............................................

portada-remedio.jpg Remedios para heridas sin remedio  
Jorge Souza Jauffred, Universidad Veracruzana, Xalapa, 2006

Por Jair Javier
............................................

 

—Un mapa dijo es una síntesis de la realidad,
un espejo que nos guía en la confusión de la vida.
Hay que saber leer entre líneas para encontrar el
camino. Fíjese. Si uno estudia el mapa del lugar
donde vive, primero tiene que encontrar el sitio
donde está al mirar el mapa.

Ricardo Piglia en El último lector.

Si se hace una lectura precisa, quirúrgica o cerebral entre los versos de Remedio para heridas sin remedio puede uno ser presa de un sueño nebuloso o terriblemente solipsista, de un desasosiego fantasmal que ensaya la poesía en los pasillos helados que comunican al siglo XX y el XXI. Sin embargo, el acercarse de tal manera, nos permite trazar las distintas líneas que persigue Jorge Souza Jauffred con sus poemas. Su evidente naturaleza lírica es el punto de partida, el trazo que se extiende hacia la búsqueda en la experiencia de las imágenes y las metáforas que liguen al poeta con el lector.

“Pregunta para comenzar a morir” es el poema que abre y en el que se cuestiona al lector para conectarlo con el texto, con el libro. Pero como en un salón de espejos, la pregunta también la hace el lector; es él quien inquiere al poeta, guiándose entre sus símbolos e imágenes. En sentido opuesto, el poeta se escribe y construye las dudas: la presencia del lector dentro del texto.

Otra línea es la del ritmo y la métrica que le dan presencia y carácter, pues son características de su origen lírico que le permite tener una oralidad puesta a prueba en tópicos como la ciudad, el desahucio, la soledad, la amante y la esencia de lo humano. Su propuesta estética se basa en la entonación y es un logro debido al cuidado en el manejo de la estructura a través de los versos —libres o medidos— que mantienen un pie rítmico constante.

La presencia predominante del poeta, que manifiesta sus emociones mediante un lenguaje musical y armonioso, incita a una línea que nos lleva a la literatura latinoamericana del siglo XX: si nuestro trazo es delicado y preciso la tendencia nos puede arrojar a Mario Benedetti o a Jaime Sabines, a Pablo Neruda, Rubén Bonifaz Nuño o Tomás Segovia.

Perfilo unas pocas líneas o trazos, pero el lector quirúrgico o cerebral notará otras tantas, en las cuales es posible construir, con los versos de Remedio para heridas sin remedio, el mapa donde se mueve Jorge Souza. Como “definitiva individualidad” de su generación, la de los cincuenta, evoca intensidades y establece una relación emotiva con otras voces poéticas afines que, en conjunto, guardan un paralelo de representación en nuestra literatura.

Gilles Deleuze en Conversaciones afirma que hay otra manera de leer: “considerar un libro como una máquina asignificante cuyo único problema es si funciona y cómo funciona, ¿cómo funciona para ti? Si no funciona, si no tiene ningún efecto, prueba a escoger otro libro. Esta otra lectura lo es en intensidad: algo pasa o no pasa. No hay nada que explicar, nada que interpretar, nada que comprender. Es una especie de conexión eléctrica.” Trabajos poéticos como el que realiza Souza Jauffred suelen abrir caminos, conectar, tender puentes y acercar la poesía a las personas para volverlas lectoras asiduas, capaces de “leer entre líneas”, de estudiar el mapa de la literatura y encontrar un sitio.

 


Leer poemas...

   


{moscomment}