Sergio Ernesto Ríos
(Toluca, México, 1981)
XII
para Ángel Ortuño
Es un ejercicio invertebrado
(harto de los cielos de tul
entre nenúfares lacios)
que esas realidades ficticias
acaben disolviéndose
bajo tus pies tus plantas
lluvia junto a la ornitología
de la lluvia
el manuscrito en equilibrio
gótico
un fuego lisiado
pendiente
un monosílabo
a traspié
:
Tarde venientibus
ossa
XIV
Ahí viene la Muñeca Canina
la seducción de un trébol de cuatro hojas
color papiro
que me hace pensar
en la misericordia
que me hace pensar
que no sé lo que haré
con la baba morfina cuando
reviva el asombro
que me hace pensar
en el interruptor
de cierta ruina atómica
escondido en el bolsillo
de no sé cuál personaje inmortal
con manos incomprensibles
con temores elásticos
con indicaciones dulcemente imbéciles
Muñeca Canina Aperitiva
Muñeca Boba Brillante
barniz de lava cuando enciendo
el cigarro tembloroso
de la hora de su cena
Muñequita Canina Señuelo
Muñequita Cólico de la canción voluntaria del amor
algunos mechones del jardín
son en realidad un ciervo
no recuerdo ningún grumo niño
del hidrocéfalo
no recuerdo
la verdad celofán que inyecté
a la caducidad del plazo
ni la hora a cuenta de nuestro disfraz
de gazapos celestiales
te regalo la sombrilla
que persigue una turba
de cerezas estudiadas en novelas de amor
y en el ocio de las canciones de cuna
soy una hazaña cursi
pero soy también un laboratorio
donde gime un ostentoso paje de azufre
soy el pasamanos del conejo ciego
pero también soy el nervio
que mastica la pólvora
soy el comprador del espejo
en que las hortensias profanan
un esbelto camisón de hospital
pero también soy la línea de unión
de dos huesos del cráneo
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