El padre Óscar Enríquez , director del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte de Juárez, y la Asamblea Juarense por la Paz con Justicia y Dignidad ha denunciado que anoche, 5 de junio, alrededor de la 20 horas, agentes de la Policía Federal, a bordo de al menos cinco patrullas, irrumpieron, sin orden de cateo, en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, organismo de la sociedad civil que participa activamente en la recepción de la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad.

Ante los hechos arriba reseñados, la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad manifiesta lo siguiente: que los cientos de mujeres y hombres mexicanos que conformamos esta columna humana somos ciudadanos de paz y enemigos de la violencia, aun cuando muchos de nosotros somos víctimas de la misma y carguemos el peso del dolor por nuestros seres queridos asesinados, secuestrados o desaparecidos. También queremos manifestar que nos convoca la sed de justicia, pues la historia común que nos reúne es la de la justicia negada y el imperio de la impunidad. No entendemos qué puede buscar la Policía Federal Preventiva en las oficinas donde laboran los heroicos defensores de los derechos humanos de Ciudad Juárez, pero queremos manifestar que si el objetivo es amedrentarnos se equivocan, pues si hemos salido a recorrer el país y mostramos públicamente nuestro dolor e indignación es justamente porque superamos el miedo y la impotencia, y ni el crimen ni la represión nos harán retroceder.

A la misma hora en que Julián Le Barón y Javier Sicilia -en la plaza de El Carmen, frente al Teatro de la Paz en San Luis Potosí- invitaban a aquellos que manifiestan su legítima indignación con el insulto a cambiar el corazón de la clase política, con la fuerza del amor y no del odio; la Policía Federal, en Ciudad Juárez, cuya máxima autoridad es la presidencia de la República, forzaba las puertas, rompía candados, vandalizaba la oficina, extraía información de las computadoras y robaba documentos de los archivos. ¿Qué busca Felipe Calderón en el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte? ¿El expedientes del dolor y la injusticia, las pruebas irrefutables de su incapacidad para garantizar la paz y la legalidad? ¿Qué guerra pretende ganar instruyendo a su policía a comportarse como delincuentes?

Si con esta agresión se pretende que perdamos los estribos y respondamos con violencia, manifestamos desde esta tierra que vio nacer el poeta Ramón López Velarde que no vamos a cooperar con la espiral de violencia, que no cuenten con nosotros, que sus juegos de guerra nos lastiman y nos indignan y que vamos a desobedecer todo mandato de guerra e inhumanidad. Nosotros somos amantes de la suave patria y por eso hemos emprendido el camino del consuelo, el camino de la paz, y la búsqueda de la justicia a través de la legalidad, y esta provocación -a todas luces fuera de la Ley- no nos hará perder el rumbo.