No. 59 / Mayo 2013


Poesía en Voz Alta.13

Poemas





Yanko González
(Santiago de Chile, 1971)


mossi, entiende


a modoukarafaye
antonio méndez rubio & enrique falcón

El lenguaje es un virus que viene del espacio
El lenguaje es un virus que viene de tu hambre
El lenguaje es un virus que viene del cobarde.

El lenguaje es un virus que viene de tu pena
El lenguaje es un virus que viene del calostro
El lenguaje es un virus que viene de la cendra

El lenguaje es un virus que viene del que ama
El lenguaje es un virus que viene de la flema
El lenguaje es un virus que viene de tu serna.

El lenguaje es un virus que viene de la traquea
El lenguaje es un virus que viene de la fiebre
El lenguaje es un virus que viene de la tea

El lenguaje es un virus que viene de la lágrima
El lenguaje es un virus que viene de tu bilis
El lenguaje es un virus que viene de la urea.

El lenguaje es un virus que viene de los nervios
El lenguajes es un virus que viene de la ataxia
El lenguaje es un virus que viene de la muerte.

El lenguaje es un virus que viene de tu muerte
El lenguaje es un virus que viene de tu cáncer
El lenguaje es un virus que viene de tu frío.

El lenguaje viene que es un virus del que calla.


Paula Abramo
(Ciudad de México, 1980)

Lupus eritematoso

Qué manera de llamarle a esto mariposa,
como si aleteo, destello esquivo de sepia, azul o plata;
como si de pronto amarillo en un resto efímero de lluvia.

Ninguna
mariposa
tiene este tinte de carne casi abierta, pero virgen
de sol, de campo libre.

Te dicen: mariposa.
Como si acto seguido hubiera que embutirlo todo, todo de                                                                                                algodones,
cerrar todas las ventanas, la luz
está proscrita
desde ahora
y para siempre,
hasta que los huesos se disuelvan en sal blanca,
y la piel en retorcidos laberintos de eritema.

Qué ganas de correrte las cortinas, de sacudirte la niebla persistente        
   en la pupila
y enseñarte los penachos de un fresno inaugurando el año,
allí,
justo en la esquina
de tu casa.

Pero ya estás toda cruzada de pespuntes,
llevas encima un amplio mapa histórico
que indica
la migración de la fístula,
el orto rosáceo del mezquino,
la neuritis que boreal, metálica, se embute en tu cadera.

A esto
le dicen
lobo.

Pero bueno fuera, mejor al menos una mordedura
que esta geología imprecisa,
demasiado acelerada
de úlceras y aullidos,
de torrentes de sangre corrosiva desbordándose
en la sordina permanente de tus cócleas.

Sacar, sacarte todos esos algodones,
dejar que entren el polvo, las palomas, el salitre,
abolir las gasas y el silencio,
susurrarte: mantequilla, Samarcanda, esmerilado.
Mostrarte el fresno
de la esquina.


Irma Pineda
(Juchitán, Oaxaca, 1971)


Galaa lalu’

Ti ndaani’ galaa lalu’
bidxela’ xidxaa
nua’ rarí’, ti ganaxhié’ ladilu’
ne guchaa lalu’
ne guinié’ guendaranaxhii
ne guyadxié’ lulu’
ne guee guenda ruxidxi xtiú’ ra néxhenu
ne cuaque’ iquelágalu’ bixidu’ nisadó’
ne mala si gu’yanu caniibi xhiaanu’
capápanu
Ne zacá ganna’ dxiiche’
galaa lalu’
rucaaguí guidubinaca guidxilayú


La mitad de tu nombre

Porque en la mitad de tu nombre
encontré tibieza
vine a ti, para amar tu cuerpo
y renombrarte
y decirte amor
y contemplar tus ojos
y beber tu sonrisa en la cama
y depositar  besos de mar  sobre tus párpados
y descubrir con asombro el aleteo
de nuestro propio vuelo
Y saber entonces que a pesar de todo
la mitad de tu nombre
abrasa mi universo


Ricardo Aleixo
(Belo Horizonte, Brasil, 1960)


Cabeza de serpiente
(Traducción de Teresa Arijón)

 

La serpiente muerde la propia cola. la serpiente piensa que muerde la propia cola. la serpiente apenas piensa que muerde la propia cola. la serpiente muerde la propia cola que piensa. la serpiente muerde la propia cola suspensa. la serpiente piensa que la propia cola muerde. la serpiente piensa con la propia cabeza. la serpiente sueña que simula el propio silbido. la serpiente sueña ser otra serpiente que simula el propio sueño y silba. la serpiente piensa y silba selva adentro. la serpiente sueña que piensa y en el sueño piensa que las serpientes sueñan. la serpiente piensa que sueña y en el sueño piensa lo que las serpientes piensan. la serpiente muerde sin pensar lo que puede. la serpiente piensa que muerde la propia causa. la serpiente piensa y muerde en causa propia. la serpiente piensa y muerde apenas lo que piensa. la serpiente piensa que piensa y muerde lo que piensa. la serpiente muerde lo que piensa y lo que muerde. la serpiente piensa lo que piensa la serpiente. la serpiente se piensa como serpiente. la serpiente se piensa como ser que piensa. la serpiente piensa lo que piensan las serpientes. la serpiente muerde lo que piensa la serpiente. la serpiente muerde lo que muerden las serpientes. la serpiente muerde lo que puede. la serpiente piensa en morderse. la serpiente muerde sin pensar lo que puede. la serpiente muerde sin pensar lo que muerde lo que puede. la serpiente muerde lo que muerde. la serpiente muerde como puede. la serpiente piensa sin palabras. la serpiente sólo no piensa la palabra serpiente. la serpiente sólo no muerde la palabra serpiente. la serpiente puede lo que puede sin palabras. la serpiente muerde lo que puede sin medir palabras. la serpiente mide de cabo a rabo la propia cabeza. la serpiente emite la propia sentencia. la serpiente muerde la propia cabeza.

 


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