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Marina

Tsvietáieva

 

Traducción de Selma Ancira y Francisco Segovia

 

 

 

 

Tu huella aún no ha sido atestiguada,
Tu remolino no es – desentrañable.
Bajo los cascos chascan
Hierbas y salicarias.

Camino sin hollar,
Abyecta llamarada –
¡Oh, Rus, mi patria,
Caballo sin herrar!

Tu tela rojo-vivo no encuentra una salida,
Y tus verdugos no se hallan las manos.
Una tinaja llena de rendijas
En todos los palacios –  y un cadalso.

Me hartaré de comer corteza de árbol –
¡Hoy nadie se sorprendería!
¡Oh Rusia, patria mía,
Hechizado caballo!

¡Nadie se monta al vuelo – nadie se sienta en marcha!
Si lo logras – ¡a nadie se te ocurra culpar!
Con tu carácter sólo cuadra
un jinete – ¡mamai!

Infames ojos de gandul,
Y mano delincuente...
- ¡Eh, patria Rus,
Caballo impenitente!

(8 de octubre de 1921)

 

 

 

 


 

 

 

¡Para qué quiero yo nubes y estepas
Y el espacio completo bajo el sol!
Soy esclavo y adoro mis cadenas.
A Siberia bendigo yo.

¡Eh, ustedes, que vienen ya de vuelta!
A las grandes ciudades reverencia.
No vendo yo mi pozo de suplicios
Ni por toda la libertad.

¡Reverencia a ti, Kiev, ciudad de Dios!
¡Reverencia a Moscú, ciudad real!
¡A mi vida mundana reverencia!
Soy hijo que ha olvidado lo filial.

No se alzará a mirar el sembradío
quien ama su ataúd estando muerto.
Del mundo me apartó con sus hechizos
El minero supremo.

(3 de mayo de 1921)

                                   

 


 

El recuerdo de usted es un humo liviano
Un humito azulado detrás de la ventana.
El recuerdo de usted – una tranquila casa.
Su casita – tranquila – con el cerrojo echado.

¿Qué cosa es ese humito? Y esa casita ¿qué es?
El suelo – ¡va volando debajo de mis pies!
Las puertas – ¡ya sin quicio! – ¡El techo – allá arriba!
El humito azulado – ¡la casita tranquila!

(10 de julio de 1918)

                                   

 


 

No quiero ni amores ni honores:
- Embriagadores. – ¡No tengo ambiciones!
Yo ni siquiera quiero una manzana
Tan tentadora – de aquella canasta.

Detrás de mí se arrastran cadenas y cerrojos.
Pronto comenzará a tronar su trüeno.

- ¡Qué ganas tengo!
¡Ay, que ganas tengo
De irme muriendo poco a poco!

(julio de 1920)

                                   

 


 

¡Amargor! ¡Amargor! Sempiterno resabio
- ¡Oh pasión! – de tus labios.
¡Amargor! ¡Amargor! Mordedura perenne –
Más dura que los dientes. 

Yo por amargor – beso
A todos, a los jóvenes y también a los buenos.
Tú por amargor – a otra
Conduces por la noche tomada de la mano.

Con hogaza de pan como, con agua trago
El amargor-desdicha, el amargor-tristeza.
Como ésta hay una hierba,
¡Oh Rus!, en tus praderas.

(10 de junio de 1917)

                                   

 


 

Vine a pedirte el pan
Nuestro de cada día,
¡Como si al cielo mismo –
Me negaran la entrada!

¡Sólo en su trono Dios
Puede proveer tanto!
¡Señor, guarda en tu palma
Al Buen Pastor!

¡No olvidaré el asilo
Cuando encienda los cirios!
Vasallajes hay tres:
Hambre, pasión, vejez…

De una me has liberado,
De otra – ¡estoy tan lejano!
¡Y nada le he dejado
A aquella de ojos zarcos!

 Cantantes y marinos
¡Rápido abandonamos!
Tres libertades hay:
El canto, el pan, la mar…

(entre el 25 de mayo el 13 de julio de 1920)

                                   

 


 

Magdalena

De tus rumbos no voy a preguntarte,
Pues todo se ha cumplido – ¡Mi adorada!
Cuando estaba descalzo, me calzaste
Con el chubasco de tu pelo
Y – de tus lágrimas.

No voy a preguntarte por el precio
que por esos aceites tú pagaste.
Cuando estaba desnudo, con la ola
Del cuerpo me inundaste – como cota
Completo me rodeaste.

Tu desnudez repasarán mis dedos
Sin ni siquiera pronunciar palabra alguna.
Yo era recto, mas tú, a mis pies cayendo,
Me enseñaste la inclinación de la ternura.

Hazme entre tus cabellos una fosa, 
Sin lino empáñame.
- ¡Tú que das mirra! Y yo ¿quiero su aroma?
Tú me lavaste
Como una ola.

(31 de agosto de 1923)

                                   

 


 

Agosto – astros,
Agosto – estrellas,
Agosto – ristras
de uvas y serbales.
¡Aherrumbrado – agosto!

Robusto, bondadoso,
Con tu imperial manzana,
Cual niño, agosto, juegas.
Rozas, como una mano el corazón
Con tu nombre imperial:
¡Agosto! – ¡Corazón!

¡Mes de besos tardíos,
De rosas y relámpagos tardíos!
¡De aguaceros de estrellas!
¡Agosto! – ¡El mes!
¡De aguaceros de estrellas!

(7 de febrero de 1917)

 


 

* Estos poemas forman parte de El sol de la tarde: Elena Frolova canta a Marina Tsvietáieva, un disco doble que el Colegio Universitario de Humanidades de Querétaro pondrá a circular el próximo mes de octubre.

   


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