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Una conversación interrumpida |
Por Jorge Fondebrider
La escena transcurre en lo que suponemos un hogar de clase media, donde vive una pareja, probablemente de mediana edad y con algún tipo de apetencia intelectual ya que ambos leen poesía: ella, Emily Dickinson; él, Robert Frost. Es evidente que tienen muchas cosas en común, pero, no obstante conversan sobre si la terapia sirve en realidad o si el teatro está realmente muerto, se trata nada más que de tópicos vinculados a su clase y educación ya que, aparentemente, entre ellos no existe la posibilidad de una auténtica comunicación. Uno declara que están “arrellanados en nuestra indiferencia/ como valvas en la costa”, mientras se puede oír cómo ruge el océano. Son “como un poema mediocremente escrito/ versos sin ritmo/ pareados sin rima”, porque, como repite insistentemente el estribillo de la canción, se trata de una conversación interrumpida. |
No. 39 / Mayo 2011 |
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Una conversación interrumpida |
Música y poesía por Jorge Fondebrider
La escena transcurre en lo que suponemos un hogar de clase media, donde vive una pareja, probablemente de mediana edad y con algún tipo de apetencia intelectual ya que ambos leen poesía: ella, Emily Dickinson; él, Robert Frost. Es evidente que tienen muchas cosas en común, pero, no obstante conversan sobre si la terapia sirve en realidad o si el teatro está realmente muerto, se trata nada más que de tópicos vinculados a su clase y educación ya que, aparentemente, entre ellos no existe la posibilidad de una auténtica comunicación. Uno declara que están “arrellanados en nuestra indiferencia/ como valvas en la costa”, mientras se puede oír cómo ruge el océano. Son “como un poema mediocremente escrito/ versos sin ritmo/ pareados sin rima”, porque, como repite insistentemente el estribillo de la canción, se trata de una conversación interrumpida. |
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