541/

Luego, la inspiración del nombre del concurso, que fue la muy recomendable página 1&1, o 1poeta&1poema, de Gonzalo Vélez, quien fue también el primer jurado o traductor especializado del certamen. Además de la semejanza del nombre, el tono didáctico y la actitud abierta con que va presentando sus traducciones Gonzalo Vélez fueron una gran inspiración para el ánimo del 1×1. Desde el principio quedó claro que el concurso buscaría ser un espacio donde se expusieran con honestidad minuciosa los muy diversos criterios que nos llevan a valorar un poema, a traducirlo de una u otra forma y a apreciar en uno u otro sentido una u otra traducción.

http://poemas-celebres.blogspot.mx/

También vale la pena recordar que desde el principio se buscó que el concurso fuera un pequeño terreno de justicia, o donde al menos se procurara no reproducir algunas injusticias históricas. Por eso se decidió no incluir inglés ni francés, las lenguas más comúnmente traducidas al español, para dejar espacio a lenguas menos visibles para nosotros. Por lo mismo, se buscó que las lenguas nacionales u originarias participaran junto con las lenguas imperiales y otras “lenguas del mundo”. Es difícil lograr esta mezcla, porque somos herederos de una larga tradición que por distintas vías (institucionales, discursivas, financieras, protocolarias, etc.) aparta unas lenguas de otras, pero el chiste era al menos poner el asunto por delante.

Por último, una contrainspiración fue el premio de traducción lanzado por el Conaculta y otras instancias hacia el final de la amargamente célebre administración calderonista, un premio que por desgracia llevó el nombre de un colega muy admirado, Tomás Segovia, y que fue recibido por otra colega muy admirada, Selma Ancira, pero que lamentablemente representa lo más oscuro y críptico de los mecanismos del prestigio cultural. Aunque queda claro que estábamos en otra dimensión (financiera, institucional, etc.), con ese contraejemplo en la memoria resultaba evidente que nuestro concurso debía ser un certamen abierto, ligero, festivo, traslúcido, luminoso.

Felizmente, creo que el 1×1 sí ha logrado ser todo eso. Y, sin duda, lo ha sido gracias al entusiasmo y entrega de quienes han participado con su creatividad desde ambos lados de las convocatorias, tanto quienes eligen y presentan los poemas (los llamados "traductores especializados", que muchas veces traen a la fiesta a los autores presentados y luego también eligen la traducción ganadora y explican su elección), como los concursantes, todos aquellos que se animan a enviar sus traducciones de los poemas propuestos. En el caso del Círculo de Traductores, hemos tenido también la alegría de recibir a varios de los ganadores en los talleres que les ofrecimos como parte del premio, lo cual ha permitido conocerlos en aún otra faceta.

Con este ir y venir de piezas creativas se da un principio de diálogo que en muchas ocasiones se ha prolongado más allá de los límites físicos del concurso. Los intercambios y amistad con todos estos participantes nos permiten a los del Círculo retirarnos satisfechos, con la certeza de que seguirán muchas temporadas de excelentes revelaciones. ¡Larga vida al Concurso 1×1!



Cambio de estafeta

Emma Julieta Barreiro

El Periódico de Poesía de la Dirección General de Literatura de la UNAM asume ahora el papel de principal organizador del Concurso 1x1 de Traducción de Poesía, con el valiosísimo apoyo de instancias independientes como lo son la Revista Sinfín, Pluralia Ediciones y Skribalia. El espíritu del Concurso 1x1 de Traducción de Poesía, como un espacio para leer, traducir y reflexionar sobre poesía, además de acercarnos a la diversidad lingüística y cultural, originalmente planteado por el Círculo de Traductores al iniciar hace tres años este proyecto en conjunto con el Periódico de Poesía, continúa en este cambio de estafeta.

