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II Recital Chilango-Andaluz |
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(Jaén, 1976) VOLVÍ ASQUEADA LA espalda al sonido de su lápiz cuando anota al margen de los versos consagrados; a la cerilla consumida y atrapada por la luz de neón blanco de carne blanda de lengua tosca si lame, si besa. Para colmo, dormí destapada. Aquella noche -sola ante el mundo y el lavabo- deseé a todos los imbéciles menores de veinticinco. Alejandro Campos Oliver (Cuernavaca, Morelos, 1983) Las hojas del ficus son corazones de estrellas Las hojas del ficus son corazones de estrellas Se elevan como manada de gestos que zurcen mares trepan el aire como gorriones en vuelo zigzagueante Las hojas del ficus son corazones de estrellas Se elevan como manada de gestos que almuerzan polvo leen el fuego como nerviosos búhos Las hojas del ficus son corazones de estrellas Se aman Se remiendan como el fuego Se montan como el polvo Se engullen como el mar Se repasan como el aire Perennemente breves Incesantemente huidizas Sólo son hojas Sólo se aman Sólo se elevan Raúl Díaz Rosales (Málaga, 1979) [Hoguera]
Karina Falcón (Ciudad de México, 1984) iiixix o fragmento extraído del Cuaderno Rojo (con toda la formalidad que esto implica) He decidido creer, es decir amar el cuadro que se ofrece allá, fuera de la ventana: los guantes blanquísimos que hacen los lindes de mi ojo y son circo a mi entendimiento, sus molduras. Cercos curvilíneos que en el aire son espira les truncadas, redondeles de mármol, orbes perfectas y llenas de lo intangible. Aquel rostro me observa, es incisivo y no logramos delimitarnos, parece su anhelo cruzar la ventana para comenzar a ser una certeza, existe y deja de existir en la distracción del trazo. Es su rostro como la lluvia que va y viene y vira su ángulo de caída a cada segundo. La única certeza no es la lluvia, o el rostro o los guantes blancos o la ventana, sino la mirada que los traza a todos, caída, es decir, escribir que alguna vez hubo mirada, trazo, rostro, o punto primero en la escritura. Borja de Diego (Sevilla, 1988) Walking around Me duelen las luces de ciudad. El rumbo anárquico de los perros. La serenidad de los nichos. Las cruces de farmacia y el arte urbano. Las noches sin clemencia, el hueco que hieres en mi cama y la vigía de unos pocos contra el amanecer. El dolor que ofrecen las vidrieras. Natalia González Gottdiener (Ciudad de México, 1984) XIII Qué me das porque esta historia no pase, porque este tiempo calavera no sea tiempo, porque mis palabras en racimo respondan, las mil y una dudas que dan los diarios. Dime si a tu andanza vamos, de qué color es mi ciudad. Di si no duerme y en ella mi irrealidad se realiza: Sino blanco, Sino negro. De qué color es mi ciudad, de qué color. Me visto historias en los ojos, mi verdad transita la mirada, camino a presentir o volverse atrás. Recibo papeletas tiro papeletas. Me mueren mis personajes vivo de las preguntas Al otro lado doblo la esquina, cierro el círculo, encuadro mis imágenes a un ritmo. Jaime Galbarro García (Sevilla, 1981) Canto elemental ...quiero tallar la piedra con el cuerpo Jules Asimov
Moisés Villaseñor (Atizapán, 1980) VI Yo también uso trucos para ocultarme en escondrijos que me llenan de sentimientos sustitutos. Yo también traigo espinas en la corona, el temple sencillo de la desesperanza, a mí nadie me cuenta de amores perdidos para siempre ni de errores que cuestan la compañía. Sé que te invento historias de amor aburridas, sé que se me nublan los ojos con una falda y que sumergiría el intransigente sentido del miedo en algún rincón de la soberbia. Aquí está la noche, bajo tu aroma, sobre el desliz de tu piel palpitante. Pero a mí lo oscuro no me daña, no caigo con el primer golpe al orgullo ni me doblego ante tu insistente ausencia. Y es que yo también traigo abollado el deseo, Y a mí nadie me cuenta de amores perdidos para siempre ni de errores que cuestan todas las intermitencias de una luciérnaga con ojos de niña. Juan Manuel Gil (Almería 1979) Travis En 1984 el loco Travis dejando el desierto parís ardiendo en la imaginación sobre una postal un campo de trigo el montaje de apenas un vida la distancia o el travelling 2000 millas para llegar a Texas Travis haciéndose con la ciudad en 144 minutos París es lluviosa diariamente París no es única París las autopistas Travis ya cadáver en la memoria los secretos de una guantera la esperanza de un mapa escrito al dorso detenida la imagen en 1984 Iván Vergara García (Ciudad de México, 1979) A VECES LOS primeros destrozos avisan antes y es nuestra condena renegar esa pena cuando también llamamos al dolor a voces. A veces son necesarias las heridas para sembrar estaciones, para dormir calmos, para esperar la corona de espinas y su triste alivio. A veces es tan perra la espera que solemos rompernos el alma, solemos vestirnos de montañas o de nada. La condena llega, también lo sabemos antes y que nos besemos es lo más penoso, que nos miremos y que la desnudez sonroje, que los roces hieran y torturen, que decir palabras confirmen certeros muros, perfectas ciénagas. Cuánto y tanto nos esforzamos por ello, qué se yo, sólo que entre tú y este cuerpo queda una ciudad por recorrer y en ello la trampa nosotros ya éramos dioses. Rubén Martín (Granada, 1980) Radiografía del temblor La punta de una aguja se aproxima a tu pupila; la sientes contraerse, desafiar el miedo imitando su filo, aceptando sus reglas. Movimiento invisible, de tan lento, de tan ínfimo: ¿A cuánto tiempo aspiras? ¿Una vida, unos milímetros, un mundo? Y la aguja parece no avanzar, y tu mirada va pactando en secreto, con paciencia infinita, el encuentro final de acero y ojo. Anuar Zúñiga Naime (Ciudad de México, 1982) II Mesías mariguanos merodeando muladares monarcales. Mandatarios megalomaniacos; miopes, mandando masacres mundiales; matanzas macabras. Miedo mediático, mediáticas mentiras moldeando mentes maleables. Magros muros mostrando musgo-marketing. Moho modernista. Maricas maquillados: moradores marginales. Manos menesterosas mendigando monedas. Médicos matasanos mordiendo matrices moradas, matando madres menores. Monjas masturbándose. Moral malsana, morbosa. Máscaras marfiles mirando mudas. Mercenarios maleantes mutilando mártires mustios (musulmanes, marxistas, mujeres, morenos, mulatos, más…). Místicos mediocres mercadeando miedo. Macilentas; maliciosas miradas malabareando milagros malogrados. Marasmo mercantil, modernidad medieval. Metrópolis mezquina, marrullera muertadehambre… misántropa. Mundo mingitorio. Mundo minado. Mundo moderno. Madre, moléstate. Manda maremotos, meteoritos, malaria. Moviliza motines, marcianos malintencionados. Ménguanos. Mérmanos. Muélenos. Mátanos. Raúl Quinto (Cartagena, 1978) El informador
Todos aguardan gritos. Pero nada se escucha.
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