...........................................

portada-desdeuna-maricel.jpgDesde una plataforma en Manhattan. Antología poética 1986-2006
Maricel Mayor Marsán
UAM/Ediciones Fósforo, México, 2008

 

............................................

George, el taxista

¿Cómo medir distancias, señora?
¿Cómo saber mi ruta de referencia?
dice el taxista enojado:
Nos han tumbado las torres y, cada día
me pierdo, por lo menos unas tres horas.
No hay mente que se componga
para este negro pobre de Harlem.
Con setenta años sobre sus hombros,
retirado, abuelo y sordo, a su viejo taxi volvió.
Él jura y perjura que las torres eran su guía,
pero en su conversación me confía
que ha vuelto a ser el sostén de familia
desde aquel onceno día en que sus hijos se fueron.

24 de mayo de 2002
Centro de Manhattan




El destino de un símbolo americano

Al arquitecto Minoru Yamasaki*

Dos hermanas  idénticas eran
las más altas espigas al cielo.
Torres gemelas de orgullo
en una ciudad y su gente.
Dieciséis acres de un solo destino
dos ríos cercanos, una plaza y un sueño.

Del Hudson, sus navegantes con gozo
atravesaban sus sombras proyectadas al agua.
Desde el Battery Park, los amantes y turistas
recordaban el otrora singular paisaje.
Enfrente, las silenciosas islas Liberty y Ellis
extrañaban la vista de tal enhiesta presencia.

¡Oh, ideal del puerto neoyorquino!
Las voces y los hechos se suman a la historia.
Tus veintisiete años de gracia
nos dejan un enorme y solemne vacío.



La visión de Picasso

Dedicado a las víctimas de la
Guerra Civil Española

La visión de tu acrisolado espejo
era una crisálida deshojada
a fuerza de llanto y latir de ombligo.
El paritorio de emociones fuertes
cambiaron los esquemas de las cosas.
Se reflejaron las esencias y dolencias
en un sinfín de alteradas sensaciones
para querellar tantos desmanes
que cercenaban a tu pueblo.
Era imposible apartar la mano,
el pincel y las brochas ilustraban
todos los excesos de la guerra
en un lienzo conocido como Guernica.



Venimecum

Ven conmigo, a donde el verso nos deje.
Suprime la impaciencia y deja la apariencia
a un lado, a solas.
Quizás vagando entre tragedia y llanto
podamos llegar a reír, allí
donde sólo se acaricia la vida.
Cuéntame todo,
que tu dolor sea mío, porque
aquí te entrego mi mano de frente.


*Inmigrante japonés que diseñó las Torres Gemelas.
Leer reseña...
 
{moscomment}