taller-poesia-01.jpg 29 de Abril de 2009

Viaje iniciático a la poesía


C.N.N.

EMOCIÓN + sentido + música= poesía». La descripción -que casi podría ser un caligrama-, en mayúsculas, impresa con tinta azul y grapada junto a otros ocho folios es el punto uno, el principio de todo. ¿Qué es la poesía? Unos veinte alumnos abordaron esta pregunta inmensa en los primeros instantes del curso 'La poesía es posible', que imparte la poeta cacereña Ada Salas y que pretende ser un viaje iniciático en ese género más practicado que leído. Porque, dijo esta autora, ganadora, entre otros, de los premios Juan Manuel Rozas e Hiperión, que aunque la poesía vende poco es el refugio de muchos, una vía de expresión a la que algunos se abrazan en la adolescencia pero que luego se abandona.

«Se trata de perderle un poco el respeto, como lectores o como autores». Salas esperaba un alumnado casi virgen en materia poética, pero solamente una persona declaraba no haber escrito nunca un verso. Los demás, quién más quien menos había tenido sus escarceos. Antonio José Trigo, por ejemplo, ya había publicado parte de sus creaciones. «Me gusta escribir, pero no sólo poesía, sino también novela y ensayo». Un todoterreno de Sevilla que ha aprovechado una visita familiar a Cáceres para apuntarse a este taller. Conocía a la autora, tenía «referencias».

Escribir por «necesidad»

 

Laura Díaz se apuntó al taller buscando motivación. Una motivación que poco a poco se ha ido diluyendo, a pesar de que esta joven, licenciada en Historia del Arte, que declara «escribir por necesidad» ha ganado ya un certamen poético. Entre el resto de los alumnos, un poco de todo. Había también una fotografa, Julieta Pellicer. Ambas disciplinas, fotografía y poesía, tienen en común cosas que este taller une. «El curso también intenta tener una visión contemporánea de la poesía, la división entre géneros hace un siglo que desapareció y se trata de ver cómo puede haber poesía en la fotografía, en la publicidad, en la imagen o en el cine», apuntó Salas, que sí confía en el poder de talleres literarios como éste, que proliferan sobre todo en las grandes ciudades. Los alumnos de esta actividad saldrán, cámara en ristre, al escenario mágico de la parte antigua, que servirá de ámbito para explorar la relación entre la imagen y la palabra.


El taller fue una de las aportaciones de Cáceres 2016 al programa de la Feria del Libro.


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