Mi experiencia directa para convocar a la ardua y, a la vez, apasionante tarea de traducir poesía comenzó en la segunda edición del concurso a principios de 2016. Para entonces ya estaba en marcha la mecánica general del concurso. Lucrecia Orensanz, por parte del Círculo de Traductores, Pedro Serrano y Ana Franco, quien fue parte activa del Concurso hasta su segunda temporada, por parte del Periódico de Poesía, se habían dado a la tarea de organizar la primera temporada del Concurso. La gestión general del concurso implica proponer las lenguas a las que se convocará durante la temporada, así como contactar a los traductores especializados que se encargarán de presentar un poema (1) para convocar a su traducción al español y después de un arduo escrutinio, seleccionar la traducción (1) ganadora y argumentar su elección. La Dirección General de Publicaciones y Fomento a la Lectura, así como la Dirección de Literatura de la UNAM han participado proporcionando los reconocimientos y premios a los ganadores, un apoyo al que se han sumado también desde la segunda temporada la Revista Sinfín, Pluralia Ediciones y Skribalia, quienes, desde entonces, además también forman parte activa de la mecánica del concurso, por lo que doy las gracias especialmente a Ana Matías Rendón, Héctor Martínez Rojas y Cristina Rascón en este contexto.

La combinación de participantes institucionales e independientes en este concurso perfila ya su carácter plural e incluyente en un campo de la literatura que a veces se ha considerado elitista y excluyente. La variedad tanto de las lenguas, los traductores especializados y los participantes sigue esas líneas también. Basta con leer algunas de las presentaciones de los poemas, la argumentación para seleccionar los ganadores y las propias traducciones ganadoras para darnos cuenta que en realidad todos los lectores aficionados a la poesía, e interesados en su traducción, nos convertimos en participantes y ganadores del concurso también. 

El espíritu de pluralidad que caracteriza al Concurso 1x1 se ha desplegado en las lenguas que han sido convocadas a participar: durante la primera temporada (2015) tuvimos alemán, griego moderno, portugués, diixazá (zapoteco) y náhuatl; en la segunda temporada (2016) ayuuk (mixe), chino, hebreo e italiano; para la tercera temporada (2017) árabe, catalán, maya y ruso. Ahora en 2018 la convocatoria comienza con rumano y coreano, a los cuales les seguirán purépecha y una lengua africana en proceso de selección.
 
Mencionar los nombres de todos los participantes, ganadores y traductores especializados del concurso es una tarea más allá de las posibilidades de este breve texto, pero a todos los damos las gracias por ser parte del concurso y hacer posible lo que es el único concurso de traducción de poesía en México activo en este momento. Muchas anécdotas o algunas de las palabras de los participantes me gustaría compartir ahora, pero me limito a mencionar las palabras durante la entrega de reconocimientos este año de Tatiana Bubnova, reconocida académica de la UNAM y que fungió como traductora especializada del ruso, quien nos recordó la afirmación de que la poesía nos hace más humanos y que a través de la traducción esa humanidad extiende sus fronteras geográficas, así como la agradable sorpresa de escuchar la bien timbrada voz de Ramón Israel Castillo Zapata, ganador del concurso de ruso y originario de Yucatán, cantando con igual dominio melódico y lingüístico en maya, español, ruso y francés durante el brindis de la ceremonia de premiación de 2017.
 
Precisamente faltaba mencionar el apoyo entusiasta que nos ha brindado la Casa del Lago “Juan José Arreola” de la UNAM en el Bosque del Lago, junto con la Dirección de Literatura de nuestra universidad, para poder realizar las ceremonias de premiación en su magnífico espacio. Este año nos interesa cambiar el perfil de nuestra ceremonia de premiación y volverla más festiva, para lo cual esperamos tener música en vivo de al menos alguna de las lenguas convocadas a participar, una mini feria del libro con la presencia de editoriales que publiquen libros traducidos de las lenguas invitadas, entre otras sorpresas, y que la lectura de los poemas en su lengua original y en su traducción se instaure en el entorno cultural más amplio del que proceden y en el que les acoge. Los mantendremos informados.