tom-waits.jpg

Tom Waits 


Tom Waits: cinco canciones*
 
Versiones de Raúl Carrillo Arciniega
 

Postal Navideña
(de una puta en Minneapolis)

Ey, Charly, estoy embarazada
y vivo en la calle 9,
arriba de un librería porno,
más allá de la avenida Euclid

Ya no me meto mierda
y le paré al güisqui,
y mi güey toca el trombón
y hace ejercicio en la calle.

Dice que me ama
y aunque no es su hijo,
dice que lo va a criar
como si lo fuera.
Me dio un anillo
que era de su madre
y me lleva a bailar
todos los sábados en la noche.

Y oye, Charly, me acuerdo mucho de ti
cada vez que paso por la gasolinera
por toda la grasa
que traías siempre en el pelo.
Y todavía tengo aquel disco
De Little Anthony y los Imperials
pero me robaron mi tocadiscos,
¿cómo ves?

Oye, Charly, casi me vuelvo loca
después de que agarraron al Mario.
Me regresé a Omaha
a vivir con mis viejos,
pero todos a los que conocía
estaban muertos o en la cárcel,
así que mejor volví a Minneapolis,
creo que esta vez me quedaré.

Ey, Charly, creo que soy feliz
por primera vez desde mi accidente,
y me gustaría tener todo ese dinero
que nos gastábamos en droga

para comprarme un lote de coches usados
y no vender ninguno
y poder manejar uno distinto cada día,
dependiendo de cómo me sienta.

Oye Charly,
por el amor de Dios,
¿quieres saber la verdad?

No tengo marido
ni toca el trombón
y necesito que me prestes dinero
para pagarle al abogado.
Y Charly, por cierto,
me darán libertad condicional.
Ven el día de San Valentín



En el fondo de la cloaca

Cuando deambules por el jardín
—disculpa la intromisión—
cuídate las espaldas
camina a través del sendero
angosto y recto
y si Jesús te acompaña
bien sabrá tu alma rescatar
mantén al diablo
en el fondo de la cloaca
pues él tiene el fuego y la furia
a su servicio
mas despreocúpate
si te aferras a la mano del Señor
te encontrarás a salvo de Satán
cuando el trueno retiemble
ayúdame a mantener al diablo
allá en el fondo de la cloaca.

Todos los ángeles alaban
la poderosa espada de Jesús
y te protegen con sus alas
para mantenerte cerca del Señor
pero ignora el calor de la tentación
que en sus manos es helado.

Ayúdame a mantener al diablo
en el fondo de la cloaca.



Tentación

Brandy oxidado en un vaso de diamante
todo está hecho de sueños
el tiempo es de miel
                            lenta y dulce
sólo los tontos saben lo que significa
la tentación, la tentación, la tentación.

Sé que ella está hecha de humo
pero he perdido su rastro;
sabe que estoy arruinado
y que pese a todo debo jugar
a la tentación sin resistirme.

Con un rosa holandés y un azul italiano
te espera ahí.
Mi voluntad ha desaparecido
y ahora mi confusión es demasiado clara:
la tentación, la tentación, la tentación
que no puedo resistir.

Brandy oxidado en un vaso de diamante
todo está hecho de sueños
el tiempo es lenta y dulce miel
sólo los tontos saben qué significa
la tentación, la tentación, la tentación.



El Charro Negro*

Vengan y únanse al Charro Negro
que nos divertiremos como antaño.
Recuéstense en la tela de gran tamaño
donde descansa la viuda negra en su sopor.
Beberé tu sangre como vino
Entra sin temor
                                  a tu destino
que no es pecado
quitarle a la piel el humor
y bailar alrededor de tus huesos,
                                                                     recostado.
Vengan y únanse al Charro Negro,
nos divertiremos como antaño.
Engánchense al Charro Negro.

Beberé de tu sangre como vino
y te abandonaré en Harlem a tu sino,
allá donde brillan las balas de estaño
y cuando hayas terminado
y amartilles tu revólver con tino
la sangre correrá por todos lados
como trenzas por el pelo.

Vengan y únanse al charro negro
que nos divertiremos como antaño.

Tengo algo para ustedes.
Vengan y únanse al charro negro.
Quiero su compañía,
que cocinaré una ternera
con un guisado de primera.
Así es como me siento de a de veras.
Me permites tu cabeza
que necesito un tazón con corteza.
Vengan y únanse al charro negro
que nos divertiremos como enanos.



Alice

Es un clima de ensoñación en donde estamos
Alzas tu deformada varita mágica
Junto a un helado estanque con la luna congelada
He visto un crimen de sombra que alardea
Y hay lágrimas en mi rostro
Y en el estanque las estacas
Deletrean Alice

Desaparezco en tu nombre
Pero es preciso que me esperes
En algún sitio al otro lado del mar
Donde los restos de un navío
Tu pelo entre las olas parece el césped 
            de la pradera
Y las gotas de lluvia en mi ventana
Y el hielo en mi vaso
Cielo, en lo único que pienso es en tu nombre.

Matemáticas metonímicas,
Retrasa las manecillas del reloj.
¿Cómo estremece el océano a la embarcación?
¿Cómo encontró la navaja mi cuello?
Las únicas cuerdas que me mantienen aquí
Están enredadas alrededor del muelle.

Y también un beso secreto
Que trae locura entre su dicha
Trataré de recordarlo
Cuando esté muerto en mi tumba
Déjame a la deriva para pederme
Porque debo estar loco
Para patinar en tu nombre
Y trazarlo dos veces

Me caigo en su frío: Alice
Solo en Alice.


* Para esta canción, titulada originalmente “The Black Rider” (incluida en el disco de Tom Waits que lleva el mismo título), he privilegiado la traducción de rider por charro, para darle así al texto el mismo espíritu desacralizador de la figura del “jinete” vinculada con una tradición bíblica-apocalíptica protestante. Hay que destacar que al Apocalipsis en inglés se le llama Revelation para atenuar el espíritu catastrófico que el término Apocalypse conlleva en inglés (Princeton University Dictionary). La música que acompaña al texto refuerza esta idea al convertir al rider (figura icónica muy arraigada en la cultura norteamericana) en una efigie circense, de fascinación morbosa y de atracción ficticia. Recordemos que una de las diferencias radicales entre el culto católico y protestante es la interpretación libre de la Biblia y la ausencia de mediadores entre el texto y dios, situación por la cual las congregaciones cristianas proliferan por todo el orbe anglosajón estadounidense. Debido a ese cisma entre las dos corrientes del cristianismo moderno, la traducción autorizada en lengua vernácula al inglés fue la del rey James de Inglaterra, en 1611. De hecho, muchos norteamericanos piensan que la versión original de la Biblia fue escrita en inglés.


{moscomment}